La navaja de Ockham en la revolución venezolana

“En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta”
Esto implica que, cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.[1]

De abril de 2002 a diciembre de 2014, tan solo en 12 años Venezuela ha vivido uno de los períodos más turbulentos y más ricos en experiencias políticas. Desde el intento de derrocamiento de Chávez hasta su asesinato, el triunfo electoral de Maduro y la agresión militar de las guarimbas, el bloqueo económico oligárquico, el desfalco colosal a la nación y la profundización de las misiones.

En medio de estos desbarajustes surgieron y posteriormente cayeron derrumbados Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado. Con ellos tambaleaba la MUD. Las ideas se movían de acuerdo a este caos.

Las tendencias democristianas, fascistas, liberalistas, derechistas, pro imperialistas originarias se comenzaron a descomponer y dar lugar a otras combinaciones más complejas que saltaron hacia la misma izquierda, anegándola de sus miasmas. Al principio se presentaban como buenos burgueses, más tarde cuando no lograban introducir su mercancía en el mercado interno, han echado a perder los negocios con el Estado y se han sumado al bloqueo económico, al contrabando, el acaparamiento y la corrupción.

No todos en el Psuv y la revolución como cuerpo social, sintieron la presencia de estos forasteros. Pero en los hechos, estos huéspedes estaban contagiando de aburguesamiento la conducta del movimiento revolucionario.

Fueron entonces, Diosdado Cabello, Maduro, Aristóbulo Isturiz (¿Dónde estás?) y otros, que han intentado desde el gobierno combatir contra esas influencias; por su parte, Marea Socialista lleva el grueso de la crítica contra esos parásitos y sus influencias: Gonzalo Gómez, y muchos más y los medios como La Hojilla, aporrea y otros más.

El problema, es que cuando la crítica viene de aporrea o Marea Socialista los defensores de la posición oficializada del chavismo tildan la crítica de adulteración o falsificación de la revolución o del chavismo (Bernal, Jiménez, ZK y otros) y se arma una enconada lucha entre estas dos corrientes: la visión oficializada del chavismo y la crítica revolucionaria de Marea Socialista.

Ahora, ha empezado una posición un poco rara, como si pretendieran poner de moda la ambigüedad y la paradoja: estar en contra y a favor, “Viva Maduro, viva Diosdado…pero no estoy de acuerdo con ellos”

La existencia de esta “tercera vía”: estar y no estar, significa que las dos posiciones no tienen las mismas consecuencias, por lo tanto se debe asumir la posición que postule menos complicación.

Así, no es casual pensar, que esta ambigüedad surge cuando hay denuncias como la de Aldemaro Sanoja en Barinas o las medidas de seguridad recomendadas por R. Denis ante el peligro de ser asesinado como Odreman.

Como se aprende de Guillermo de Ockham y de los hechos políticos, cuando hay dos teorías opuestas es necesario recurrir a la más fácil, no actuar como árbitro, ni tomar partido; más bien, inclinarse por la más probable, la más simple de asumir, no necesariamente la verdadera.

¿Qué se debe tener en cuenta para medir estas ambigüedades?
Nuestro modelo seguirá siendo Chávez: Marea Socialista.



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Memo Fernández


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