Es imposible acabar con la pobreza y la injusticia sin acabar con el capitalismo

El bien y el mal, no son tipificaciones  específicas  con las cuales podemos medir al sistema capitalista, sería un reduccionismo.  La relatividad de este maniqueísmo, enuncia la existencia de intereses opuestos, pero sí podemos afirmar, que el mercado que es el corazón de este sistema,  no produce para satisfacer  necesidades de la sociedad, sino para facilitar la acumulación de capitales, necesita someter bajo su férula al “orden” social. La complejidad, los nexos y las articulaciones que este sistema logra construir en el tejido social, solo es posible develarla con la lupa aguda del marxismo. En la ontología del capital, vale todo,   su racionalidad es instrumental y está desprovista de toda ética. La habilidad, el engaño, la manipulación, el fariseísmo y la falta de escrúpulos suelen  ser comunes en sus prácticas.

El capitalismo culpable (una mirada), de las desgracias (explotación) de las mayorías trabajadoras, ha logrado, que  una parte de sus víctimas lo vean como una esperanza, lo defiendan, admiren y desean vivir en los Estados Unidos o en Europa. Millones de emigrantes viven en condiciones inhumanas, en estos “paraíso” donde para medio vivir,  hay que trabajar duro  doce horas diarias, con frecuencia en actividades rudas, que en sus países se niegan a hacer, es mano de obra barata. La “inversión” de la realidad, este autocastigo originado por  la naturaleza del capital, la  alienación e ideologización a la que son sometidas sus víctimas  desde su nacimiento, desnaturaliza sus vidas.  Las cifras que los organismos internacionales serios, dan sobre los resultados sociales del capitalismo, dan escalofrió. “Quien nada sabe cualquiera lo engaña, quien nada tiene cualquiera lo compra” señaló el insigne Simón Rodríguez. No  olvidemos que EL DINERO ES UNA RELACIÓN SOCIAL. Sin crítica y auto crítica NO HAY REVOLUCIÓN. ¿Cómo superar los errores?

Algunas preguntas podrían alertarnos de la parte medular de este problema. ¿Puede un modelo que produce sucesiva e  inevitables  desigualdades, que excluye a la mayoría,  construir la paz y la justicia social? ¿Existe un capitalismo humano? ¿La suma de  reformas capitalistas  conduce  al socialismo? De ser así la historia,  evolutiva y mecánica  y no dialéctica, sencillamente “sentémonos en la puerta de la casa a ver pasar el cadáver del imperialismo”. Nos quedan preguntas: ¿Puede el capitalismo superar sus contradicciones insolubles? ¿En el marco de la economía política del capitalismo, es posible derrotarlo?   ¿Administrar la pobreza o erradicarla”

Todo el aparato institucional burgués  ha sido diseñado y reformulado para fortalecer el capital. Los llamados gobiernos progresistas, que son en verdad socialdemócratas, que están en el centro izquierda, más hacia la derecha que hacia la izquierda, que prontamente concilian con la derecha en todos los terrenos, que fingen chovinismos más que nacionalismos, que no quieren  tildados de socialistas, o aparentan serlo por conveniencia, son estos los gobiernos que con sus medidas  políticas, económicas y sociales timoratas,  pueden conducir al triunfo de gobiernos de ultraderecha. Veamos lo que está pasando hoy en el mundo y en particular en “La Patria Grande”

En Venezuela  estamos atravesando una severa crisis no del sistema socialista (que ni existe ni vamos en esa dirección), sino precisamente del sistema capitalista. Una crisis estructural que debe ser articulada a la crisis mundial del lumpen imperialismo. Quienes  estamos de este lado de la calle coincidimos, las diferencias aparecen cuando el gobierno erróneamente formula políticas económicas: A) Totalmente socialdemócratas, algunas de ellas tocando la raya amarilla del neoliberalismo. B) Considera que el problema central es sólo económico, centrado en la producción, que prontamente la dejan en manos privadas, “empresarios” (que no tienen ni tecnología  ni mercados), que son financiados con dinero público, apartando o tergiversando  la importancia de la cultura. Validan esta reprochable conducta, “engatusando” al pueblo en particular a algunos sectores de la izquierda, con que se trata de “el desarrollo de la fuerza productiva”, pero en manos privadas y sin el desarrollo de la conciencia política clasista. C) El silencio cómplice con la corrupción, el  burocratismo,  las superlativas debilidades en el ejercicio de gobierno y  la insistencia del gobierno en dialogar con sus enemigos históricos, que lo odian a muerte y no cesarán hasta verlo fuera de Miraflores. El Partido se fagocita al pueblo. El pueblo elige pero no gobierna.

El lenguaje de la economía política, no es el lenguaje que enriquece la vida, por el contrario oculta la realidad. Para la economía política, la naturaleza no es un bien de nuestra convivencia, sino una mercancía que debe ser transformada en capital. (EL TERRIBLE MAL QUE SE HARA EN EL ARCO MINERO DE ORIENTE). Olvidamos que el ambiente es un préstamo de nuestros hijos. El trabajador no es un ser humano, sino una fuerza de trabajo que produce capital. Consideran que todo lo que ocurre en el mercado, es beneficioso para la sociedad. La salud preventiva no es negocio para el mercado de los medicamentos, en su mayoría elaborados no para que curen sino para que generen adicción.  Hipotecar el futuro de las generaciones produce riqueza hoy.  El tiempo libre es ociosidad y pérdida de producción. La vulnerabilidad de los seres humanos, depende del crecimiento de la economía privada. El sálvese quien pueda es la ética del mercado. El crecimiento económico  es para el capitalismo, la salvación de la acumulación de capital a largo plazo. El capitalismo no explota sino “da empleo”. El interés general hay que  elaborarlo desde arriba. Los trabajadores son incapaces de construir su propio futuro. “Las mujeres venezolanas (que trabajan en el gobierno) son sucias” dijo una Señora que dice haber vivido siempre de su esposo, esto es, del Estado, de donde siempre ha medrado quien la mantiene. Odian al pueblo y  le tienen pavor a la revolución. “Su Fuhrer” es su esposo, y ella  habla desde la comodidad, se creen superiores, son racistas,  añoran un mundo sobre deseos materiales, pero le deben “a cada santo una vela”. La mayor parte de nuestra clase media rica, viene de familias extranjeras, trabajadoras unas, parasitas  otras. En  Venezuela, tenemos que tener mucho cuidado con un neo nazismo que parece estar  en estado germinal hoy. Esta barbarie no sólo es de la clase media, también llega a las bases populares. La oposición necesita borrar el ideario de Chávez de las mentes populares.

El aparato ideológico del Estado burgués es muy efectivo. Dicen que  el mercado socializa a las comunidades. Ocultan que   la obsolescencia inducida de la producción de mercancías, aumenta la producción, la explotación, la expoliación y las ganancias. Omiten que  la racionalidad económica es un alerta del capitalista. En fin, la economía política, ha contaminado a la sociedad de tal manera, que  la lucha darwiniana de todos contra todos, eleva el nivel y la calidad de la producción, aunque ello implique una cruel existencia humana. El capital no duerme ni descansa. Con la velocidad que aligera la vida,  aligera la muerte. Acabamos con el capitalismo o el acabará con nosotros.  “La igualdad es la consciencia que el hombre tiene de sí mismo…por consiguiente, la consciencia que el hombre tiene de otros hombres como sus iguales” (Lenin). Se ha comparado al progreso con la concepción hegeliana de la historia. Sin duda, la razón de la modernidad, es opuesta a la soberanía del pueblo.

Finalmente tomaré   parte de un   artículo del Señor Juan Martorano, publicado en aporrea el pasado 7 del presente mes, titulado: “Fragmento de la carta de Pedro Kropotkin a Lenin…”: “…En el momento actual, son LOS COMITÉ DEL PARTIDO  Y NO LOS SOVIETS, quienes llevan la dirección de Rusia y su organización sufre todos los defectos de toda organización burocrática…(hay) que retornar todo el genio creativo de las fuerzas locales de cada comunidad…” Ciertamente el burocratismo se ha repetido tantas veces en la historia de la sociedad, en particular en los procesos revolucionarios, que ya nos parece normal que al Poder Popular lo controle el Partido, a éste su dirigencia, a su dirigencia  su Comité Central, a su Comité Central, el BURÓ Político o  La Dirección Nacional o “El Alto Gobierno” y a éste,  El PRESIDENTE DEL PARTIDO. He aquí la causa fundamental del burocratismo en los partidos de dirección vertical. Esta verticalidad, se reproduce  en todas las instancias del partido y del poder, lo que obstaculiza, desvía y destruye el proceso revolucionario. “La Revolución es  Permanente”   pregonaba   Marx.

Todo burocratismo es enemigo revolucionario. Toda corrupción liquida revolución. Las medidas socialdemócratas, son contrarrevolucionarias. Estos tres acertijos, han sido demostrados  en más de veinte intentos revolucionarios fallidos. Si lo que PRESUNTAMENTE el gobierno quiere hacer es una REVOLUCIÓN SOCIALISTA, ¿Qué sentido tiene dialogar con el histórico enemigo,  que le va a poner condiciones que responden a la lógica del capital?  LOS DIALOGOS DEL GOBIERNO DEBEN SER SOLO CON EL PUEBLO: Poder Obidencial.  ATRINCHEREMONOS EN LOS ESPACIOS POPULARES, Y CODO A CODO “CON LOS POBRES DE LA TIERRA QUIERO YO MI SUERTE ECHAR” Y SON MAYORIA.  EL LLAMADO DE CHAVEZ: “UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA” es un programa de lucha correcto,  no una consigna. Socialismo o barbarie. Nos gobierna la barbarie. ¿Cuándo “los expropiadores serán expropiados"? (Hasta el próximo sábado).



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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