¿Por qué después de tanta jodedera de los críticos de izquierda, el gobierno sigue su rumbo?

Si con tanta diligencia Marea Socialista y otros críticos han venido buscando incidir en el gobierno para que “reoriente” hacia el socialismo su política económica, sin lograrlo ¿A qué se debe atribuir su fracaso? ¿Cuáles son los obstáculos que se interponen para que no se atiendan sus cuestionamientos? Si tales obstáculos existen ¿Cuál es su naturaleza y carácter?

Si en el examen de este breve y elemental bosquejo de la problemática venezolana, se toma como punto de partida la premisa de que son fuerzas de orden irracional, desconocidas, nace obligatoriamente un caso nuevo, que consiste en averiguar ¿Cómo se producen y hasta donde llega el poder de influencia ciega y perturbadora de estas fuerzas?

Desde otro sitio, si admitimos que tales fuerzas son del orden social y político las cuestiones nuevas que surgen son dos: la primera consiste en establecer concretamente cuáles son esas fuerzas, donde se originan, como están organizadas y como funciona su mecanismo de retención, y la segunda consiste en determinar por qué la tendencia crítica de izquierda, no ha logrado triunfar sobre tales fuerzas.

Sin presumir, el gobierno y los escritores defensores del status quo niegan el deslinde y sostienen que la causa del ambiente problemático actual radica en la situación generada por la guerra económica.

¿Qué valor tiene la posición de los defensores del status quo?

He pretendido exponer en este esquema el complejo de cuestiones teóricas que se necesitan investigar cuidadosamente, para dar una explicación más clara de tal problemática y de las leyes que rigen el desarrollo económico, político y social.

Una explicación cercana al marxismo

La crisis venezolana caracterizada por estancamiento productivo, caída de los ingresos, fuga de un considerable excedente de producción, cierta incertidumbre en el establecimiento de medidas económicas políticas precisas para salir del problema. Se deriva de la incompatibilidad que existe entre el crecimiento de las fuerzas productivas, que es esencialmente dinámico, y el carácter esencialmente rígido o estacionario de las relaciones de producción.

Entre las contradicciones económico-sociales que generan el proceso histórico hay una, la más importante y decisiva del momento actual, que exige ser resuelta como premisa para despejar la marcha del proceso.

Las causas económico-sociales históricamente concretas de Venezuela imprimen la modalidad especial a su particular desarrollo histórico.
En Venezuela la contradicción clave en este momento, la más dinámica, la que parece resumir e incorporar a todas las demás, no es la que subsiste aún, entre los colonos y los latifundistas, ni la del proletariado contra la burguesía, ni tampoco la de los obreros agrícolas contra los terratenientes.

La contradicción de turno hoy en Venezuela, la que ha madurado ya hasta el punto de haberse convertido en una lucha diaria y sin cuartel por el control del poder del Estado; la contradicción que estimula y pone en movimiento en torno suyo el interés de la totalidad de las clases sociales, la que actualmente expresa la lucha entre las viejas relaciones de producción y las nuevas fuerzas productivas, es la contradicción pasajera pero aguda, que se desarrolla frente a todos entre la economía basada en la renta petrolera y la industria nacional diversificada.

El desarrollo del capitalismo industrial diversificado está retenido por la economía capitalista de renta petrolera. De tal manera que sin romper o desarticular esa resistencia, el proceso histórico por el socialismo seguirá virtualmente paralizado.

Hasta este momento, la historia de los últimos 15 años de Venezuela ha sido un flujo conflictivo de acontecimientos sociales y políticos provistos de una continuidad revolucionaria encabezada por Chávez y el chavismo. Con Chávez la historia venezolana poseía coherencia lógica y explicación racional. Con Chávez, la historia de Venezuela comenzó a discurrir en el reino de la esperanza y la revolución y las opiniones mismas sobre tales acontecimientos respondían a un ordenamiento más coherente entre principios teóricos populares y planteamientos prácticos.

Así la historia fluía de la mano de los acontecimientos generados por el pueblo y su líder Chávez. Chávez jamás escondió las causas que determina y configuran la historia venezolana y latinoamericana, renacieron los líderes revolucionarios como Guaicaipuro y Simón Bolívar, su posición antiimperialista fue audaz y valiente. Las masas populares fueron protagonistas, conscientes y beneficiarias de su proceso histórico. Con Chávez conocieron la existencia del conflicto de clases entre ricos y pobres, entre oligarquía y pueblo necesitado y aprendieron a emanciparse a redimirse con él.

¿Qué sucede ahora con este gobierno?

De no ser por los análisis críticos de Marea Socialista y otros intelectuales, las causas de la situación actual se encuentran extrañamente o deliberadamente ocultas en el acontecer gubernamental cotidiano.



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Memo Fernández


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