El Ché: Día del guerrillero heroico

Fueron momentos históricos, inolvidables que lograron motivar, para la época, a un sin número de jóvenes y que hoy, al transcurrir exactamente 42 años, sigue vigente su pensamiento, como ejemplo de lo que es y debe ser un revolucionario.

Un ejemplo a seguir. No hay duda que su vida fue de sacrificio por el bienestar colectivo y en la búsqueda constante de erradicar los males que afectaban y afectan a los pueblos del mundo.

Decía el Ché: “He nacido en la Argentina; no es un secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofenden las ilustrísimas señorías de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de cualquier país de Latinoamérica, como el que más y, en el momento en que fuera necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”.

Se recuerda en este momento aquel 8 de octubre de 1967 cuando el heroico combatiente cayó en combate en la selva de Bolivia. Resultó herido en una lucha encarnizada con soldados bolivianos, entrenados por el Pentágono y embrutecidos por el alcohol y la explotación minera y centenaria, sin capacidad de comprender lo que hacían. Al siguiente día, por decisión del gobierno imperialista norteamericano, la CIA ordenó su fusilamiento.

Es de señalar que durante la guerra de liberación nacional en Cuba, que se inició en diciembre de 1956 en la Sierra Maestra, se destacó por su valor y arrojo, por lo que llegó a obtener el grado de comandante. En 1957, fue designado Jefe de la Segunda Columna creada, la No. 4 del I Frente y a finales de agosto de 1958, jefe de la Columna Invasora No. 8 “Ciro Redondo”, después del Frente Sur y Centro en Las Villas y jefe de todas la unidades rebeldes del Movimiento 26 de Julio en esa provincia, tanto en las zonas rurales como urbanas y con la misión de integrar al resto de las fuerzas revolucionarias del territorio. Dirigió el combate de la toma de Santa Clara, tercera ciudad en importancia de Cuba, en diciembre de 1958.

Después del triunfo revolucionario, se desempeñó la presidencia del Banco Nacional de Cuba y fue titular de Ministro de Industrias. Además, estuvo en la Asamblea General de la ONU y la Reunión en Punta del Este, Uruguay. Entre sus escritos más notables se encuentran: Pasajes de la guerra revolucionaria, La guerra de guerrillas, Mensaje a la Tricontinental, El Socialismo y el hombre en Cuba.
Al llegar al año 1965 se despide de Cuba para ir a otras tierras del mundo a combatir por el triunfo de los humildes y contra el imperialismo yanqui. Ese mismo año, a solicitud de Gastón Soumialot del movimiento “Patricio Lumumba”, brinda ayuda en el Congo (hoy Zaire), al movimiento antimperialista allí fundado, donde estuvo al frente de un destacamento con voluntarios cubanos.

Hoy recordamos su vida, su historia y el de tantos otros compatriotas que en esos años se sumaron a la lucha revolucionaria en la búsqueda de la liberación de Venezuela. Entre ellos, el periodista Fabricio Ojeda, los hermanos Soto Rojas, Jorge Rodríguez, Carlos Betancourt, El Shema Saer, Magoya, Bartolomé Vielma, el profesor Lovera, en fin innumerables combatientes que se dedicaron a la lucha permanente en pro de los cambios que se requerían para nuestra patria.



gerardoramirez2008@yahoo.es


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