El sábado pasado 19 de abril de 2008, en el teatro municipal, fueron juramentados los equipos de trabajo estadales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), postulados por los batallones socialistas el sábado 5 y domingo 6 de abril, en ese sentido, es importante significar, la vigorosidad, que le dio a este evento, las palabras de nuestro Vicepresidente territorial andino y director de la Comisión Nacional Interna de Formación e Ideología, Alí Rodríguez Aráque, al señalar, para ello, cito algunos fragmentos que he considerado importantes: “Hoy nos reúne, entre muchos momentos especiales en la historia de los revolucionarios de este país, un momento particularmente especial, el de tomar juramento de miles de revolucionarios, que han decidido incorporarse organizadamente, en lo que está llamado a convertirse, en fuerza de vanguardia de los cambios históricos que durante décadas ha reclamado nuestro glorioso pueblo. Todos nosotros, los que estamos acá reunidos, sabemos que nos incorporamos a un partido revolucionario, no para servirnos de el, sino para servirle a el, y a nuestro pueblo. Esto es algo que debe estar profundamente sembrado en la conciencia de todos nosotros, pues, lo que ha conocido, la vieja y triste historia, de la llamada democracia venezolana, pero también de las dictaduras, es de gente sin entrañas, que llegadas al poder, o al disfrute de los partidos, que han administrado el poder, lo han tomado simplemente como vulgar instrumento para servir sus mas egoístas y miserables apetitos, que nadie, de los que aquí están sentados, que ni uno solo, de los millones de militantes del PSUV, repita esa traición al pueblo venezolano.
Vivimos un momento que merece una particular reflexión, vivimos en medio de una enorme confrontación ideológica, no solamente política, y a Venezuela, le ha correspondido el honor de ser el protagonista, en esta confrontación. Después del derrumbe de la Unión Soviética, apenas quedaba una pequeña brasa de esperanza en nuestra región, la gloriosa revolución cubana, muchos desgraciadamente, pensaron que con el derrumbe de la Unión Soviética, todo estaba perdido, que ya no había esperanza, cuando muchos creyeron eso, cuando más de uno dio el salto, y traicionó, incluso sus viejos sueños, en Venezuela ha resurgido la esperanza socialista en el mundo...Debemos cobrar profunda conciencia de lo que representa ese hecho, no solamente para Venezuela, sino para nuestro continente, y para el resto de aquellos que guardan todavía el sueño secular de redención de el socialismo; por eso no es casual, que sobre Venezuela se vuelque todo el odio, todas las campañas miserables de propaganda, en todos los titulares de la prensa del mundo, día a día, segundo a segundo, por todos los poderosos medios de comunicación, con la complicidad, por su puesto, permanente de las oligarquías internas. Es un enorme, gigantesco reto, el que tenemos por delante, en el cual no podemos salir derrotados, porque la derrota nuestra, la derrota de Venezuela, es la derrota de la esperanza de millones de seres en Venezuela y en el mundo.”
De estas palabras, extrapolamos dos ideas importantes, que se encuentran reflejadas en la Declaración de Principios, en el Programa y en los Estatutos del PSUV , la primera, es que el partido debe ser, para servirle al pueblo, y la segunda, que Venezuela constituye la esperanza de muchos para la construcción del socialismo.
En sincronización, con estas ideas, José Carlos Mariátegui, plateó a principios del siglo XX, lo siguiente:
“A Norteamérica capitalista, plutocrática, imperialista, sólo es posible oponer eficazmente una América, latina o íbera, socialista. La época de la libre concurrencia en la economía capitalista, ha terminado en todos los campos y todos los aspectos. Estamos en la época de los monopolios, vale decir de los imperios. Los países latinoamericanos llegan con retardo a la competencia capitalista. Los primeros puestos, están ya definitivamente asignados. El destino de estos países, dentro del orden capitalista, es de simples colonias. [1] ” De allí pues, la esperanza que representa Venezuela para el socialismo, en Latinoamérica y el mundo, es por ello, tanto ataque desmedido contra Venezuela y su revolución, o somos socialistas con valores solidarios, o nos resignamos a ser una colonia norteamericana.
Mariátegui, sobresale entre los marxistas latinoamericanos, debido a su importante diagnóstico sobre la realidad del continente, el cual discrepa de la teoría oficialista de Stalin de las etapas de la revolución.
La figura de José Carlos Mariátegui y su importancia para los revolucionarios latinoamericanos,y sus valiosos aportes, deben ser analizados, discutidos, criticados por todos militantes del PSUV, en los 14348 batallones socialistas y en las 1681 circunscripciones socialistas. De esta manera, se podrá obtener la conciencia y consistencia ideológica de la que tanto estamos necesitando, para ayudar a profundizar este proceso revolucionario y así ir hacia la construcción del socialismo del siglo XXI.
[1] José Carlos Mariátegui, “Aniversario y balance”, Ideología y política, Empresa Editora Amauta, Lima, 1975, pág., 248.
Patria, Socialismo o Muerte...!VENCEREMOS¡
Comisionado de Ideología y Política del Batallón Allende
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