La clase media no fue creada para liberarse, sino para soñar con ser burguesía algún día

Es el cuento del caballo y la zanahoria. Al triste caballo de carga a quien tentaban a seguir una zanahoria que colgaba a cierta distancia de una cuerda amarrada a una vara que a la vez estaba atada al cuerpo del mismo caballo. Obviamente, por mas que el jamelgo avanzara es pos del premio, este seguiría a la misma distancia inalcanzable. Todo ello para asegurarse que el triste animal en su ignorancia jamas dejase de perseguir la inalcanzable zanahoria.

La historia de la actual "clase media" es similar al cuento antes relatado. Camina en pos de un sueño inalcanzable.

Los orígenes de la clase media se sitúan alrededor del siglo XVIII pero toma verdadera forma a partir de la revolución industrial cuando la tareas en torno a la producción exigían un segmento especializado en la proyección y diseño de las estructuras de la industria. Es allí, en la creciente necesidad de profesionales y técnicos aunados a los comerciantes y pequeños emprendedores, donde se afianza este estrato social, netamente arraigado en el capitalismo.

La clase media nace con el objeto de proteger al sistema. De hecho, su existencia determina la salud del mismo. En la medida que la clase media se fortalece, el sistema también lo hace.
La clase media funge como guardián del capitalismo. Esta diseñada para servir, proteger y cuidar los intereses de la burguesía.

Es una ingenuidad total pensar que la clase media parirá una revolución que de al traste con el capitalismo. Cuando mucho, defenestrará a la burguesía dominante para ocupar su lugar en la pirámide del sistema, pero jamás le eliminaría, pues esto supondría su propia extinción.
Parte de la población que hoy conforma la clase media perteneció a la clase trabajadora. Alguna vez padeció sus dolores y sus amarguras. Sufrió con la explotación burguesa pero se adaptó al sistema, escaló posiciones y se coló a la clase media, soñando con ser algún día un burgués mas. Es el signo que acompaña a todo aquel que asciende desde la clase trabajadora a media: odiar lo que fue y amar lo que aun no llega a ser, osea burgués.
Quien asciende desde la clase trabajadora a la clase media, aprende a mirar con desdén al trabajador y a sus luchas.

Cualquiera pensaría que este planteamiento intenta truncar el derecho de cada individuo a mejorar en la vida, pero lo cierto es que dentro del capitalismo "mejorar las condiciones de vida" tiene un precio que generalmente es pagado por la clase baja, con mas horas de trabajo y mayor sacrificio. El precio que paga un obrero por ascender de clase es consagrar su vida al sistema, aun cuando esto signifique convertirse en esbirro de la burguesía. Si su tarea es la de fustigar a los obreros para aumentar la producción entonces será despiadado.

Ejemplos sobran.
Cuando la clase obrera se levanta en contra del sistema, la clase media activa el rol para el cual se consagró: ser su cancerbero.

Le aterra que la clase obrera alcance la hegemonía social porque supondría la eliminación del sistema que permite su privilegiada posición. Por lo tanto, la única opción que le queda es dominar la sublevación. Es cuando se mimetiza entre los obreros, les manipula y les roba la dirección del alzamiento para conducirlos a la nada: a cambios superficiales que no resuelven nada de fondo y al convencimiento de que no se puede cambiar el orden existente.

La clase media esta llena de falsos valores que pregona como ideales, llena de ambigüedad y lo peor: llena de miedo a liberarse. Se acostumbró a servir al burgués y le espanta volver a ser obrero.

Por eso, jamás se podrá ver a la clase media conducir a una sociedad a su emancipación.
Si algún día triunfa un revolución socialista en el planeta, de seguro su líder tendrá manos de piel áspera.

bombolonmp4@gmail.com


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