Como lo hemos venido resaltando en los últimos días, rechazamos de manera contundente la campaña de injuria y difamación perpetrada por el imperialismo norteamericano, a través de sus lacayos, con la intención de seguir con el guión del golpe continuado para frenar la Revolución Bolivariana. La ola de mentiras que se ha desatado en las redes sociales y en los grandes medios de comunicación de la derecha nacional e internacional, es parte de la guerra psicológica en contra del pueblo venezolano y del legítimo Gobierno Bolivariano.
Esto no es nuevo. Se inició, desde el 4 de febrero de 1992, cuando un grupo de soldados patriotas abrió la senda para un proceso de liberación nacional y cambios profundos en el país. Desde entonces, el líder de esa rebelión cívico- militar Hugo Chávez, fue objeto de las más terribles y falsas acusaciones; y su familia y el pueblo que lo respaldó, perseguidos, acosados, vilipendiados. Pero eso nunca nos hizo retroceder. ¡¡Ni nos hará retroceder ahora!!.
Ya en 1998, cuando el candidato Hugo Chávez se convirtió en la esperanza de los más humildes, arreciaron los ataques y las mentiras que el pueblo jamás creyó. La mejor prueba es que se mantuvo firme, junto a su Comandante, hasta lograr la presidencia de la República en 1999. Eso no debemos olvidarlo; así como, el nefasto golpe de estado del 2002, como parte del mismo plan imperial.
En la ausencia física del Comandante Eterno, creen quienes nos adversan, que hay una debilidad. Desde hace dos años, los más oscuro ardides se han tejido para tratar de deslegitimar las acciones del Gobierno Bolivariano y de su presidente obrero Nicolás Maduro, para presentar a Venezuela como un Estado fallido y allanar el terreno de lo que sería, una injerencia política y militar directa sobre nuestros asuntos internos.
Se valen ahora de cualquier recurso. Hay dinero, presiones, traiciones, deslealtad. Están utilizando a un muchacho, Leamsy Salazar, que tuvo el privilegio de trabajar al lado de nuestro Gigante, de ganarse su confianza; y ahora, probablemente por un puñado de dólares, ha perdido lo más valioso que puede tener un soldado: su honor y su amor a la Patria.
Los medios de comunicación de la derecha internacional, usando a personeros y segundones, como el fascista ex embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, y la periodista prófuga de la justicia venezolana Patricia Poleo, han puesto a circular los más descabellados y bajos rumores en la opinión pública internacional.
De este modo, quieren ahora involucrar al camarada Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y a la familia Chávez, con una supuesta conexión con el narcotráfico. Quieren enlodar la imagen de los hijos biológicos del Comandante Eterno, Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo y Rosinés; y de sus hijos políticos, hijos de la vida, como es el caso de Diosdado, con la intención de desmoralizar su legado.
De igual modo, insisten en mentir con la fecha de la muerte del Comandante, algo tan doloroso para las y los revolucionarios de todo el mundo, poniendo en entredicho que no murió el 5 de marzo de 2013, sino el 30 de diciembre de 2012, con la intención de declarar ilegales todos los actos de gobierno que el entonces presidente Chávez realizó en ese período de su fatal enfermedad, haciendo esfuerzos sobrehumanos por dejar al país en paz y a buen resguardo.
Seguramente los que se manejan con estos oscuros intereses creen, que tras la siembra del Comandante Eterno, sus hijos quedaron solos y su familia desmembrada. Se equivocan completamente. La familia Chávez no está desconectada del proceso político que estamos transitando, está más unida que nunca; y los hijos del Comandante Chávez, son mis hijos y son los hijos de mis hermanos. Siempre hemos sido una familia muy unida. La abuela Mama Rosa, nuestros padres Hugo y Elena, nos formaron con gran sentido de responsabilidad, honestidad, solidaridad y verdadero amor hacia los semejantes. Todo ello nos une como familia y nos hace seguir batallando junto al pueblo.
Les decimos con contundencia, si tienen las pruebas de todas esas patrañas, que las enseñen. Pero no podrán, porque no pueden sostener acusaciones que no son ciertas. Por tal motivo, hemos decidido, como Gobierno Bolivariano y como familia Chávez, emprender las acciones legales necesarias para salvaguardar nuestra integridad moral, política y revolucionaria.
No han podido, ni podrán engañar al pueblo, que resiste de manera heroica los embates de la guerra económica que la fascista burguesía comercial ha desatado en nuestra nación. El Gobierno Bolivariano, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, el Partido Socialista Unido de Venezuela, los partidos y movimientos sociales del Gran Polo Patriótico, estamos monolíticamente unidos; gestión política y gestión de gobierno, batallando y combatiendo junto al pueblo todo, chavista y no chavista, para derrotar la brutal guerra económica, que sin dudas, forma parte del mencionado guión del golpe continuado. Y hemos conseguido poco a poco, mermar el desabastecimiento, mejorar la distribución de alimentos y productos básicos, poner mano dura al contrabando de extracción y a la corrupción, para proteger a las venezolanas y los venezolanos.
Y no tenemos ningún temor. Pueden atentar contra cualquiera de nosotros, incluso eliminarnos físicamente, como lo hicieron con el joven diputado mártir Robert Serra, con el militar patriota Eliezer Otaiza; y la Revolución no se detendrá, porque este noble pueblo decidió su destino y es el sendero de la justicia social, del amor, de la paz, del bienestar, de la dignidad, que nos trazó Hugo Chávez. Y demostrado está en la respuesta patriótica que ha dado el pueblo a esta embestida, quizás la más terrible de estos 15 años, de la derecha nacional e internacional.
Los que han vendido su conciencia y su honor, son muy pocos. La gran mayoría del pueblo venezolano se mantiene rodilla en tierra y siguiendo el legado del Comandante Eterno, construyendo Patria y Socialismo Bolivariano. Los dos últimos años, con mucha contundencia, compromiso y gran dedicación, hemos demostrado que tenemos la disposición para seguir defendiendo y consolidando la libertad y la soberanía de nuestro suelo patrio.
Y más allá de nuestras fronteras, 33 países acaban de dar su respaldo al gobierno y al pueblo de Venezuela, en la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Y es que quien agrede a Venezuela, agrede a toda Nuestra América, que se encuentra decidida a defender la libertad y la soberanía de nuestros países y a no volver más nunca a ser el patio trasero de los Estados Unidos.
Reiteramos. No han podido, ni podrán. Todo el pueblo bolivariano, patriota, amante de la paz, está hoy más unido que nunca, como una gran familia. Y nuevamente, con esa unidad, esa dignidad, esa fuerza, ese amor por la vida, venceremos y derrotaremos al fascismo. ¡¡Nada ni nadie detendrá la marcha de la Revolución Bolivariana y Chavista!!
¡Viva Chávez¡
¡Viva Maduro¡
¡Viva la Patria Buena ¡
¡No volverán!