Vientos de la sabana

La universalización del caos

En estos tiempos cuando los pueblos empezaron a levantar las banderas de la verdadera soberanía e independencia, cuando los medios y las redes nos presentan sistemas económicos capitalistas que no terminan de oprimir a los pueblos, podemos notar que la reacción de este sistema hegemónico no es otro que declarar la guerra permanente contra los países que intenten levantar sus voces. Al parecer, cuando surgen países emergentes, que proponen la emancipación y ofrecen a las comunidades la posibilidad de tejer los destinos de sus políticas y economías y de las mismas relaciones sociales, el propósito del gran capital es el de universalizar el caos para presentar como la mejor opción su sistema neoliberal de dominación y saqueo.

Sobre lo anterior Venezuela tiene un amplio palmarés de obstaculizaciones, de saboteos, que han frenado el avance de la revolución Bolivariana y Chavista. La oposición ha ofrecido un gran número de pretextos que van desde lo sutil hasta lo mortal con tal de doblegar a las mayorías para torcer sus preferencias y capitalizar su voto en las 19 elecciones que se han realizado.

Estas elecciones que se avecina el 06 de diciembre no escapan de sus pretensiones perversas y la mejor arma, o mejor dicho la mejor propuesta de la oposición que ofrece a los electores, es “caotizar” todo. Es seguir apoyando la guerra económica, la que diseñaron los banqueros prófugos en Estados Unidos en compañía con el narcopolítico Alvaro Uribe en Colombia. Para la oposición se trata de seguir causando el malestar social de las colas, a través de las degeneraciones económicas como el acaparamiento, el bachaqueo, el contrabando, la usura y la inflación. Es crear un malestar social que busca conseguir el rechazo de la población hacia el proceso de transformación social a través de la rabia, el odio, el descontento. Acá también se suma la inundación de drogas, de antivalores, de violencia, muertes, estereotipos falsos, prostitución, bandas delictivas…, en fin se trata de arrinconar a los ciudadanos en una “neurotización” generalizada, una depresión progresiva que les impida la lucha, la resistencia, y se acomoden a aceptar el apocalipsis inducido.

En la oposición no ha habido ni hay propuestas ni proyectos ni ideas. Su bandera es promocionar una campaña de altísima intensidad a través de sus medios privados y las redes sociales en desacreditar al chavismo y crear una animadversión hacia las políticas de la revolución que ahora preside el obrero y pueblo Nicolás Maduro. Es el rebote constante de sus engaños como la olla que quisieron montar con nuestro presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, es ir atacando por todos los flancos para bajar la moral no sólo de los seguidores de las fuerzas de avanzadas y revolucionarias sino de las mayorías de los venezolanos y venezolanas que, aunque no simpatizan con nuestro proyecto, han recibido directa o indirectamente los beneficios de unas políticas sociales de alta envergaduras como las pensiones y la Gran Misión Vivienda Venezuela, por sólo citar dos de las tantas y tantas obras y misiones expandidas en todo el territorio nacional.

Es acá bueno recordar las palabras del presidente Nicolás Maduro: “El despertar de nuestra América no lo podrán detener con conspiraciones”; es tiempo de maximizar la unidad y el trabajo revolucionario todos los días; es una constante que debemos tener los revolucionarios más allá de particularidades que pudiesen tentar a hombres y mujeres comprometidos con un Legado, con un sueño, con un proyecto Socialista y Cristiano, con un modelo que se opone a la opresión imperial, a las guerras, a las muertes y a toda clase de prepotencia hegemónica que intente borrar las ilusiones y esperanza de los pueblos del mundo.



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Geovanni Peña

Diputado a la Asamblea Nacional. Militante del PSUV.

 santanajerez@hotmail.com

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