Caracas, 02 Jun. ABN (Aurelio Gil Beroes).- Los alzamientos militares acaecidos en el país a mediados de 1962 fueron la expresión armada de la frustración popular ante la negativa del Gobierno de Rómulo Betancourt de producir las transformaciones democráticas que esperaba el país, luego de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958.
Estas sublevaciones, conocidas como El Carupanazo (Carúpano, estado Sucre, 4 de Mayo de 1962) y El Porteñazo ( Puerto Cabello, estado Carabobo, 2 de junio de 1962) fueron la manifestación de aquel anhelo de libertad y justicia que desconoció el Gobierno de Betancourt.
Así lo manifestó a la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) uno de los líderes militares de El Porteñazo, el para entonces capitán de corbeta Víctor Hugo Morales y en la actualidad presidente del Parlamento Andino de la República Bolivariana de Venezuela.
Morales, junto con el capitán de fragata Pedro Medina Silv, y el capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez asumió el mando de dicho alzamiento.
Betancourt (Acción Democrática) gobernaba al país desde el 13 de Febrero de 1959, luego de ganar las elecciones efectuadas el 7 de Diciembre de 1958, en las que se impuso a Rafael Caldera (Copei) y al Wolfgang Larrazabal (URD),con 49,18% de los votos.
El Porteñazo se produjo casi cuatro años después de que Betancourt asumiera la presidencia.
“La motivación principal de E Porteñazo es una frustración que venía de algunos años atrás. Había una gran decepción, porque los que combatimos la dictadura de Pérez Jiménez esperábamos después de su caída, que con un período de reformas, con elecciones constitucionales y un nuevo presidente, en Venezuela cambiaría la situación”, sostuvo Morales.
Sin embargo no fue así. Muy pronto se darían cuenta del abismo que mediaba entre aquellos anhelos y las posibilidades de que se convirtieran en realidad.
“Casi al mes de estar gobernando Betancourt, ya se nota que, al menos en materia de política internacional, él no había variado en nada la línea de subordinación a la política de guerra fría que adelantaba el imperialismo, el Departamento de Estado del gobierno estadounidense”, explicó.
Tras una pausa, indicó:” Y luego en lo social, Rómulo Betancourt fue un hombre represivo, que empleó la violencia peor que el propio Pérez Jiménez. A sólo cuatro meses de estar gobernando, reprimió una manifestación de desempleados a dos cuadras de la Plaza Bolívar, en Caracas, con saldo de cuatro muertos y una decena de heridos”.
Víctor Hugo Morales recordó que durante el Gobierno de Betancourt el desempleo se acentuó porque muchas de las obras que había iniciado Pérez Jiménez no se continuaron.
“De allí en adelante vino una cascada continua de represión, muertes, calabozos y campos de concentración, de tal modo que para junio de 1962, fecha del alzamiento militar, por las cárceles de Venezuela habían pasado miles de personas: estudiantes, intelectuales, obreros, amas de casa, militares', dijo.
Asimismo, subrayó: 'Era una situación intolerable y explosiva; y eso fue lo que nos llevó a tomar la acción de Puerto Cabello, que jamás nosotros lo hubiéramos hecho si los cambios que se esperaban después de la dictadura del General Pérez Jiménez, se hubieran producido”.
¿Había alguna vinculación entre el movimiento que ustedes lideraban y los militares que un mes antes, en Carúpano, se levantaron en armas?
'Había una vinculación íntima. De hecho ambos levantamientos debieron estallar simultáneamente, pero la impaciencia de algunos en Oriente precipitó los acontecimientos y el levantamiento de Carúpano fue liquidado en 24 horas', afirmó.
De igual modo, el presidente del Parlamento Andino de la República Bolivariana de Venezuela expresó su satisfacción por el comportamiento del pueblo de Puerto Cabello, aquel 2 de Junio de 1962: “Una de las cosas que nosotros más admiramos del pueblo de Puerto Cabello fue la forma espontánea como ellos acudieron a solicitarnos armas para sumarse a la lucha. Fueron miles los estudiantes, trabajadores y mujeres que se incorporaron al combate”.
También resaltó la generosidad de cientos de familias que dieron protección a numerosos soldados heridos y refugio a los perseguidos y combatientes.
“Fue un comportamiento heroico como lo ha demostrado siempre Puerto Cabello a través de la historia”, aseveró.
¿Cuál es la significación histórica que usted le atribuye a El Porteñazo?
'Efectivamente, el Porteñazo definió la política del puntofijismo y del imperialismo con respecto a Venezuela, en todo este tiempo. Y se nota, sin investigar mucho en la historia, que 47 años después tiene vigencia y que el pueblo busca conocer las razones y los antecedentes que dieron origen a ese acontecimiento', manifestó.
Morales destacó, particularmente, el influjo de este hecho histórico en la institución militar venezolana, “donde prendió un ánimo de comprensión de que era necesario un cambio”.
Advirtió que estas acciones de rebelión popular se verán reflejadas, décadas después, en el histórico Caracazo, registrado el 27 de febrero de 1989, y refiere que “esto también influyó en los militares que el 4 de febrero de 1992 insurgieron y llevaron en alto las banderas de la Revolución Bolivariana, con la figura cimera de Hugo Rafael Chávez Frías”.
Asimismo, expresó: 'Siempre un hecho como éste forja caminos, abre caminos y el recuerdo y el ejemplo, sobre todo por ser un hecho tan reciente, influyen inevitablemente en cualquier acontecimiento, más aún si se trata de una revolución dentro de las fuerzas armadas”.
Al estallar la rebelión de la base naval de Puerto Cabello, en la madrugada del 2 de junio de 1962, el Gobierno y el alto mando militar, enviaron a la zona, al comandante de la IV División del ejército, acantonada en Valencia, coronel Alfredo Monch, para someter a los alzados.
¿Es cierto que las fuerzas leales al Gobierno que enfrentaron la rebelión y que comandaba el coronel Alfredo Monch, actuaron indignamente?
'Sí y eso ocurre porque Betancourt y el alto mando militar estaban desesperados por lo que estaba pasando, ya que apenas un mes antes había tenido lugar el alzamiento de Carúpano. Ellos sabían que había mucha gente implicada en esas guarniciones y la orden de Betancourt fue liquidarlos en el menor tiempo posible, fuera como fuera', sostuvo.
Igualmente, relató: “Y por eso utilizaron un número tan grande de tropas y elementos bélicos de todo tipo: los blindados, la artillería, loa aviones, los buques de la Armada. Fue una guerra total ( más de 400 muertos y centenares de heridos).
Al final de la entrevista, el diputado y capitán de corbeta, en situación de retiro, Víctor Hugo Morales, deja este anhelo: “Que el ejemplo que dio Puerto Cabello y el ejemplo que dieron los compañeros del 4 de febrero de 1992, se prolongue y que siga así, porque forma parte de la tradición de lucha del pueblo venezolano por lograr su independencia, no sólo de un poder colonial, sino de otros factores que, internamente, conspiran en contra de la felicidad de nuestros pueblos y en contra del disfrute de sus riquezas”.