Una reflexión sobre la construcción del socialismo y el papel del Estado en Venezuela

 

La producción y reproducción de las condiciones materiales de existencia de la sociedad en general y de los trabajadores en particular es expuesta científicamente por la concepción materialista de la historia definida por Carlos Marx para explicarnos las dinámicas con que opera la sociedad al producir, distribuir, intercambiar y consumir los bienes y servicios que hacen posible la conservación y desarrollo de la existencia humana y que no son mas que las condiciones materiales que hace posible esa existencia .

 

 

 

 

La violenta apropiación de tierras comunales, el despojo de territorios, el usufructo de riquezas naturales en manos de unos pocos, el uso de la fuerzas represivas agrupadas en ciudades medievales devenidos en estados modernos bajo el manto protector de la religión, dieron a las aristocracias feudales las condiciones para la aparición del capitalismo bajo el desarrollo de las fuerzas productivas y el sometimiento del trabajador disociado de su producto, incluso de aquel que puede permitir su sobrevivencia como la producción de alimentos.

Hoy el capitalismo muestra su mas grande fracaso para crear y distribuir riqueza en términos generales, es aberrante la situación que genera al lado de la incesante producción de bienes nocivos y degradante a la condición humana se exhibe la manera como se dan las relaciones alrededor del trabajador y por ende, del trabajo, poniendo el énfasis en promover un consumo irracional ,compulsivo, destructor de capital, como fin último de la acción humana, se distorsionan así las condiciones de su existencia y los niveles efectivos de satisfacción de la sociedad promovido por el comportamiento incongruente del el empresario capitalista que de paso, restringe el único mecanismo con el que las mayorías pueden participar en mercado como es la valoración de el salario, negando incluso el componente distributivo de la renta que pauta la contribución del trabajo en la riqueza creada, en términos de valor agregado a la producción.

Lo anterior ha determinado la existencia de una crisis que abarca desde la economía hasta la cultura, tocado ámbitos tan diversos y complejos como lo alimentario, la salud, la ecología, lo energético, la geopolítica que incluye la ocupación de territorios para asegurarse fuentes de recursos naturales, convirtiendo todo en un colapso; de tal magnitud es el colapso al que estamos sometidos bajo la egida del capitalismo, que desde sus propias filas han salido alertas graves sobre la situación que se vive, es allí donde está la lógica de esta crisis, en la presencia de una cultura creada para darle legitimidad a un modo de vida planetaria de explotación, sometimiento y derroche que hace insostenible incluso la vida en el planeta y que en profundidad y en extensión abarca todas las esferas de nuestro vivir. Con niveles de pobreza y de exclusión nunca alcanzados en el planeta, tocando ya sus propios espacios territoriales.

En una apretada síntesis esto es lo que debemos superar, en tanto que a nivel mundial existe:

1. Desvalorización creciente y programada del trabajo como actividad social y económica

2. Regularización de la actividad económica a favor de las lógicas de acumulación del capital, cada vez crece mas la normativa a favor el capital y perjuicio del trabajo.

3. Propensión creciente a la privatización de bienes y derechos públicos, crece la agenda de sectores y servicios privatizados.

4. Una sobre acumulación de capital coexistiendo con una reducción drástica de los niveles de consumo de los asalariados.

5. Un aumento sostenido de la criminalidad, tráfico de armas y de drogas.

6. Degradación acelerada de bienes públicos como los suelos, las aguas, el aire.

7. Producción y consumo, también acelerado alrededor de la industria alimentaria llamada comida chatarra.

8. Estimulo al consumo efímero, desechable, de tecnología y otros bienes.

9. Preeminencia del entretenimiento degradante de sexo, drogadiccion y violencia sobre los valores estéticos de la cultura para una convivencia sana.

10. Acrecentamiento del terrorismo de Estado para el aniquilamiento de la población civil de territorios no amigos.

11. Destrucción material masiva de parques industriales, monumentos nacionales, hogares, bienes públicos de países incómodos a sus intereses, para estimulo de la industria militar.

12. Desregularización de ganancias, socialización de pérdidas de los grandes monopolios financieros, solventados con ingresos fiscales regresivos.

13. Una creciente disparidad entre los ingresos de quienes mas ganan (el 1% de la población) y de quienes menos ganan (el restante 99%), lo que implica según un proceso creciente de dominación y apropiación de la riqueza a costa de los trabajadores y de los pueblos.

14. Una creciente subordinación de la política y de los políticos a los intereses de las grandes corporaciones económicas y sus propósitos de privatizar derechos ciudadanos.

15. En el plano político, vinculado con lo económico hay una degradación de la democracia frente al resurgimiento del neofascismo apoyado por las distintas formas de capitalismo y los fanatismos religiosos.

Para aquellos que no les fácil imaginar el fin del capitalismo, le anteponemos de acuerdo con el profesor Boaventura de Sousa Santos que dado el decurso de la historia de la humanidad, que no se ha detenido con la caída del muro de Berlín, también es difícil imaginar que el capitalismo no tenga fin , de allí las tensiones para poder superar la exclusión y la opresión que se vive incluso en términos mentales y que pretende invisibilidad de actores, saberes y experiencias sociales que le dan cuerpo a las luchas emancipadoras.

En Sociología de la explotación, el ilustre científico Pablo González Casanova, sostiene que la explotación, fundamento del orden capitalista, es incompatible con un sistema político democrático donde se respete la soberanía de los pueblos de América Latina. Esto provoca el nacimiento de un capitalismo totalitario y de una explotación global, que trasforma el orden mundial en un colonialismo global, cuyo efecto más relevante es la crisis de una democracia excluyente. Superar el colonialismo interno implica ubicar la contradicción existente entre Democracia y capitalismo y tener claridad como la empresa trasnacional privada y monopólica, es aliada activa del terrorismo en sus diferentes manifestaciones y contraria a la Democracia con justicia social y a la intensa y permanente participación popular; las trasgresiones a los derechos humanos vitales incluyendo , relaciones de esclavismo de manera solapada, encubierta o abierta la hacen moralmente inviables con los principios de justicia y equidad.

Un propósito es activar el frente político y de lucha contra la explotación y la discriminación, incluso en la mal llamada dictadura del proletariado, que confisca en nombre de los trabajadores el poder en manos de burócratas incapaces también es confrontar en la práctica a los conservadores y neoliberales que usufructúan la categoría de la Democracia mientras le sea útiles a sus fines depredadores de lo público y de lo privado.

Por ello los retos que enfrenta la sociedad en general y los trabajadores en particular en Venezuela hoy en día, superan con creces los vitales reivindicativos. El salto cuantitativo que significa pasar de una democracia representativa a una participativa implica no solo un cambio nominal sino el compromiso de profundizar el ejercicio de construir una sociedad plenamente centrada en el reconocimiento y valoración de la Otredad, en la garantía de viejos y nuevos derechos humanos, en una sociedad productiva con garantías sociales, igualitaria en oportunidades.

Desde el Estado, por una parte, hay que fortalecer la agenda política para darle contenido emancipatorio a nuestra acción en cada ámbito, desde lo cotidiano, haciendo de la cultura un elemento trasversal de nuestro hacer, cambiar los referentes de preguntarnos por el ser trascendente a interpelarnos nosotros mismos de ¿cómo hacemos lo que hacemos? , en cada uno de nuestros espacios vitales, vivir con una mayor disposición a reflexionar sobre nuestro hacer, desde la sociedad en general promover los espacios para interpelar el hacer de la dirigencia que corre el riesgo de convertirse en tolerante frente a quienes no cumplen con los principios de una ética y una moral pautada por la solidaridad, el respeto y el bien común, implica la valoración de la Democracia como un bien político universal que fortalezca la organización de las bases sociales en el control de la gestión pública abriendo participación en el ejercicio del Poder Moral, activando los Consejos Obreros, todo en el interés de desarraigar de la practica publica el autoritarismo y la corrupción, favorecer la lucha contra el imperialismo, fortalecer el aparato productivo nacional y vencer el colonialismo mental.

Si Democracia en nuestro desarrollo constitucional implica participación ello conlleva a la corresponsabilidad en la gestión de lo público entonces no menos importante es el desarrollo de las autonomías locales en la gestión de las políticas nacionales, toda la sociedad y los trabajadores en particular debemos ser participes y garantes del fortalecimiento de esos procesos desde el ejercicio de una consciencia acrecentada por el compromiso histórico que enfrentamos como pueblo por un futuro mejor, como concebir entonces una Democracia participativa con limitaciones de su ejercicio en lo territorial en cuanto a toma de decisiones, una vez definidas las políticas?, no es acaso en este ejercicio permanente donde definimos haceres y prácticas que involucran a la sociedad en correspondencia con una efectiva gestión y control de lo público?

En otro orden más preciso, apelamos a lo que plantea István Mészáros cuando dice:

…para Marx, la única investigación teórica válida era una capaz de poner en primer plano "…sin ninguna mistificación ni especulación la conexión de la estructura social y política con la producción. La estructura social y el Estado están surgiendo constantemente de los procesos de vida de los individuos particulares" (en Estructura social y formas de conciencia. La dialéctica de la estructura y la historia. Vol II. István Mészáros. Monte Avila Editores. Página 4.). (Negritas nuestras)

Ese surgir permanente no necesariamente es espontaneo, ni tampoco absolutamente direccionado, asumimos que frente a una propuesta de Estado debe corresponderse una acción en el hacer de los individuos, congruente con la propuesta plasmada en los textos oficiales, llámese Constitución o Plan de la Patria que adelantan la propuesta sobre el carácter del Estado que se defina, así por ejemplo el carácter de un Estado definido como Democrático, tiene que estar respaldado por acciones y estructuras que, como ya hemos dicho, le den contenido a la Democracia como valor político.

Volviendo a Marx, refrendamos el hacer como la única vía para expandir nuestra conciencia, por ello la práctica social es, en todos sus ámbitos la mejor defensa de nuestro proceso político, donde la categoría ser social se torna relevante y a nuestro juicio da cuenta del hombre en comunidad, con plena satisfacción de sus necesidades materiales y culturales (espirituales, diría Marx), liberado de cualquier enajenamiento, en el único espacio donde pueden generarse las condiciones de satisfacción de sus condiciones de existencia que es en la producción de los bienes materiales y culturales, por ello producir libre de enajenación, crear oferta y garantizar el acceso a ella en condiciones de máxima oportunidad es prioridad en la construcción del socialismo.

Dado que en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, entonces aceptamos que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general y con ello las formas de conciencia social y afirmamos con Marx en el prefacio de la Contribución a a la Critica de la Economía Política, que:

"No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia"

Ello implica el reconocimiento del hombre dentro de su entorno y en sus condiciones de reproducción material, lo que conlleva a dar cuenta de sus condiciones de vida, en medio de las tensiones que se dan entre el desarrollo las fuerzas productivas sociales y materiales de la sociedad en contradicción con las relaciones de producción existentes fundamentalmente en cuanto las relaciones de propiedad. La producción de bienes materiales y culturales que propenda a un cambio de la base económica, modificando las relaciones sociales existentes da espacio a una época de revolución social, he aquí entonces , a nuestro juicio el centro del papel del Estado Venezolano en estos tiempos, dado que así explicado, es el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción, va a determinar y a explicar el grado de desarrollo de la conciencia de la sociedad con la particular distinción que implica abordarlo desde el papel del Estado en la captación y distribución de la renta petrolera, lo que le da poder real en el proceso de maduración de las condiciones para la construcción de la superación de las relaciones capitalistas imperantes y que se irán transformando desde los sectores estratégicos de la economía , hacia los nuevos espacios conquistados.

Ahora bien, el cambio deseado debe estar acompañado de una creciente base política que se irá transformando en mayoría consciente de su destino en la medida en que compartamos un bien común en nuestra práctica diaria, respaldados por la CRBV, con un efectivo control político sobre la gestión pública, desde las bases sociales que propenda a su fortalecimiento.

Ello implica incorporar a lingüistas, filósofos, educadores, en general cientistas sociales, para posicionar en el imaginario colectivo de los venezolanos las prácticas sociales que configuran sus "visiones de mundo" en su "especificidad histórica", que darán soporte a la acción, de justicia social, libertad, democracia, solidaridad, honestidad, relación con la naturaleza, prosperidad, cooperación, seguridad social, valoración al trabajo entre otros valores y principios que generen una fuerte ética social.

En un intento de hacer un marco referencial, proponemos:

1. Partir de un modelo productivo amplio, que satisfaga los requerimientos de la sociedad y el medio ambiente, que facilite la incorporación del talento y las capacidades gerenciales y productivas del país, incorporando a las universidades nacionales en nuestros aliados, con énfasis en un proceso de descolonización mental y por ende antiimperialista, ampliando la base productiva del territorio nacional desde lo local atendiendo a la lógica de los territorios específicos tanto en lo físico- espacial como en lo humano.

2. Promover una reforma fiscal progresiva, que revierta la situación actual donde el mayor peso del aporte interno recae sobre los trabajadores.

3. Identificar identidad e intereses y universalizar los valores progresistas compartidos desde la cultura de la solidaridad, la justicia social y el bien común, dándole contenido a la democracia participativa como concepto transversal en la gestión pública.

4. Asumir el problema de la burocracia del aparato estatal y su bajo nivel de compromiso con la necesidad de cambios en el marco de la implementación de las 3 erres lineales (Revisión, rectificación y reimpulso), como inicio del proceso de "Cambio de timón" y de "Eficiencia o nada"Omar Muñoz R

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No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino,por el contrario el ser social es lo que determina su conciencia.
K Marx
(En el prólogo de Contribución a la Critica de la Economía Política)


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