Analizando la derrota, asignando culpas y asumiendo responsabilidades.

Chávez y los Alacranes

Analizando la derrota, asignando culpas y asumiendo responsabilidades.
Estimado camarada Hugo Chávez, llegó la hora de la reflexión, de escudriñar con detalle donde nos equivocamos todos y donde se equivocó usted como líder. Conste que esto lo digo con mucho respeto, pero también con el dolor de saber que los errores de este fracaso están todos en nuestras filas, porque era imposible que una oposición acéfala y sin propuestas nos hubiese vencido, sin el concurso de los traidores y los ineptos que pululan en el gobierno. Debemos entonces, ver la realidad descarnada y aunque nos duela, debemos tomar medidas drásticas y sobre todo usted presidente, está obligado a tomar las medidas que sean necesarias y deslastrarse de los traidores, los ineficientes y los aduladores, a quienes no les interesa la Revolución, sino disfrutar las mieles del poder. Si no lo hacemos así, este podría ser el principio de nuevas derrotas y seríamos nosotros quienes estaríamos enterrando este sueño que traemos desde la juventud y que no es otro que el de la igualdad y el bienestar para todos los venezolanos, el maravilloso sueño del socialismo.
 
Partiendo de lo que considero el principio de los acontecimientos, la primera culpa debo endosarla a usted Sr. Presidente, para explicarme deberé hacer uso de algunas metáforas que usted comprenderá perfectamente. Desde el 2004 y hasta principios del 2006, usted tenía en su casa un equipo de hombres capaces, de probada calidad política y con conocimientos suficientes para afrontar situaciones difíciles. Equipo que había sido probado en ocasión del Referendo Revocatorio de agosto 2004 y que contaba con la experiencia y la lealtad suficiente para seguir obteniendo victorias. Pues bien, el equipo que lo acompañó en esa etapa de nuestra Revolución fue diezmado, porque usted cayó en la trampa de un falso informe de seguridad, elaborado sin ninguna objetividad pero si con un objetivo, el objetivo que tenían los alacranes de dominar el Palacio Presidencial. Fue así que cometimos el primer gran error y como dicen los llaneros "cambiamos a nuestra mamá por una burra". Cambiamos a un barinés eficiente por una malcriada incapaz, dicha malcriada trajo consigo métodos fascistas al propio Palacio de Miraflores y fue entonces cuando todo se paralizó. Cientos de trabajadores fueron puestos a la orden del "Departamento de personal" y se desató una cacería contra todo lo que oliera a izquierda, todo lo que oliera a barinés y todo lo que oliera a gocho. Maximiliano internacional, fue sacado como vulgar ladrón, sin siquiera permitírsele retirar sus artículos personales. Se cumplió así, una venganza personal de la malcriada contra el francés.
Un tipo con deficiencias se convirtió en el principal asesor de la malcriada y confabulados los dos, execraron a Rin Tin Tin, uno de los más leales e incansables trabajadores de la causa revolucionaria, cambiándolo por un bisoño Mayor, que embriagado de poder, pretendía luego dar ordenes a un Almirante. Resulta que era Rin Tin Tin y su equipo, los encargados de elaborar el antídoto contra el veneno de alacrán, este trabajo les costó caro y los alacranes no solo les prohibieron la entrada a miraflores, sino también derramaron todo el antídoto que se había elaborado con tanto esfuerzo y que era para el uso exclusivo del SPRBV. La cosa no quedó allí, por ordenes del hermano de la malcriada, Rin Tin Tin fue excomulgado de la administración pública y hasta la aviadora de los enfermos cayó en desgracia y se fue con sus ojos verdes al exilio.
 
Se quedó usted sin la información procesada y analizada que requiere un Jefe de Estado para tomar las decisiones, se quedó sin recomendaciones que provinieran de un equipo político y solo le quedó una liga vieja y un grupo de 80 preocupados por los negocios y no por la Revolución.
Pasamos luego a acomodar el gabinete y algunos cambios se realizaron sin la evaluación técnica-política que se requiere para dar tal responsabilidad a quién va a fungir como ministro. Los enroques han demostrado que quién no es bueno en un ministerio, no necesariamente lo va a ser en otro, por lo que debemos dejar de premiar la ineficiencia. Cambiamos al General por la chica de Miranda y luego hubo que traer otra vez al General.
A Dios gracia y por orden superior, el deficiente asesor de la malcriada fue sacado de la casa, con el se fueron los mayores bisoños, pero uno de ellos con oficio de herrero fue protegido por el jefe de la casa y en pocos días regresó con más ímpetu a terminar la tarea fascista de acabar con todo lo que funcionara. Pero como todo lo malo cae por su propio peso, el herrero se enfrentó con la malcriada y con uno de sus raros asesores, y cayó en combate. Su protector, ex jefe de la casa se lo llevó. La Malcriada tuvo poco aguante y zozobró en uno de los viajes, pero ya el mal estaba hecho y la destrucción de la casa no era fácil de reparar.
El cabezón pasó entonces sin pena ni gloria y la casa grande quedó sufriendo de los mismos males.
 
Quienes no descansamos en la tarea revolucionaria de construir el socialismo, seguimos dando lo mejor de nuestro esfuerzo en cualquier trinchera. Fue así que nos vimos en la necesidad de replegarnos, pero continuamos haciendo nuestra tarea desde la casa de Mónica y aportando nuestros análisis por otras vías, hasta que nuevamente el hermano de la malcriada nos detectó y otra vez al exilio, aunque en esta oportunidad usted puso lo suyo.
 
En el ámbito internacional Venezuela ha tenido una actuación errática que a mi humilde entender se debe a una deficiente asesoría en política exterior, es también evidente la inexistente evaluación de las políticas públicas y el control de gestión. Pareciera que su entorno se conforma con cumplir su horario de trabajo y dejar que los alacranes hagan de las suyas.
La política comunicacional del ejecutivo descansa en los hombros del Min. de Comunicaciones, pero esta política no existe, el ministro es invisible y en la coyuntura de la Reforma se pueden contar sus apariciones con los dedos de una sola mano.
 
Puedo parecer crudo, pero los errores con el PSUV son de la total responsabilidad del Vicepresidente y la derrota electoral está ligada al fracaso organizacional del partido, donde nuevamente gobernadores y alcaldes impusieron voceros y nuevamente desalentaron y replegaron los liderazgos naturales de las comunidades, condenando a los batallones a formarse con grupos de 25 personas y que luego de la elección de voceros ya no se reunieron más. El vicepresidente pecó al no entender que cuando se habla con mentiras y con engaños el resultado es el fracaso, que es mejor decir la verdad a tiempo de rectificar, que mentir para que luego sea tarde para corregir. La mentira fue tan buena que se nombra Ministra a la chica de Miranda y se cae mas profundo en la red de los alacranes. Mientras tanto, algunos revolucionarios languidecen en un tanque de pensamiento y otros languidecen en el inexistente limbo.
Sr. Presidente, perdimos el Referendo porque la derecha endógena llamó a votar por el no, alcaldes y gobernadores jugaron al fracaso y el PSUV resultó un cascarón hecho a la carrera donde privó la cultura clientelar.
Perdimos el referendo porque Jesse chacón fue incapaz de darle un parao al terrorismo aplicado por Globovisión, y los grupos sociales actuaron tarde, esperando por el accionar del jefe de CONATEL.
Perdimos el Referendo porque la oligarquía fomentó el pánico entre la población manipulando el mercado de productos de primera necesidad y no fuimos capaces de contrarrestar su ofensiva.
Perdimos el Referendo porque engolosinados diputados envenenaron la propuesta con artículos que no estaban relacionados con la propuesta original y fueron irreversibles cuando pudieron ser magnánimos.
Perdimos el Referendo porque no se hizo el análisis adecuado de la percepción de la Reforma en todos los estratos de la población, porque Miraflores perdió su cable a tierra que era una de las labores de la UEE y porque no basta encuestar sobre la intención del voto, es necesario conocer la conciencia del voto.
Perdimos el Referendo porque era cierto que la propuesta no estaba suficientemente difundida como para hacerle contrapeso a la guerra mediática, y nuestras posiciones inflexibles no nos permitieron ver que solo el chavismo duro y militante conocia la Reforma en profundidad, sin embargo ese mismo chavismo duro no hizo el trabajo de difusión y movilización.
 
Sr. Presidente, "un solo palo no hace montaña". Si quienes le acompañan no están comprometidos con la Revolución y con el socialismo, si por razones de ambiciones políticas personales son capaces de jugar al fracaso sin importarles el bienestar del pueblo, ni el posible estancamiento del proceso revolucionario y sus repercuciones en Latinoamérica. Si no han entendido que cada vez que le mienten a usted para tapar irresponsabilidades de ellos, están arrojando una pala de tierra sobre nuestro proceso político. Entonces Sr. Presidente, está usted obligado a tomar medidas y refrescar su gabinete y su entorno, está obligado a sacudirse un poco los alacranes.
Adelante Presidente que su pueblo nunca le abandonará.
 
Marcos Perez.


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