1. MANTENGA VIVA LA INDIGNACIÓN
Verifique periódicamente si
usted es realmente de izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobbio: la
derecha considera la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el
día y la noche. La izquierda lo enfrenta como una aberración que debe ser
erradicada.
Cuidado: usted puede estar
contaminado por el virus social-demócrata, cuyos principales síntomas son usar
métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda y, en caso de
conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.
2.
No se puede ser de izquierda
sin "ensuciar" los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre.
Alégrate y comparte sus creencias y victorias. Teoría sin práctica es hacer el
juego a la derecha.
3. NO SE AVERGÜENCE DE CREER
EN EL SOCIALISMO.
El escándalo de
El capitalismo, vigente hace
200 años, fracasó para la mayoría de la población mundial. Hoy, somos 6
billones(*) de habitantes. Según el Banco Mundial, 2,8 billones sobreviven con
menos de US $ 2 por día. Y 1,2 billones, con menos de US $ 1 por día. La
globalización de la miseria no es mayor gracias al socialismo chino que, a
pesar de sus errores, asegura alimentación, salud y educación a 1,2 billones de
personas.
4. SEA CRÍTICO SIN PERDER
Muchos militantes de
izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar piojo en cabeza de alfiler.
Apartados del poder, se tornan amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores
y vacilaciones. Como dice Jesús, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no la
viga en el propio ojo. Tampoco se enganchan para mejorar las cosas. Quedan como
simples espectadores y jueces y, algunos, son captados por el sistema.
La autocrítica no es sólo
admitir los propios errores. Es admitir ser criticado por los(as)
compañeros(as).
5. SEPA
"Militonto" es
aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los eventos y
movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno de
explicaciones y los efectos de sus acciones son superficiales.
El militante profundiza sus
vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona, medita; valora de forma
determinada su área de actuación y actividades, valoriza los vínculos orgánicos
y los proyectos comunitarios.
6. SEA RIGUROSO EN LA ÉTICA
DE
La izquierda actúa por
principios. La derecha, por intereses. Un militante de izquierda puede perder
todo, la libertad, el empleo, la vida. Menos la moral. Al desmoralizarse,
desmoraliza la causa que defiende y representa. Le presta un inestimable
servicio a la derecha.
Hay arribistas disfrazados
de militante de izquierda. Es el sujeto que se engancha apuntando, en primer
lugar, a su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, busca primero
sus intereses personales.
El verdadero militante -
como Jesús, Gandhi, Che Guevara - es un servidor, dispuesto a dar la propia
vida para que otros tengan vida. No se siente humillado por no estar en el
poder, u orgulloso al estar. Él no se confunde con la función que ocupa.
7. ALIMÉNTESE EN
Es preciso la oración para
cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de la pareja, "volver a las
fuentes" para mantener encendida la mística de la militancia. Conozca la
historia de la izquierda, lea (auto)biografías, como el "Diario del Che en
Bolivia", y romances como "
uvas de
8. PREFIERA EL RIESGO DE
ERRAR CON LOS POBRES A TENER
Convivir con los pobres no
es fácil. Primero, hay la tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que
entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales.
Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es
que son pobres, o sea, personas
privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna.
Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia.
Un militante de izquierda
jamás negocia los derechos de los pobres y sabe aprender con ellos.
9. DEFIENDA SIEMPRE AL
OPRIMIDO, AUNQUE APARENTEMENTE ELLOS NO TENGAN RAZÓN.
Son tantos los sufrimientos
de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco
aparecen en la vida de aquellos que tuvieron una educación refinada.
En todos los sectores de la
sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la
corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos
por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve
una nación entera a la penuria.
La vida es el don mayor de
Dios. La existencia de la pobreza clama a los cielos. No espere jamás ser
comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.
10. HAGA DE
Orar es dejarse cuestionar
por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado
divino que nos exige nuestra conversión, esto es, el cambio del rumbo en la
vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados en una
cómoda posición de jueces de quien lucha.
Orar es permitir que Dios
subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar así como Jesús amaba,
libremente.
Autor: Frei Betto /
Teólogo brasilero