19-11-2007. - El Pentágono ha estado ocultando la verdadera cantidad de bajas
estadounidenses en la Guerra de Iraq. La verdadera cantidad excede las
15.000 y CBS News puede probarlo.
La Unidad de Investigación de CBS
quería hacer un informe sobre la cantidad de suicidios en las fuerzas
armadas y “presentó una solicitud según la Ley de Libertad de la
Información al Departamento de Defensa.” Después de 4 meses recibió un
documento que muestra – que entre 1995 y 2007 – hubo 2.200 suicidios
entre soldados “en servicio activo.”
Tonterías.
El
Pentágono ocultaba la verdadera magnitud de la “epidemia de suicidios.”
Después de una investigación exhaustiva de los datos de suicidios de
veteranos proveniente de 45 Estados, CBS descubrió que sólo en
2005 “HUBO POR LO MENOS 6.256 ENTRE LOS QUE SERVÍAN EN LAS FUERZAS
ARMADAS. ES DECIR 120 EN CADA UNA Y EN TODAS LAS SEMANAS DE SÓLO UN
AÑO.”
No es un error de tipografía. Personal activo y en
retiro de las fuerzas armadas, sobre todo jóvenes veteranos entre 20 y
24 años, vuelven del combate y se matan en cantidades récord. Podemos
suponer que “múltiples períodos de servicio” en una zona de guerra han
precipitado una crisis de salud mental desconocida por completo por el
público y que es negada totalmente por el Pentágono.
Si
sumamos las 6.256 víctimas de suicidios de 2005 a las 3.865 víctimas
“oficiales” de los combates de las que hablan, obtenemos una cifra de
10.121. Incluso un cálculo exageradamente bajo de cifras similares de
suicidios para 2004 y 2006, significaría que la cantidad total de
víctimas estadounidenses de la guerra de Iraq excede ahora las 15.000.
Así
es; 15.000 militares estadounidenses, hombres y mujeres, muertos en una
guerra que – hasta ahora – no tiene justificación legal o moral.
CBS
entrevistó al doctor Ira Katz, jefe de salud mental en el Departamento
de Asuntos de Veteranos. Katz trató de minimizar la ‘oleada’ de
suicidios de veteranos diciendo: ‘No hay una epidemia de suicidios en
Asuntos de Veteranos, pero los suicidios constituyen un problema
importante.”
Tal vez Katz tenga razón. Tal vez no haya una
epidemia. Tal vez sea perfectamente normal que jóvenes hombres y
mujeres vuelvan del combate, se hundan en una depresión inconsolable, y
que haya más que se suicidan que los que mueren en el campo de batalla.
Tal vez sea normal que el Pentágono los abandone en cuanto vuelven de
su misión para que se puedan volar los sesos o se cuelguen con una
manguera de jardín en su sótano. Tal vez sea normal que los políticos
sigan financiando una matanza generalizada mientras dejan de lado a las
víctimas que han producido con su indiferencia y falta de coraje. Tal
vez sea normal que el presidente persista en repetir las mismas
mentiras insípidas que perpetúan la ocupación y que siguen matando a
muchísimos jóvenes soldados que se arriesgaron por su país.
No
es normal; es una pandemia – un estallido de desesperación que es el
corolario natural de una vida en constante temor; de ver que sus amigos
son desmembrados por bombas al borde de la ruta, o que niños son
despedazados en puestos de control, o de encontrar cuerpos maltratados
tirados al lado del lecho de un río como si fueran bolsas de
desperdicios.
La erupción de suicidios es el vástago lógico
de la guerra de Bush. Los soldados que vuelven están traumatizados por
sus experiencias y ahora se matan en masa. Tal vez debiéramos haber
pensado en eso antes de la invasión.
Vea el vídeo en CBS News “Suicide Epidemic among Veterans”: http://www.cbsnews.com/stories
Fuente: http://www.informationclearingh