En una larga entrevista concedida al sitio web Prodavinci[i] Luis Zambrano Sequín, profesor de la Universidad Andrés Bello, graduado en Illinois Estados Unidos y miembro de la Academia de Ciencias Económicas del país. Pone negro sobre blanco cual es el plan de contrarreformas a largo plazo que la oposición no puede hacer público.

En un tono académico y ubicándose por encima de los actores políticos, sugiere la necesidad de un acuerdo entre gobierno y oposición para aplicar las medidas que propone. Palabras más palabras menos un nuevo pacto de Punto de Fijo para desmantelar lo que llama el modelo chavista afirmando que: “…no hay salida a largo plazo que no implique una importantísima revisión y una reversión de los aspectos centrales que definen el régimen económico.”

No es el primero ni el único que señala esta hoja de ruta. Tampoco es el único que propone un acuerdo político para aplicarla. En estos días hemos visto como la palabra “acuerdo” un claro sinónimo de pacto, estuvo presente en varias entrevistas escritas y televisadas en boca de actuales diputados del PSUV, ofreciendo como vía de canalización de esos acuerdos la nueva Asamblea Nacional que se elegirá el 6/D.

La virtud adicional que tiene la entrevista es que desnuda de manera tácita una enorme debilidad del Proceso Bolivariano: Este debate, de fondo, no está planteado entre nosotros, de cara al pueblo. Con pocas y honrosas excepciones, las únicas voces de “expertos” que se levantan de nuestro lado apuntan a consolidar ese rumbo, construyendo la falsa conciencia de que la salida a la actual crisis es un shok de capitalismo.

Pero veamos las palabras del profesor y traduzcamos lo que significan al ciudadano de a pie:

Donde Zambrano Sequín dice: “… garantizar libertad económica, levantar los mecanismos de control de precios, el control de cambio…”

Debe leerse: anular las pocas regulaciones que aún se mantienen a favor del pueblo que vive de su trabajo, entre ellas, el control de precios, por cierto profundamente perforado y desvirtuado y el control de cambios que aunque bastardeado por la corrupción y la impunidad, resulta igualmente imprescindible para diseñar una política independiente.

Donde el profesor Zambrano dice: …”flexibilizar el mercado de trabajo, sometido por una serie de reglas que lo hacen inflexible.”

Debe leerse: Anular la Ley Orgánica del Trabajo, la ley de salud y seguridad laboral y otras regulaciones que protegen a los trabajadores.

Estas regulaciones que hoy sobreviven a veces solo en el papel, representan de todas formas una de las conquistas más progresivas obtenidas bajo el gobierno de Chávez. Por eso hay que defenderlas aunque son violadas y no tenidas en cuenta en gran cantidad de casos, incluso por el propio patrón Estado.

Es notable, al mismo tiempo, que a pesar de la extensión de la entrevista esta sea la única medida concreta de estímulo a la “producción” que propone.

Y donde dice: “Una reforma profunda para revertir políticas centrales en el sector minero y petrolero, donde tenemos claras trabas que impiden la inversión en esas áreas. Se estima que la Faja necesita entre 50 mil y 60 mil millones de dólares. Y el Gobierno no tiene ninguna capacidad de emprender ese tipo de inversiones. ¿Cómo recuperar esos sectores sin apelar a la inversión extranjera? Y no sólo por el tema financiero, sino por la experticia y a empresas que puedan garantizar mercados.”

Debe leerse: Avanzar decididamente hacia la apertura petrolera que se frenó con el ascenso de Chávez al gobierno. Y pide convocar como actores principales a las multinacionales del sector que durante los 80 años previos al Proceso Bolivariano desangraron al país. No hablaremos aquí de la minería tradicional aunque habría mucho que decir sobre la amenaza que esa propuesta significa.

En la conclusión de su entrevista el profesor, miembro de la Academia de Ciencias Económicas, señala el cómo implementar estas medidas: “Se requieren acuerdos políticos trascendentes. Hay sociedades que han alcanzado acuerdos políticos que trascienden el corto plazo: el caso chileno, el caso español, para citar sólo dos, donde las fuerzas políticas y económicas se han sentado a negociar una transición y un programa a largo plazo. Venezuela está requiriendo este tipo de acuerdos”.

Esto es lo que ellos le proponen al presidente Maduro, todo un programa y un curso de acción para capturar la renta petrolera de todos los venezolanos.

Mientras tanto en la vereda de la revolución no se abre un debate serio.

Desde Marea Socialista hemos presentado propuestas alternativas a las que actualmente está aplicando el presidente. Y seguiremos insistiendo, buscando crear un bloque social y político que enfrente claramente el camino que propone Luis Zambrano Sequín y que sospechamos, con diferencia de grados, apoya un sector de la nomenclatura del gobierno.

Pero el gobierno tiene el deber de decir que piensa, y abrir el debate de cara a la sociedad y sobre todo al pueblo que vive de su trabajo, que es el que está pagando los costos brutales de la crisis. Este es el debate de la campaña electoral. Nosotros proponemos una agenda para iniciarlo. Este debate podría empezar por responder estas preguntas:

¿Qué propone el gobierno para que el salario alcance para acceder a los bienes de la cesta básica? ¿Qué propone para derrotar el desabastecimiento? Y ¿qué para poner a producir al país? En fin, Qué propone que debemos hacer contra la corrupción y la impunidad que están en la base estructural de la situación actual. Cómo se usarán los dólares que ingresan al país en concepto de petróleo. Y con qué alianzas o acuerdos sociales y políticos piensa enfrentar la situación.

Nosotros por nuestra parte, vamos a seguir aportando para construir, en medio de esta grave situación, la propuesta alternativa con perfil anticapitalista que defienda las conquistas logradas durante el proceso bolivariano.