Nuevamente y por decisión de
los asistentes a la reunión del Equipo de Trabajo de la Circunscripción Nº 2 del PSUV de la Parroquia 23 de Enero, reunidos el martes pasado, publicamos el siguiente
papel de trabajo sobre: “…un
ejercicio de gobernabilidad revolucionaria
desde abajo”, el cual apareció en aporrea.org en el mes de febrero de este
año. Una primera razón es contribuir a un debate, polémico e
inacabado, que toca la “gobernabilidad revolucionaria” en nuestro país en el
contexto de un mundo capitalista cada vez más global y con recientes señales de
una crisis que se sale de sus parámetros tradicionales. Y la segunda razón es
aportar al debate político, que incluye lo electoral y al que, necesariamente,
tienen que arribar los comandos de campañas parroquiales del PSUV junto a las
organizaciones sociales y políticas con quienes se conformarán.
Al Pueblo Bolivariano
A los Movimientos Populares
A los activistas revolucionarios
A los delegados, voceros y aspirantes del PSUV
Caracas, 15 de febrero de 2008.
Hacia un ejercicio de gobernabilidad
revolucionaria
desde abajo
1. Objetivo de este papel de trabajo
En principio queremos precisar que este escrito va dirigido al Pueblo Bolivariano, vanguardia y motor del actual proceso revolucionario en curso, pero, también y en especial, a los miles de activistas más insistentes en la profundización de los cambios, aquellos que hacen trabajo dentro de los distintos sectores del pueblo explotado y en las instituciones del Estado. Su urgente intencionalidad busca abrir una reflexión colectiva, entre los miles de luchadores sociales insertos en sus distintas expresiones organizativas sociales y políticas, dirigida a abrirnos en conjunto un espacio unitario, democrático y de ejercicio revolucionario que detenga y haga retroceder a la canalla oposicionista que en los hechos ha obtenido logros y que no cesará en su pretensión de acabar con las conquistas y perspectivas que ha impulsado la disposición de cambio del pueblo y ese liderazgo, creado por él y delegado en el compañero Chávez. Un espacio unitario de articulación y movilización que tenga dentro de sus objetivos constituir plataformas de gobernabilidad para hacer revolución, para transformar desde nuestras localidades los entornos o ámbito territoriales, para ayudar y consolidar el desarrollo de las organizaciones naturales de las comunidades: los consejos comunales, los comités de salud, las mesas de agua, los comités de tierra, los consejos de fábrica, etc., donde se planifique la acción de gobierno desde abajo, con la incidencia fundamental de los luchadores sociales comprometidos con el proceso y que hacen trabajo político y social en esos ámbitos territoriales. Un espacio de gobernabilidad revolucionaria que nos permita sincerar la situación real en nuestras localidades y en los centros donde hacemos actividad política, social, cultural, laboral, etc. Un espacio para construir unidad en la articulación y movilización, una experiencia que se gane la confianza de las comunidades populares, fabriles, campesinas, indígenas y de los sectores medios de la población para estimular la organización, mejorar la calidad de vida y donde se pueda visualizar, en cada uno de los miles de activistas sociales y políticos, un compromiso colectivo en ejercicio revolucionario, produciendo cambios, transformando la realidad, marcando las líneas mediatas y a largo plazo de un proyecto histórico revolucionario surgido de la voluntad de cambio más resuelta y ejercida por el pueblo oprimido a partir de la Rebelión de 27F- 1989.
2. Justificación
Gobernabilidad Revolucionaria implica Direccionalidad Revolucionaria
Inmediatamente después del anuncio presidencial del revés electoral del 2-D, en las afueras del Palacio de Miraflores, decenas de manifestantes chavistas, levantaban una consigna que de manera simple iba al meollo de la causa central de la derrota y que señalaba el camino de la rectificación: LIMPIEZA… MÁS REVOLUCIÓN.
Una consigna que en el fondo sintetizaba de manera exageradamente adelantada las conclusiones a las que podrían arribar los debates sobre las 3R y que en tres palabras enmarcaban la orientación programática que debería empalmar con la disposición de cambio del Pueblo Bolivariano. Un llamado directo a Chávez a revisar y limpiar su entorno con el que ejerce direccionalidad política de gobierno y que no sólo los que estuvieron en Miraflores ubica como factor responsable de la ingobernabilidad que, en profundidad, prevaleció durante el semestre anterior al referendo del 2D. De hecho, no es infundada esa opinión popular que expresa el abismo entre Chávez y el resto de quienes lo acompañan en funciones de gobierno. Quizás un poco injusta por su generalización, pero contundentemente objetiva en la experiencia que constatan las comunidades y los distintos sectores del pueblo en su relación con gobiernos locales, regionales y las instituciones del tren ejecutivo. Vamos hacia una experiencia de una década de proceso revolucionario y el primer revés electoral que nos han propinado ha objetivado una falla en curso que toca el problema principal de toda revolución: la construcción colectiva de la direccionalidad revolucionaria, prerrequisito indispensable para la construcción y ejercicio de una gobernabilidad revolucionaria. Dos tareas esencialmente necesarias y de construcción urgente por los peligros que este año 2008 avizora en la confrontación interna y que está vinculada a un contexto internacional de pronósticos reservados y que, tempranamente, empieza a asomar los picos recesivos y bursátiles de una crisis económica que el año pasado marcaba los indicios de su encubamiento.
Veamos esta cita:
“El 9 de enero el Foro de Davos publicó un Informe sobre el riesgo mundial para el año 2008. Las principales advertencias del Informe, según El Mundo de España (10-01-08) son:
1. SUBIDA GLOBAL DE LOS PRECIOS: el encarecimiento de los precios no es coyuntural. Será uno de los grandes riesgos mundiales a largo plazo.
2. REVUELTAS E INESTABILIDAD SOCIAL: los precios records y la caída de las reservas provocarán agitación e inestabilidad social
3. CRISIS MUNDIAL: aunque el principal riesgo es el Tercer Mundo, la crisis también afectará a países occidentales.
4. PROBLEMA ENERGÉTICO: el encarecimiento de la energía se agudizará mientras avance despacio la opción renovable.
5. ESCASEZ DE PETRÓLEO: la demanda de oro negro crecerá un 37% de aquí a 2030 y aumentará el gasto para reducir emisiones de efecto invernadero.
6. RECESIÓN EN EE.UU.: Si Estados Unidos entra en recesión, no habrá un sustituto evidente como motor global de la economía mundial.
7. CAÍDA DEL DÓLAR: La depreciación de la divisa dinamitará la posición geopolítica de Estados Unidos.
8. DEBILIDAD EUROPEA: Europa no podrá sustituir a Estados Unidos y el Reino Unido podría padecer una crisis financiera.
9. COLAPSO INMOBILIARIO: La caída de los precios, igual de probable en Europa que en Estados Unidos agudiza el peligro de una recesión.
10. PÉRDIDA EMPRESARIAL: el exceso de localización en Asia y en otras zonas de riesgo puede provocar importantes pérdidas en las empresas occidentales.”
… y esta otra:
“Estados Unidos ―le dije― ha comprado bienes en todo el mundo imprimiendo dólares, y sobre tales propiedades adquiridas en otras naciones ejercen prerrogativas soberanas. Nadie desea, sin embargo, que el dólar se devalúe más, porque casi todos los países acumulan dólares, es decir, papeles, que se devalúan constantemente desde la decisión unilateral del Presidente de Estados Unidos.
Las reservas en divisas actuales de China, Japón, el sureste asiático y Rusia acumulan tres millones de millones (3.000.000.000.000) de dólares; son cifras siderales. Si les sumas las reservas en dólares de Europa y el resto del mundo, verás que equivale a una montaña de dinero cuyo valor depende de lo que haga el gobierno de un país.
Greenspan, quien fuera durante más de 15 años Presidente de la Reserva Federal, se moriría de pánico ante una situación como la actual. ¿A cuánto puede ascender la inflación en Estados Unidos? ¿Cuántos nuevos empleos puede crear este año ese país? ¿Hasta cuándo va a funcionar su máquina de imprimir billetes antes de que se produzca el colapso de su economía, además de usar la guerra para conquistar los recursos naturales de otras naciones?” (Lula/Segunda Parte. Fidel Castro Ruz. 2008).
Dos citas, de dos fuentes opuestas y que reflejan la gravedad de una crisis económica en curso de inminente estallido. ¿Mañana, en un año, un lustro… una década? Sea cuando sea, la gravedad del contexto internacional y nuestra ubicación geoestratégica privilegiada requiere de toda la fuerza y protagonismo del Pueblo Bolivariano en el proceso de construcción de una direccionalidad revolucionaria y gobernabilidad revolucionaria desde abajo… casi una nueva jornada revolucionaria. Esto requiere, por supuesto, repensar el Plan Nacional en un nuevo contexto internacional de profundización de la crisis y las primordiales acciones de emergencia que se desprende de la contradicción Trabajo vs. Acumulación Privada de Capital y que toca nuestra posición privilegiada como país productor de hidrocarburos en resistencia activa frente a los planes de los dueños de las transnacionales y el gran capital internacional.
Otros agregados sobre la Direccionalidad y Gobernabilidad Revolucionaria
Hay quienes han alertado, como un sano ejercicio para la experiencia que vivimos en Venezuela, sobre la necesidad de investigar anteriores procesos que propugnaban el socialismo como modelo alternativo al capitalismo. De las caracterizaciones de ese conjunto de procesos nacionales que llegaron a agrupar varios países surgieron distintas denominaciones encontradas: Socialismo Real, Sociedades en Transición, Sociedades Poscapitalistas, Neocapitalismo, Socialimperialismo, Capitalismo de Estado, Socialismo de Estado, Estados obreros burocratizados, distorsionados o degenerados, etc.
Posiciones críticas desde la óptica revolucionaria, previas, en y posteriores a la mayoría de estas experiencias, principalmente de la exURSS y los países del Este Europeo, han producido elaboraciones sobre estos procesos que tienden ha inclinarse por:
1. Dejar saldado el debate sobre el “socialismo en un solo país” y su imposibilidad en un mundo cada vez más interconectado por relaciones capitalistas.
2. Interiorizar la lógica y metabolismo del capital con toda su carga alienante como un factor distorsionante que prevaleció en estos procesos donde fue eliminada la propiedad privada.
3. Repensar el carácter de la confrontación con el capitalismo, mucho más allá de él contra el capital, al igual que el carácter con que los sectores clasistas y revolucionarios tendrían que asumir la lucha, la construcción organizativa, su ámbito y el problema de la direccionalidad y gobernabilidad revolucionaria.
En los países llamados socialistas quedó demostrado cómo, con supresión de la propiedad privada, la lógica del capital jugó un papel indetenible en la distorsión y degeneración de esos procesos revolucionarios, hasta el punto que la burocracia sustituyó a la burguesía en ese papel que para Marx era de “personificación” del capital. La burocracia no era simplemente un sujeto “gestor” en el proceso de distribución, el cual determinaba quién recibía qué parte de la riqueza y cuándo, sino que evolucionó hacia una casta inseparable del proceso de acumulación privada de capital. Dirigía el proceso de acumulación, actuaba como “personificación” del capital y, posteriormente, sus miembros se transformaron en los grandes capitalistas, en la naciente burguesía, de los países del desaparecido y llamado “bloque socialista”.
Y vale la pena reflexionar sobre estas experiencias porque la contrarrevolución, encubada desde siempre en esos procesos, tenía que ver con el capital, con su lógica y metabolismo explotador de plusvalor no sólo económico, sino político, ideológico, cultural. De hecho la heredada contradicción Capital vs. Trabajo en esos países, a pesar de las grandes conquistas sociales que el envión revolucionario produjo, se mantuvo. No había burguesía ni propiedad privada, pero había Trabajo Asalariado. Por lo tanto había Capital:
“un poder social independiente, esto es, el poder de una parte de la sociedad, que se mantiene e incrementa a través de la compra de fuerza de trabajo. La existencia de una clase que posee solo su capacidad de trabajo es condición preliminar y necesaria del capital. Es exclusivamente el dominio de la acumulación lo que transforma el trabajo acumulado en capital” (Marx, Trabajo asalariado y capital).
Pareciera entonces, que un problema
clave de todo proceso revolucionario nacional tendría que ver con el control de
ese “poder social independiente,… que se mantiene e incrementa a través de
la compra de fuerza de trabajo”, que suma los recursos propios de toda
nación y que toca otro problema decisivo: ¿Quién controla y domina la
acumulación privada de capital y los recursos que administra el Estado: el
empresario, el banquero, el latifundista nacional y extranjero, la burocracia o
los trabajadores de la ciudad y el campo a través de sus organizaciones? Está
demás decir que todo proceso revolucionario, incluyendo el nuestro, implica una
lucha contra la lógica capitalista. Lógica que produce burguesía, pero también
una burocracia que en procesos de transición revolucionaria (de manera natural)
tiende a acumular un poder desmedido en su rol de personificación del capital.
Esto fue corroborado por la propia realidad y visualizado por Marx y por
quienes jugaron roles de dirección en procesos revolucionarios e hicieron
críticas y ejercicio de construcción de sociedades opuestas al capitalismo. De
toda esa experiencia y crítica a la Burocracia surgió un antídoto: sólo
puede ser reducida a su mínima expresión a través de una política consciente
dirigida a acelerar la transferencia de gobernabilidad y poder hacia los
trabajadores y el pueblo explotado, lo cual implica un ejercicio
consciente, no solo de control social cada vez más estricto sobre el
presupuesto nacional, el capital conformado por las inmensas riquezas del país
y sus espacios geográficos, sino también y con igual relevancia: de control
social sobre la lógica y metabolismo del capital como factor clave de la
inmensa carga alienante y cultural de la vieja sociedad que queremos superar y
que opera silenciosamente como un actor incógnito de carácter
contrarrevolucionario.
Un dato importantísimo que toca el
problema clave de quién controla la acumulación privada de capital, no sólo
nacional sino global y que es difícil de investigar porque forma parte de los
secretos de los dueños del capital mundial, está relacionado con el monto de
las transacciones que se mueven diariamente en el circuito financiero
internacional, es decir, la economía predominante en el mundo. Aunque en el
capitalismo esto es difícil de precisar, se cuelan informaciones que ese monto
supera los dos billones de dólares en denominación estadounidense, pero
lo asombroso de esto es que una parte importantísima de ese monto tiene que ver
con salario futuro de millones de trabajadores en el mundo que cotizaron toda
su vida en Fondos de Jubilaciones y Pensiones y que están sometidos al control
de los dueños de la banca mundial, quienes no sólo especulan financieramente
con salario futuro sino que reproducen la lógica perversa del capital a costa
de su opuesto dialéctico: el trabajo. Un circuito financiero internacional que
además se engulle, a través de esta misma banca internacional, los pagos
puntuales que hacen la mayoría de los países del llamado tercer mundo por
concepto de deuda externa fraudulenta, a lo que habría que agregar los
depósitos en divisas que reciben de los distintos bancos centrales nacionales
del mundo que también administran. Es urgente precisar, que en pequeño, en cada
estado nacional, esta lógica perversa del capital, el cual no tiene fronteras,
también es predominante en las economías nacionales con múltiples variantes que
se le podrían sumar, lo cual constituye el delito legalizado de un sistema
donde los pueblos explotados no tienen la más mínima salida esperanzadora
dentro de este sistema. Situación que tiende a agravarse y que amerita precisar
acciones de contingencia en lo Nacional, debido a la grosera permisividad
jurídica que se le ha otorgado a los operadores económicos del Gran Capital
para llevar la especulación financiera a términos demenciales, casi
irreversible en sus consecuencias y que coloca al mundo al borde de una debacle
recesiva
Valga lo anterior para
preguntarnos:
- Acaso no vale repensar a la luz de las experiencias pasadas eso
del Socialismo en Venezuela (en un solo país), que muchos creen que lo
están haciendo o lo pueden hacer a través de ese contrabando ideológico
que ha sido la socialdemocracia o lo que aún queda de los mentores del “socialismo
real”.
- Acaso la pertinencia del carácter mundial
de la Revolución Socialista y la construcción del Socialismo del Siglo XXI
no tiene que ver con contribuir a borrar de la faz de la tierra ese
circuito financiero internacional, que acabamos de graficar, para poder
avanzar contra el metabolismo social de varios siglos de alienante lógica
capitalista e ir mas allá, es decir, en cuanto los requerimientos de un
instrumento organizativo que sea capaz de unificar las luchas de los
pueblos y que a su vez permita generar direccionalidad en esta audaz tarea
transformadora.
- Será que es necesario ser riguroso en
definir lo que es un gobierno de carácter socialista o más bien
revolucionario y el por qué necesita de un régimen, también de carácter
revolucionario, para poder desmontar el estado capitalista, algo que
intentaremos hacer siendo ejemplo de la democracia más amplia del mundo,
pero sin la ingenuidad de descuidar la defensa del proceso, lo cual
requiere avanzar de manera práctica en la concepción del pueblo en armas.
- Será que somos parte adelantada y
consecuencia de una crisis internacional de la expresión neoliberal del
capitalismo que no ha tenido aún su pico más importante y que nuestro
proceso esté encaminado hacia una experiencia de sociedad transitoria
revolucionaria, cuya irreversibilidad depende de nuestra lucha a muerte
por restarle espacio al capital nacional y extranjero mientras empalmemos
con otra crisis cíclica en la economía mundial. Crisis que empieza a
manifestarse, que podría abrir procesos revolucionarios en el mundo
capaces de neutralizar el reacomodo histórico del capitalismo a través de
la guerra y a su vez abrir las compuertas del Socialismo del Siglo XXI.
¿Tienen
sentido estas interrogantes? Incluso, el papel político de la clase que
únicamente vive de su trabajo y que es responsable de todo lo que se produce y
mueve en este mundo vertiginosamente dinámico.
Todos
estos aspectos son parte del inmenso debate al que debemos arribar, porque baja
a tierra el problema de la direccionalidad y gobernabilidad revolucionaria.
Tarea central, colectiva, que tiene en contra elementos “sutiles”, altamente
contrarrevolucionarios, debido a que prevalece un entorno de relaciones
capitalistas que determinan la conciencia social, que reproduce burguesía y
burocracia que acumula, privadamente, capital convirtiéndose en su
personificación.
Por esta
razón, no debe extrañarnos que la contrarrevolución, de manera natural, capte
adeptos en el gobierno. Que eso del “chavismo sin Chávez” tiende a tornarse orgánico
en una parte de la superestructura del poder, porque corre por dentro de la
lógica del capital convirtiendo a hombres y mujeres, funcionarios del poder
público con incidencia en los manejos de los recursos del estado, en damas y
caballeros honorables potencialmente ganables para el bando de la
contrarrevolución. Acaso la lógica del capital no fue el catalizador principal
que hizo reversible experiencias revolucionarias pasadas, que su metabolismo
seductor contiene esa virtud satánica de transformar a hombres honestos en
truhanes y pillos de cuello blanco, quienes propenden a paralizar la justicia
revolucionaria en función de favorecer el imperante lugar común de la
corrupción y la impunidad. Acaso, no fuimos testigos este 2 de diciembre de
cómo la lógica del capital ayuda a la experiencia conspirativa del enemigo en
su tarea de horadar los hombres y mujeres del proceso.
3. Cómo lo vemos
Partimos
de que estamos en una coyuntura nada fácil. Hay tensiones que predominan en el
ámbito económico internacional, presiones que se ejercen en contra de nuestra
industria petrolera, planes conspirativos centrados en caotizar la
gobernabilidad sobre la solución de necesidades inmediatas del pueblo, además
de las distorsiones que en el campo bolivariano se producen como consecuencia
de las disputas internas que implica un año electoral. Sin ser ingenuos, en el
sentido que la coyuntura puede ser tensionada en contra nuestra y que nos
pueden llevar a situaciones de contingencia donde tendremos que cerrar filas
con todo el Pueblo Bolivariano Movilizado en el terreno de lucha que ellos
escojan, este mismo año, así transcurra en el terreno electoral, existe el
peligro real de perder espacios importantes a nivel regional y municipal,
debido a que no hubo equipos que realizaran un ejercicio de gobernabilidad
revolucionaria y, en consecuencia, eso ha levantado un descontento en las bases
bolivarianas que ha permitido ser permeadas por el discurso conspirativo. Por
supuesto, no ver esto en su justa dimensión y no actuar de manera urgente en
función de revertir esa envenenada tendencia, seria una tamaña
irresponsabilidad, casi una conducta criminal contra el proceso revolucionario,
que nos tiene que llevar a aprehender la genialidad intuitiva del pueblo en esa
línea de acción entonada inmediatamente después del referendo del 2D: LIMPIEZA…
MÁS REVOLUCIÓN.
Esto
requiere, no solo el apoyo de los hombres y mujeres más comprometidos con el
proceso revolucionario sino del concurso del todo el Pueblo Bolivariano,
fundamentalmente de su vanguardia de cientos de miles, de los más luchadores y
mas resueltos que empalmen con esta coyuntura de lucha, de caras nuevas
promovidas por el propio Pueblo Bolivariano, de cerrar filas en cada ámbito
territorial con equipos revolucionarios que garanticen la gobernabilidad desde
abajo y con todo el apoyo de las instituciones, de plataformas unitarias de
praxis revolucionaria para cambiar los entornos en los espacios de nuestra
comunidades, sean barriales, fabriles, urbanas rurales, transformando y cambiando
con el pueblo, haciendo revolución, promoviendo la unidad y la construcción de
planes discutidos democráticamente en el sector laboral, campesino, indígena y
popular para mejorar aún más y de manera acelerada la calidad de vida de los
sectores más explotados y necesitados.
Nota complementaria:
Por
supuesto, este es un papel de trabajo inacabado con el que aspiramos abrir un
debate sobre problemas centrales de todo proceso revolucionario. De hecho se
trata de discusiones abiertas donde todavía continúa la polémica, la cual debe
continuar, en el marco del más amplio debate democrático, pero vinculada
principalmente a la praxis revolucionaria. Aquí apostamos a la gobernabilidad
desde abajo, a la construcción colectiva de la direccionalidad, a alinearnos dentro
de esa contradicción aun vigente Capital vs. Trabajo con los sectores
clasistas, los explotados, los que viven, únicamente, de su trabajo y dentro de
una visión total del socialismo que implica un cambio de las relaciones
económicas internacionales, de unificar las luchas a nivel mundial y de asumir
las instancias organizativas que correpondan al peligro en que se encuentra no
solo la humanidad sino la misma existencia del planeta.
Nota final:
A manera
de propuestas que empalmen con este papel de trabajo y que corresponde al
ejercicio de direccionalidad del gobierno planteamos algunas que ya son parte
de la discusión en el campo revolucionario: Creación de una Instancia de
seguimiento de costos, precios y ganancias dirigida a controlar la acumulación
privada de capital. Nacionalización del comercio importador de productos de la
dieta básica del pueblo: nadie puede acumular riquezas trayendo leche, azúcar,
arroz, etc. del exterior. Salario Máximo: que nadie gane más que el compañero
Chávez, quién es el que mas trabaja. Asignación de viviendas a futuro bajo
contraloría social de los beneficiarios y sobre la base de un Plan de
Construcción de Viviendas que precise un inventario de tierras a nivel nacional
para desarrollo habitacional. Previsiones para la contingencia con relación al
Banca Privada transnacional que hace intermediación financiera en el país.
Aseguramiento de nuestras divisas y depósitos en el exterior ante una posible
baja aguda del dólar. Una política laboral, salarial, contractual, de seguridad
social y crediticia dirigida a asumir como aliado estratégico a los
trabajadores de la ciudad y el campo.
Suscriben este papel de trabajo
por la Parroquia 23 de Enero-Caracas:
- Equipo de Trabajo de la Circunscripción Nº 2
- Equipo de Trabajo del Batallón Nº 1 de la
Circunscripción Nº 3
- Equipo de Trabajo del Batallón Nº 9 de la
Circunscripción Nº 1
- Equipo de Trabajo del Batallón Nº 10 de la
Circunscripción Nº 4
… y los
siguientes militantes:
- Sergio Bronstein
- Yolanda Acuña B 4 /C4
- Celia Arenas B 1 /C4
- Carelys Cabello B 9 /C3
- Dalia Rivas B 4 /C3
- Crisanto Useche B 4 /C3
- Martiniano Luna B 1 /C4
- Irma Soto B 8 /C1
- Eddie Albornoz B 2 /C3
- Susana Rodríguez
- Alfredo Pacheco B 1 /C4
- Carmen Pericaguan
- Rammel
Rodríguez B 4 /C3