El gobierno ha decretado una feroz ofensiva contra los firmantes del pedido de referéndum, un ultimátum conmocionó al país: ¡48 horas para sacarlos! bramó el gobierno. Se atacaba a él mismo, humillando a sus gerentes, tratándolos como en un cuartel del gomecismo.
Qué valentía, suspiró una vieja en su cañada; qué épica, exclamó un joven en la camionetica; qué pendejada, se atrevió alguien, y fue pasado a la lista de las 48 horas.
El asunto es de una torpeza digna de ir al museo de las tonterías que dicen están construyendo en Disney, pero también puede ir al museo de Múnich de los preludios del nazismo. El disparate merece estudio.
Primero, los menos peligrosos son los que firmaron, esos son ingenuos, peligrosos son los avispados que no firmaron, que se mantuvieron fuera del radar del gobierno. Pero eso es anécdota sin importancia. Lo principal es que se persigue a estos pendejos, se da así una imagen de guerrero muy conveniente para evitar atacar al problema principal, sólo levantan polvo.
El capitalismo no es atacado con la misma furia, entregan parte del territorio, a nadie le dan 48 horas por eso. Ministros declaran a favor del capitalismo, silencio; en el gabinete están los voceros del antiSocialismo, del antiChavismo, y estos se distraen cazando palomitas tortolitas. El capitalismo es estimulado desde el gobierno, participa abiertamente en los llamados motores, la polar se sienta en la Consejo Nacional de Economía y no pasa nada, sólo una bravata de alguien.
La medida no trae más beneficio que la rabieta de los dirigentes, que así drenan su frustración: en lo internacional nos desacredita como torpe dictadura, muestra clara del desespero del gobierno. El almagro bailó en una pata y está redactando una carta para atacar al gobierno que da chance. A veces nos preguntamos ¿quiénes serán los asesores de este gobierno?
En lo nacional sigue el gobierno alimentando su imagen de malos demócratas y pésimos socialistas, pero además de idos de la realidad. El CNE avanza con el revocatorio, mientras el gobierno lo desacredita diciendo que hay un fraude masivo, así deslegitima al organismo; el gobierno dice que respeta a la Constitución y bota a quienes le creen y ejercen su derecho constitucional, ni siquiera se manifestaron contra el gobierno, sólo expresaron que el referéndum es un derecho, en el revocatorio puede perder el gobierno, pero, tal como pasó con Chávez, puede salir fortalecido; el pedido de referéndum no es ningún decreto de muerte. ¿Qué pretenden hacer con ese absurdo de botar a los que firmaron?, ¿limpiar a la administración? Comiencen por sacar a los capitalistas del gobierno, recordemos que perez abad llamó a los empresarios a entrar en el PSUV, ¿siguen ahí, dónde están?
La actitud del gobierno, desesperada a todas luces, fuera de foco, sin estrategia debe ser corregida con urgencia; la embriaguez del poder, la soberbia debe abrir paso a la sensatez, esa será la única manera de iniciar la sanación del proceso, el regreso a territorios de cordura de construcción del Socialismo.
La dirección del PSUV debía de convocar un congresillo del Partido para estudiar la situación nacional, los errores, la infiltración de los reformistas, las medidas para volver a la ideología del Plan de la Patria. Estudiar cómo ir al origen de las fallas, no darse topetazos contra las consecuencias.