El Control del Fisco y de la renta debe estar orientado por un concepto que centre su atención en el contexto revolucionario de soberanía nacional.
Esta marcada dentro de dos avances: el primero de ellos, la libertad, a través de la conquista de los supremos intereses nacionales, es decir, el replanteamiento y aporte politológico del nuevo Estado-Nación, que garantice la cobertura social en salud, educación, trabajo, costos moderados, entre otros, reto planteado intrínsecamente en la nueva discusión política del Gobierno Mutuo.
El segundo, marcado por el Fisco, la retribución y la nueva conquista de espacios orientados en el desarrollo de negociaciones por intereses basados en acuerdos que no atenten contra la soberanía nacional. Esta nueva política se basa en el nuevo modelo de relaciones de poder, donde el Estado junto a sus ciudadanos conquistan un apéndice del nuevo rol de soberanía nacional.
Lo vivido en el pasado desfilado contexto nacional sumado a lo que acontece actualmente en otras naciones, con el rechazado paquete neoliberal, a sido formado por un arduo y criticado planteamiento situado desde el anti desarrollismo, realidad estancada en un viejo Estado semiparalizado por lo financiero y centrado en los acuerdos privatizadores.
Muy por el contrario, la fiscalización en este nuevo Estado fundado sobre la base de la constitución de 1999 y orientado sobre las bases teóricas del socialismo del siglo XXI y la implantación de las más modernas teorías legales inspiradas en las diversas leyes habilitantes, se retribuyen en ganancias para una población aun hoy, muy necesitadas de sus servicios y estructuras básicas para poder vivir dignamente, lo cual es la base para un Estado en revolución.
Las nuevas ventajas en soberanía e independencia rescatan espacios dentro de los novedosos conceptos de las políticas públicas, las cuales incorporan al nuevo ciudadano republicano en el concepto de ciudadanía, inspirado entre otras razones hacia lo que deben ser los buenos e integrales servicios públicos.
Sin duda el elemento que reafirmó un nuevo concepto en la fiscalización es la renta petrolera, con PDVSA se impone un nuevo modelo tributario donde la ganancia de la corporación petrolera ubicada en el quinto lugar a nivel mundial pone al descubierto reales aportes centrados en una nueva y real retribución al fisco, destinadas a las atenciones sociales y al gran desarrollo del país, con un moderno y decente desarrollo.
El modelo neoliberal sigue sellando la pobreza de países que bien podrían incorporarse a las vías de los nuevos escenarios sociales, he impulsar un nuevo concepto de comercio mundial. El gasto social demandado por sus ciudadanos despierta grandes y abismales realidades sociales.
El dar el dinero justo al fisco genera una doble propuesta, la primera en lo concerniente a cubrir las verdaderas brechas nacionales y la segunda en crear el nuevo aporte de los ciudadanos. La suerte de estos recursos, deben finalmente, estar orientados a las asignaciones de los consejos comunales, como nuevos elementos de gerencia gubernamental impulsado desde la población.
Ambas culturas tienen que desplegarse muy aceleradamente, vencer el temor de ser escurridizas, he incorporarse velozmente en las nuevas realidades y necesidades de la población, quienes están bastante entusiasmados en que sus tributos sean utilizados en sus verdaderas necesidades, las cuales son conocidas ampliamente por ellos mismos.
venezuela01@gmail.com