La República bolivariana de La Florida (III)

Los corsarios mantuvieron en estado de zozobra y de permanente guerra marítima irregular, al monopolio español en las Indias occidentales, captura de galeones del tesoro, incursiones en puertos coloniales, saqueos de ciudades costeras e invasiones de islas completas; como la de la tortuga. La causa principal que determinó el incremento de la piratería fue la concesión pontificia del Nuevo Mundo a España y Portugal, que adoptaron el sistema comercial de monopolio y régimen de flotas. Otra fue el gran número de extranjeros que llegaron a participar en la vida económica española y portuguesa. Durante el tiempo en que estas dos coronas estuvieron unidas. Los portugueses pudieron navegar por zonas españolas, tomando conocimiento de las rutas, la configuración de las costas, los puertos, los pilotos portugueses que servían en las flotas flamencas y francesas revelaron toda clase de información hasta entonces mantenidas en secreto. El final de las guerras de religión dejó inactivos a muchos soldados profesionales, que optaron por dedicarse a una nueva ocupación de considerable riesgo, pero bien remunerada, bien sea como Pirata, Corsario o Bucanero.

A finales del siglo XVII, los territorios americanos se habían convertido en un foco de rivalidad para las potencias europeas, en lo que respecta al comercio y al equilibrio de poder internacional. Todos los barcos mercantes que viajaban desde las colonias hasta España, se detenían en las Islas del Caribe. En éstas eran blanco de corsarios ingleses, holandeses y franceses, estos asaltaban las flotas que portaban tesoros, atacaban puertos, traficaban con mercancías y, ocasionalmente, se instalaban en islas con clima y tierras propicias para el cultivo de la caña de azúcar. De este modo los ingleses se hicieron con el control de Jamaica durante la segunda mitad del siglo XVII, y la isla se convirtió en el cuartel general de criminales, piratas y contrabandistas. Las otras potencias coloniales preferían enriquecerse indirectamente a través del saqueo de las colonias de España en América. El corsario qué en virtud de contrato, estipulado con el Estado bajo cuyo pabellón navega, persigue, captura, o visita barcos mercantes de países enemigos, quedándose con las presas capturadas o parte de ellas, y sujetándose a reglas previstas por la legislación, por ejemplo el Libro del Consulado del Mar o el Código de las Partidas. La patente de Corso autorizaba a perseguir a los piratas y las embarcaciones enemigas en tiempo de guerra, colocaban al navío corsario prácticamente en la condición de un buque de guerra y permitían a sus propietarios quedarse con las presas que capturasen. A partir del siglo XVIII dejaron de concederse sin considerar la nacionalidad de sus beneficiarios y pasaron a estar reservadas únicamente a los súbditos de la nación beligerante.

En la práctica, sin embargo, es difícil determinar dónde empieza la piratería y dónde termina el corso, que degenera fácilmente en aquélla; el mismo individuo es considerado a veces corsario por sus compatriotas y pirata por los enemigos. Para entender mejor lo que ocurrió el año de 1817 y su contexto histórico en la geografía americana, el autor considera que se deben conocer los siguientes hechos, para ubicarse en tiempo y espacio: James Monroe, el mismo de América para los americanos, inicia su primer periodo presidencial en los Estados Unidos. José Antonio Páez, y sobre todo Manuel Piar con la toma de Angostura el 11 de Abril, aseguran a los venezolanos la plaza de Guayana, y se reafirma la República, se inicia una insubordinación de oficiales y Piar es fusilado por orden del Libertador. En la Nueva Granada continua la represión del General español Morillo que a su vez incursiona en territorio venezolano. Al sur del continente se consolida la gesta libertadora, el Congreso de Argentina se traslada a Buenos Aires y San Martín recibe órdenes de liberar los países hermanos, cruza los Andes, libra la Batalla de Chabuco y toma de Santiago de Chile, en donde Bernardo O"Higgins es designado Jefe Supremo, se producen fuertes combates para mantener esta plaza; que es la puerta de entrada hacia el Alto Perú.

José M. Ameliach N. Enero de 2019



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