Elementos para el estudio y la reflexión del proyecto Socialista

La Teoría de la Revolución Bolivariana

Una simple exploración de las coyunturas cruciales del movimiento popular y revolucionario venezolano revelan, sin lugar a dudas, la ausencia de una teoría revolucionaria crítica y eficaz que coadyuve en la formulación de los objetivos históricos, estratégicos y tácticos, genere a su vez una dirección revolucionaria colectiva con capacidad de convocatoria y avance aun en la difícil situación de una invasión de la barbarie imperial y sus socios apátridas internos.

La teoría revolucionaria bolivariana debe elaborarse a partir de debates colectivos e interdisciplinarios, en estrecha vinculación con los procesos reales de la lucha de clases en los cuales se entrecruzan la situación nacional, regional y mundial. Hemos recogido una rica experiencia de ocho años en los cuales se han producido no sólo enfrentamientos con el imperio, la oligarquía y el sistema capitalista; también se han elaborado una serie de documentos fundamentales que van desde los primeros documentos de los años 90, hasta los Cinco Motores de la Revolución: Rumbo al Socialismo, en los cuales se ponen en evidencia la coherencia del pensamiento político del Comandante Hugo Chávez Frías. En consecuencia, debemos perseverar en el debate teórico-creativo del proyecto bolivariano y en la crítica radical de los fundamentos del capitalismo contemporáneo (globalista), del imperialismo hoy, y del socialismo burocrático para construir nuestro propio modelo socialista. Así, proponemos los siguientes elementos temáticos a considerar:

A) Teoría de la Constitución. Teoría del Poder Constituyente (El proceso constituyente venezolano). Estado, Poder y Sociedad. Teoría de la Soberanía y las Relaciones Internacionales. Estado Federal y el Estado Unitario. Teoría de la Democracia (democracia representativa y democracia participativa y protagónica). Los Derechos Humanos. Documentos fundamentales de la Revolución Bolivariana: El Plan de Operaciones Ezequiel Zamora. Programa de Gobierno Revolucionario de febrero de 1992. El Árbol de las Tres Raíces. Agenda Alternativa Bolivariana (Cómo Salir del Laberinto). La Propuesta de Hugo Chávez para Transformar a Venezuela. Líneas Generales del Plan del Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007. Nuevo Mapa Estratégico (El Salto Adelante). Líneas Generales del Plan del Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Los Siete Lineamientos Estratégicos y los Cinco Motores de la Revolución Socialista.

B) Crítica de las bases económico-sociales, ideológicas y culturales del capitalismo neoliberal globalista y el imperialismo contemporáneo, que en la realidad objetiva se afirman como la recolonización del planeta, suerte de ley de la selva y cultura de la muerte que representa el proyecto imperial del Sr. George W. Bush, instrumento de las transnacionales y del más rancio conservadurismo fundamentalista religioso estadounidense, con su descarado desconocimiento de la legalidad internacional y los más elementales derechos humanos que formularan la propia burguesía liberal en el siglo XVIII.

3. Crítica del socialismo estatista-burocrático de partido único, en su base económico-social, ideológica y cultural. Es un imperativo determinar los errores y las causas de la implosión de Europa Oriental y del Sistema Soviético que impidieron la construcción de un verdadero poder popular participativo y protagónico base fundamental de una futura revolución mundial. Estos elementos nos conducen a discutir la viabilidad hoy de un partido unido de la izquierda revolucionaria o de una vanguardia de nuevo tipo con dirección colectiva y un programa socialista que coordine y sea a su vez expresión de la diversidad de movimientos sociales y políticos que apuntan a la destrucción del orden capitalista a escala nacional, regional y global.
4. Crítica de la formación económico-social latinoamericana, los modos de producción y las formas de explotación, violencia y alienación que asume el capitalismo en nuestro país: capitalismo periférico o dependiente, producto de la expansión histórica capitalista y su consiguiente polarización Norte-Sur. Un norte hegemónico y un sur dominado, saqueado y explotado. Tal y como sostiene Samir Amín en sus investigaciones. En este orden de ideas, nos corresponde investigar qué tipo de sociedad tenemos hoy en Venezuela. El proceso político de la Venezuela agraria al rentismo petrolero, y del rentismo petrolero a la Venezuela productiva y socialista.

Ahora bien, ¿Qué cambios se han operado en la estructura de las clases sociales con el desarrollo de las fuerzas productivas y las nuevas tecnologías? ¿Qué papel juegan en el movimiento revolucionario los excluidos o “marginales”? ¿Cuáles son los sujetos revolucionarios que se entrecruzan en lo nacional y en lo global y hoy confrontan el orden capitalista? ¿Tiene vigencia la tesis de los trabajadores como vanguardia o hay que ampliar el espectro de las clases sociales que están interesadas en una revolución socialista? ¿Cómo se expresa en la praxis concreta el carácter antiimperialista y anticapitalista de la revolución bolivariana? ¿Cómo entendemos hoy el imperialismo?. A este respecto Antonio Negri, habla de imperio y multitudes como consecuencia de las nuevas condiciones generadas por el avance de las fuerzas productivas y, concretamente, de las nuevas tecnologías. Todo lo cual conduce, según su tesis, a un imperio global sin centro hegemónico y a una sola clase dominante transnacionalizada cuya impugnación corresponde, según Negri, a la denominada multitud y no a la clase obrera. La discusión oscila desde la teoría clásica leninista del imperialismo, pasa por el denominado imperialismo colectivo o tesis de tríada Estados Unidos, Unión Europea y Japón, hasta quienes sostienen la teoría del superimperialismo, entre otras posiciones que hoy se discuten.

Lo cierto es que hay que mantener una línea de investigación abierta a las nuevas corrientes y cambios operados en el mundo de hoy, sin aferrarnos a viejos esquemas y dogmas como si se tratase de una cuestión de fe. Esto no significa negar el papel de primer orden que aún cumplen los trabajadores, pero no debemos cerrarnos a ampliar el concepto de clases revolucionarias en un mundo de excluidos de todo género por obra del capital. En el caso venezolano, no dudaría en afirmar que hoy son los excluidos de los barrios marginados la base social del gobierno revolucionario de Hugo Chávez. Basta retroceder la película de los días 12 y 13 de abril de 2002 y ver objetivamente quiénes estuvieron en la calle defendiendo el gobierno constitucional y legítimo.

Es preocupante que la clase trabajadora se mantenga fragmentada por el desarrollo objetivo de las fuerzas productivas del capitalismo contemporáneo y, en nuestro caso, a ello se suma las divisiones y subdivisiones que vienen produciéndose en su seno. Hay que tener en consideración que sin clase trabajadora consciente, organizada y unida no hay revolución socialista.

5. La elaboración de un programa revolucionario decididamente socialista y un plan de acción unitario que contemple los elementos de transición a la construcción de nuestro socialismo del siglo XXI: la democracia social, participativa y protagónica.

A nuestro juicio, debemos abocarnos a la consecución de los siguientes objetivos históricos en esta etapa de la humanidad, que resumimos así:

* Independencia y soberanía nacional. La Constitución consagra la condición irrenunciable de la independencia y la soberanía a partir de las cuales la República Bolivariana de Venezuela no admite la sujeción a ningún poder interno ni externo.
* Autogobierno, es decir, ejercicio directo, intransferible y permanente de la soberanía popular, en lo político.
* Propiedad social, autogestión (político-administrativa) y relaciones de producción socialista, en lo económico.
* Libertad integral, igualdad de condiciones, solidaridad y ética socialista, como valores sociales y culturales cardinales que rompan con el individualismo, egoísmo, consumismo y hedonismo propios del capitalismo.
* Mundo multipolar, solidario y coexistencia pacífica que permita construir relaciones de hermandad, solidaridad y complementariedad con todos los pueblos del mundo y en consecuencia, avanzar en la organización de una internacional de demócratas y socialistas revolucionarios. Hoy, en condiciones de globalización, la revolución es planetaria o sencillamente será una caricatura reformista sometida a los dictámenes del capitalismo salvaje.

calzadillaaaa@pdvsa.com


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Agustín Calzadilla

Agustín Calzadilla, 1942, abogado UCV, 1968; fue Secretario General del Centro de Estudiantes de Derecho y ex Presidente del COMITÉ DE DEFENSA de los DERECHOS HUMANOS; ex miembro de la Dirección Nacional de la OR/LIGA SOCIALISTA; profesor jubilado de Derecho Público en la UCV; ex jefe del Departamento de Ciencias Jurídicas, Faces/ UCV; Cursos de ampliación en Derecho Constitucional; fue miembro del Consejo de redacción de la Revista POLIÉTICA, que dirigió Daniel Hernández; colaboró con el entonces Suplemento Cultural de Últimas noticias; trabajó junto a Alí rodríguez Araque, en la demanda que se introdujo contra la APERTURA PETROLERA de la Cuarta república; presentó ante la Fiscalía de la misma época, una solicitud para anulación de los Convenios de Refinanciamiento de la DEUDA EXTERNA; ha publicado trabajos y folletos sobre La Reforma constitucional, el Socialismo del siglo XXI, y temas políticos y de coyuntura. Actualmente, prepara el trabajo PODER CONSTITUYENTE Y TRANSICIÓN SOCIALISTA (Reflexiones críticas sobre el proceso bolivariano) cuyo capítulo I, está próximo a publicarse.

 aguscalza1@yahoo.es

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