¿Y si nos atrevemos a descentralizarnos?

La pregunta es para nosotros los jóvenes, soñadores de una Venezuela plena y blindada contra los ataques, que hoy en día, tiene lo construido en Revolución en un escenario en el cual, o avanzamos a otro modelo productivo, o el esfuerzo en vida de nuestro Comándate se verá diluido como el agua entre las palmas de las manos.

Las políticas hasta ahora llevadas en el plano del impulso al desarrollo económico debe ir más allá que sembrar en los patios de nuestros hogares o rescatar la práctica del conuco (que no está mal), pero debemos realmente crear una estructura industrializada de nuestra agricultura, transformando las relaciones humanas de producción, pero compitiendo a nivel, tecnológico e industrial con el mercado capitalista. Para esto hace falta mucho más que lo existente hoy en día, se requiere del MUSCULO HUMANO, y somos nosotros los jóvenes formados en Revolución los llamados a aportar tal grandiosa herramienta para hacer de nuestra Venezuela una real potencia productiva con soberanía agroalimentaria, debemos olvidar y dejar atrás las comodidades ergonómicas de una silla de oficina para la cual nos formaron en las Universidades.

Se debe crear una planificación real de la descentralización de la juventud (asegurando siempre los beneficios sociales), concentrada en la ciudad, rescatando e impulsando nuevos espacios productivos, donde la siembra en alta escala, la transformación de los productos, y la comercialización de este esté en manos de jóvenes que en colectivo creen las garantías necesaria para hacer fructífera tal experiencia.

Debemos convertirnos en grandes productores, solo así, lograremos desatarnos de los amarres del salario, nuestra creatividad y constante aprendizaje rodeara nuestras vida y el futuro nos pertenecerá.

fajardogg@gmail.com


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