En estos últimos días he estado participando en una de las actividades políticas más gratificantes y constructivas de todas en las que, en suerte, me ha correspondido compartir.
En mi barrio se han estado realizando las Asambleas para la conformación del PSUV y en ellas, a pesar de no haber una nutrida concurrencia, lamentablemente, si ha existido un espíritu de participación, de alegría, de responsabilidad, de compromiso. Poder ver a nuestras vecinas y vecinos compartiendo alegremente sus vivencias y opiniones es algo único. Ver a nuestro pueblo, hasta ayer encerrado en sus casas y votando cada cinco años, discutiendo sobre temas tan relevantes como: la sociedad que queremos, la estructura del partido y su dirección ideológica, el Socialismo del siglo XXI, etc. Realmente, es un privilegio poder vivir estos momentos y considerarse parte y partícipe de esta Revolución Bolivariana.
Llamó mi atención la discusión de un tema muy especial… El Trabajo.
En la mesa de discusión, en la que solo había trabajadores, amas de casa, jubilados y toda esa gama de seres humanos que han ido dejando los mejores años de su vida en el fragor de las arduas tareas con la que luchan por cubrir las más elementales necesidades de su familia, el tema era ese día a día sin fin que les ha permitido sobrevivir, pero no alcanzar niveles de vida acordes con las inimaginables sumas de dinero que nuestro país percibe. Ni siquiera soñar con una vida parecida al dueño de la fábrica donde deja a diario su sudor.
Es esa visión romántica y muy útil para los dueños de las fábricas según la cual yo trabajo todo el día, todos los días, para el crecimiento y desarrollo del país. Es decir, yo pierdo toda mi vida, mi salud y hasta mis sueños en las fábricas de la oligarquía para que nuestro país alcance el desarrollo. Nada importa sin en el trayecto no he conseguido ninguna mejora importante para mi, o para mi familia. Soy un héroe si muero de una enfermedad laboral porque contribuí con la patria. No importa si jamás pude tener casa propia. En fin, Yo me jodo toda la vida por la patria.
Ahora, en blanco y negro. Tengo cincuenta años trabajando por la patria de los oligarcas. Ellos viven como reyes a costa de mi sudor, de mis esfuerzos y de mi salud. Yo, y millones como yo, estamos engrandeciendo la patria que ellos van a disfrutar.
Con todos los años de trabajo que tengo encima, no estoy ni cerca de llegar a ser un empresario. La Conclusión: no se llega a millonario trabajando.
Entonces, ¿que carajo tengo que hacer para mejorar? ¿Para elevar mi nivel de vida?
Y, ¿Cómo hicieron los actuales dueños de los medios de producción para obtener sus fortunas y así convertirse en empresarios? De acuerdo a mi propia experiencia, no debe haber sido trabajando. ¿O si?
Desde mi punto de vista, todo empresario se roba el trabajo de otros hombres por el solo hecho de ser el dueño de las máquinas. Ya sea con fortunas de dudosa procedencia o legalmente heredadas (¿heredadas de quién?), yo creo que el empresario comete un acto ilícito al apoderarse de la plusvalía del trabajo de los obreros. ¿Y si el roba? ¿Por qué el estado tiene que aprobar esa injusta relacion obrero-patronal entre seres que deberían ser igualaes? Si, por ahora, tenemos la necesidad estratégica de que sigan existiendo los explotadores de seres humanos, por lo menos que el estado no los ayude en su oprobiosa tarea, que no los financie, que no les conceda prestamos, que no los considere aliados. Me molesta ver aparecer en escena a esos personajes regordetes, enflusados, con los dedos llenos de anillos de diamantes, en los actos del gobierno vendiendo una imagen de supuestos revolucionarios. ¿Donde se ha visto un revolucionario explotador, un revolucionario que paga salarios miserables, un revolucionario que humilla y veja al hombre, que evade cancelar las prestaciones sociales de un trabajador?
Perdónenme, pero jamás podré llegar a considerar como compañero de lucha a un hombre que robó a otro hombre, que robó a mil hombres para llevar un nivel de vida que constituye una afrenta para el nivel de miseria que padecen miles y miles de obreros.
Me gustaría que me explicaran como podemos convivir en una sociedad socialista, pero que alberga en su seno a los explotadores de siempre y a los eternos explotados.
Yo sueño con una sociedad donde no existan parásitos que vivan del trabajo ajeno.
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE.
avispon2021@cantv.net
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