Así me lo dijo mi amigo

Estuve hablando con un amigo (venezolano) sobre la terrible situación que estamos viviendo hoy aquí en este país, donde casi todos los logros de la Revolución liderada por nuestro querido Chávez se están perdiendo o echando a perder a raíz de:

1) La prepotencia y negligencia del gobierno de Maduro.

2) La indiferencia y el saboteo intencional desde dentro de la maquinaria gubernamental.

3) La sinverguenzura y el oportunismo de una parte importante de la ciudadanía.

Es obvio para cualquier persona con medio cerebro que el saboteo y la destrucción liderada por la violenta y miserable oposición venezolana (oposición al chavismo) ha sido inmensa y continuada desde hace más de 15 años, y aun más desde que Chávez murió en el 2013, pero también es verdad que:

1) Si desde el comienzo de su mandato Maduro y su combo de prepotentes sifrinos (momios) de las clases cómodas hubieran escuchado al Pueblo, es decir, a la mayoría tradicionalmente pobre, quienes somos los que más sufrimos para vivir, y en vez de escuchar a supuestos inteligentes, educados, expertos, y analistas, y doctores y licenciados, hoy Maduro y su gobierno tendrían un apoyo contundente desde los sectores populares --- desde la mayoría tradicionalmente pobre que votó por Chávez (alrededor de 60% de la población) --- y gozarían de una colaboración más amplia a nivel de las bases populares, y a nivel nacional, en la implementación de los correctivos que tanto necesitamos para poner un poco de orden y racionalidad dentro de nuestra sociedad.

2) Si la maquinaria gubernamental no estuviera tan llena de antichavistas, seguidores de la oposición venezolana, irrespetuosos y malvados dispuestos a participar en la destrucción del país a través de la corrupción, la negligencia, el sabotaje, y la indiferencia operacional, hoy no estaríamos viviendo esta terrible falta de electricidad y de agua potable, o la decadencia en todas, o casi todas, las oficinas gubernamentales donde el debido servicio hacia la población ha retrocedido hasta los tiempos cuando la vil oposición venezolana manejaba el país, donde para conseguir un servicio uno tenia que utilizar palanca, gestores, o sobornos.

Es importante saber que la gran mayoría de los trabajadores dentro del gobierno son, y siempre fueron opositores al chavismo --- son principalmente tradicionales adecos y copeyanos --- pero que cuando Chávez mandaba, existía un cierto respeto hacia el ejecutivo del gobierno … pero … ese respeto se ha perdido desde que Maduro asumió la presidencia, por razones obvias.

En mis observaciones, poca gente respeta a Maduro ya que Maduro miente y oculta muchas cosas, y nunca se echa la culpa a él mismo, siempre es la culpa del otro, todo lo contrario de Chávez.

En otras palabras, si desde el comienzo Maduro hubiera sido claro en sus asuntos, sin mentir, y sin inventar y ocultar verdades, aun los antichavistas que trabajan dentro de la inmensa maquinaria gubernamental hubieran posiblemente restringido el nivel de saboteo interno.

3) Si Maduro y su gobierno de disociados [de la realidad] hubieran seguido predicando e inculcando la honestidad, la verdad, y los valores humanos positivos de base, como el respeto hacia el más necesitado, la no mentira, la claridad, el compartir, y el amor, así como Chávez lo hacia continuamente, en vez de promover la “prosperidad,” la habladera de paja, la explotación de nuestros recursos naturales, y el abuso del poder, es decir, el que más puede, más tiene, hoy tendríamos una población --- particularmente entre los jóvenes --- menos dispuesta a cometer actos de delincuencia común y corriente, cosas fáciles y no productivas que permiten a uno aumentar sus nivel de prosperidad personal con un mínimo de esfuerzo productivo y positivo, como el robo, la estafa, la corrupción, los atracos armados, el bachaqueo, el contrabando, el acaparamiento, y la especulación, etc.

Es decir, tendríamos hoy una población más productiva, más positiva, con menos tendencia a buscar a ganarse la vida a través de la facilidad, y, como siempre en estos casos, al detrimento del bienestar comunal de nuestra sociedad.

Bueno, mi amigo me dijo:

”Sabes, estamos retornando al pasado, donde el más vivo, el más mentiroso, el más aprovechador, el más oportunista es el que mejor vive, mientras que las personas honestas, sencillas, y con buenos valores humanos son los que más sufren, es el que más pasa hambre, es el que nunca podrá recibir los debidos servicios públicos que deberían ser para todos sin discriminación, porque esa persona no tiene el dinero para pagarle a un gestor, o a un intermediado, o para pagarle soborno al funcionario.”


”Chávez hizo todo los posible para tratar de crear una sociedad más justa, para todos, igualitaria, y Chávez sabia que se iba a demorar por lo menos 25 años para que los cambios, incluso los cambios dentro de la conciencia de la población, empiecen a mostrar signos de avance social, pero la maldita y destructora oposición venezolana hizo, y sigue haciendo todo lo posible para destruir la sociedad, para llevarnos al pasado donde solamente un 20% (máximo) de la población tenia acceso a todo, mientras que el 80% no tenia acceso a casi nada.”

”Seguro que Chávez se está revolcando en su tumba ahora.”

”Es muy triste.”

”Sabes, la culpa principal de este desastre humano que estamos viviendo hoy es la vil y destructora oposición venezolana y sus malditos seguidores, dentro y fuera del gobierno, eso es claro, pero al final de todo, la culpa de la desaparición de la Revolución es de Maduro.”

Así me lo dijo mi amigo.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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