Las mentiras de Maduro

Uno no puede, aventureramente, atreverse a señalar que algo de lo afirmado por alguien es verdad o mentira. Lo que debe es decantar entre la verdad y la mentira, hacer uso racional de la verdad y asumir las debilidades de sus mentiras como una carta bajo la manga, que lo pondrá al descubierto.

Por ejemplo, la afirmación entre miles de tantas, del Presidente Nicolás Maduro, en la lectura de su discurso ante la Asamblea Nacional (AN), el lunes 15/01/2024, de que conjuró 3 conspiraciones golpistas y criminales durante el año 2023, pudiera ser verdad, pero viniendo del Presidente Nicolás Maduro, que nos tiene acostumbrados y hastiados de sus mentiras y cinismo, pues termina uno pensando que eso es pura paja, es otro ajiaco suyo, una total farsa o mentira.

Ahí es cuando uno recuerda hechos recientes y le urge preguntarle al Presidente Nicolás Maduro Moros, si es verdad que el Instrumento de la infame ONAPRE, aplicado por OPSU y demás instancias, contra los trabajadores en el 2023 es verdad que existe o o no, si lo aplicaron para trasquilarle múltiples derechos a los trabajadores como el Bono de Doctor, del 60%, rebajado a los profesores universitario a un 40% o no sabemos si menos; provoca preguntarle si él no ha liquidado la Ley Orgánica del Trabajo, de las trabajadoras y de los Trabajadores (LOTTT); él no será capaz de responder el porqué liquidó los salarios y los convirtió en bonos miserables que desaparecen prestaciones sociales y contrataciones colectivas; provoca preguntarle a dónde fueron a parar los dineros y propiedades que les incautaron a las bandas de ladrones de su gobierno, encabezadas por Húgbel Roa y Tarek El Aissami; por qué los más de 40 ladrones detenidos hoy están gozando de cárceles VIP, al punto de que se dan el lujo de remodelar las casas que compraron producto de su latrocinio; habría que preguntarle sobre el paradero de Tarek El Aissami; pregúntenle si lo tienen a mano, por qué y para qué resucitar el guiso del criptoactivo sin usabilidad real, llamado Petro, sin antes haber devuelto los millones robados a venezolanos, con aquellos certificados que él tanto ofertó; y, entre miles de preguntas que dudo, responderá y, si lo hace, será bajo el cinismo y la mentira.

Es penoso, que coincidiendo con el infausto llamado Día del Maestro en Venezuela, el Presidente Nicolás Maduro describe una falsa paz y calma en la República Bolivariana de Venezuela, al mismo tiempo que en las calles de todo el país, trabajadores de la docencia de toda Venezuela, es decir, los docentes de Prescolar, Básica y Media General, al igual que los profesores investigadores de todas las universidades publicas están protestando y exigiendo salarios dignos para no morir de hambre.

Todo el magisterio venezolano y todos los trabajadores universitarios, han sido lanzados a la miseria y muerte por el Pdte Nicolás Maduro sin que le tiemble un músculo de la cara y se exponen a la sobreexplotación y tratos crueles por la mayoría de dueños y serviles de colegios privados, excepto por algunos colegios religiosos, porque estos últimos no buscan maximizar márgenes de ganancia.

En definitiva, el Presidente Nicolás Maduro cada vez que se ve obligado a rendir cuentas al país, se refugia en la misma letanía, suponiendo que la mayoría nacional es estúpida y asumiendo la pose del malandro malo, caribe y camorrero.

Por supuesto, es evidente y cierto que parte de los fondos nacionales guardados en el extranjero fueron bloqueados y nos robaron 22 mil millones de $, más las reservas de oro represadas en el Reino Unido, además de las incautaciones ilegales de empresas en el extranjero, tales como CITGO en USA y Monómeros en Colombia, que el Presidente neogranadino devolvió a Venezuela.

Pero, con esas reservas en el extranjero no se pagan presupuestos, ni nominas de los trabajadores. Nicolás Maduro repite lo mismo cada año y no habla de los ingresos reales anuales robados al Pueblo.

Por ejemplo, no ha rendido cuentas de las millonadas en dólares que sus funcionarios, unos presos VIP y otros a su lado, han robado a la nación, que superan todo lo bloqueado y confiscado en el extranjero. El Presidente Nicolás Maduro tampoco rinde cuentas acerca de los ingresos reales, por ingresos petroleros, de gasolina, aceites, polímeros, coque y demás derivados, por la extracción de oro, bauxita, diamantes, madera en bruto, coltán, tierras raras, hierro aluminio, plutonio y entrega de empresas estratégicas que está vendiendo como chatarras, en un vulgar desmontaje del Estado o como lo llaman "Estado mínimo", todo amparado en otra estafa llamada "Ley Antibloqueo", que no es otra cosa que un mamotreto para justificar sus atropellos y violaciones constitucionales. Se creó una supra ley para burlar las leyes, con la pretensión de saquear el país e irse a gozar la dolce vita, cuando las circunstancias ya no le den capacidad de maniobra para mantenerse en el poder.

Este país no puede olvidar la sangría de dólares semanales, que van a la banca privada, hasta que se pierde en el horizonte, vaciando las arcas del Estado en cifras que en muy poco tiempo han superado los 22 mil millones de dólares que el Presidente Nicolás Maduro alude como justificación fatua.

Contrario a las cínicas mentiras del Presidente Nicolás Maduro, la verdad se impone para demostrarnos que aquí en Venezuela, durante su gobierno, nunca hemos tenido ningún crecimiento económico con igualdad, sino un ambiente de corrupción generalizado, con maximización de la ganancia de una minoría parasitaria con capitales golondrina.

Son miles los trabajadores muertos por su culpa. Es cada día creciente la chatarrización del país, los éxodos de venezolanos cada día aumentan y los índices de mortalidad crecen exponencialmente. La sobreexplotación flexibilización laboral y la infelicidad entre los venezolanos está llegando a un estado paróxico, aunque Nicolás Maduro ni sus aduladores sospechen que un Pueblo arrecho es una bomba de tiempo que no conspira golpes palaciegos, ni cuartelarios, sino que se hace avalancha contra sus opresores. Esa será la verdadera y única furia bolivariana.

Así que, ese cuento de los supuestos intentos de golpes de Estado luce inverosímil, porque cualquier aventura de ese tipo no haría sino victimizar y atornillar a Nicolás Maduro y su clan, porque hasta las piedra saben que Nicolás Maduro o cualquiera de su entorno perdieron la base social del chavismo y del PSUV, son una gran minoría electoral y las lealtades financiadas se desgastan. La crisis de gobernabilidad tiene una característica fundamental: no es artificial.



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Luis Alexander Pino Araque


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