¨¡Viva la justa lucha de los trabajadores de SIDOR!¨

Corriente Marxista Revolucionaria se pronuncia por la situación en SIDOR

Foto de archivo: 6to congreso de la cmr

Foto de archivo: 6to congreso de la cmr

Credito: PCMR

La Corriente Marxista Revolucionaria, que hace vida en el PSUV y tiene una activa militancia en el ámbito laboral y comunitario en varios estados del país, envió a Aporrea una comunicado publico expresando sus opiniones en torno a la situación de la lucha que están llevando adelante los trabajadores sidoristas en el Edo. Bolívar. En el mismo, expresa su solidaridad con los trabajadores y exhorta al gobierno a escuchar a los trabajadores que a lo largo de todo el país están luchando contra los despidos y violaciones laborales. A continuación, el comunicado:




Por los derechos de los trabajadores y un verdadero control obrero que sirva para defender el legado de Chávez y completar la Revolución

Contra cualquier amenaza o represión a los trabajadores que sólo ayuda a los enemigos de la Revolución

La lucha de los trabajadores de SIDOR y de las empresas básicas es una oportunidad y un reto para todos los que apoyamos la revolución bolivariana. La nacionalización de SIDOR fue una conquista del proceso revolucionario y representó una victoria popular para el gobierno bolivariano y el proceso revolucionario. El comandante Chávez supo ver más allá de la campaña de distorsiones y mentiras de la burguesía y de la quinta columna burocrática, que en aquel entonces, al igual que hoy, intentaron presentar a los trabajadores de SIDOR como contrarrevolucionarios, escuálidos, tirapiedras, etc., y decidió atender las reivindicaciones de los trabajadores. El resultado de la nacionalización fue que durante los días inmediatamente posteriores al anuncio de la misma, la producción aumentó. El ambiente de entusiasmo revolucionario entre los trabajadores, de sentir que el gobierno revolucionario les escuchaba y atendía sus justas reivindicaciones, llevó aparejado un incremento en la productividad no visto en años.

Como resultado de la nacionalización de SIDOR y otras empresas básicas como las briqueteras, etc., el Presidente Chávez, entusiasmado por la respuesta de los trabajadores, planteó con mayor intensidad que nunca hasta ese momento la necesidad del control obrero y de que los trabajadores tuviesen el máximo poder y capacidad de decisión en esas empresas. A partir de ese momento, los enemigos de la revolución: la burguesía, el imperialismo y la quinta columna burocrática enquistada en las instituciones del Estado vieron el peligro que eso representaba para sus manejos y poder. Muchos de ellos tenían años haciendo negocios: desviando al mercado internacional o simplemente contrabandeando a los países fronterizos los productos derivados del acero, como las cabillas, los tubos, etc., que debían ser destinados a las necesidades de la población venezolana, llegando a acuerdos a espaldas del pueblo venezolano con distintas multinacionales, etc.

Desde el primer día de la nacionalización de SIDOR estas mafias formadas por empresarios privados, burócratas corruptos y las empresas transnacionales se dieron a la tarea de sabotearla, así como al resto de empresas públicas del sector, para evitar que el control obrero pudiese ser una realidad. Claro que en SIDOR existen mafias, pero no son precisamente las organizaciones sindicales ni los colectivos obreros a que se refiriera Diosdado Cabello, que han venido defendiendo y saliendo una y otra vez a la calle en apoyo a la Revolución Bolivariana –incluso cuando han estado en lucha por sus reivindicaciones. En plena guarimba los trabajadores de SIDOR y otras empresas básicas se enfrentaron a los guarimberos y los disolvieron. Por cierto, la falta de apoyo por parte de la gobernación de Bolívar y otras instituciones del Estado puso en peligro la vida de los trabajadores que se enfrentaron a los fascistas. Como siempre planteó el comandante Chávez, la clase obrera sidorista y de toda Guayana, así como sus herramientas de lucha (sindicatos, movimientos de trabajadores, consejos de trabajadores, etc.), han sido y son punta de lanza imprescindible en la lucha por el socialismo.

Desde la CMR defendimos desde el primer día de la nacionalización de SIDOR que la designación de presidentes y directivos que eran hasta ese momento trabajadores no representaba todavía, ni mucho menos, el control obrero, aunque reconociéramos que ello era un paso que mostraba la voluntad del gobierno en aquel momento de hacer cambios en el modelo de gestión y mirar hacia la clase obrera. El control obrero pasa necesariamente por la elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos de dirección de la empresa por los trabajadores, la apertura de los inventarios, libros de cuentas, etc., a la inspección de los trabajadores y que la asamblea de trabajadores, junto al resto de la clase obrera y con la participación de voceros también del pueblo revolucionario organizado, participe en la gestión de la empresa. Este modelo, además, sólo puede funcionar si se extiende al conjunto de la economía y del Estado, desarrollando así la gestión y administración directa de la economía y del Estado por parte de la clase obrera mediante delegados elegibles y revocables en todo momento, donde ningún cargo público cobre más que un trabajador calificado y todos estén obligados a rendir cuentas periódicamente ante las asambleas de trabajadores por áreas de producción, y del conjunto de cada empresa.

Esta es la única forma de acabar con la corrupción, el sabotaje, las mafias, etc., y de aumentar la productividad de las empresas. Al mismo tiempo, el control obrero, la administración obrera y la lucha por el socialismo deben ir unidos a la mejora en los derechos y beneficios de los trabajadores, tanto en el aspecto social como salarial, en seguridad, etc.

Los problemas de SIDOR y las empresas básicas no son responsabilidad de los trabajadores, ni mucho menos resultado del control obrero (que por desgracia nunca ha llegado a existir como tal), sino de la falta de inversiones necesarias y de la nefasta gestión de la burocracia al frente de la misma, problemas a los cuales también han contribuido el mantenimiento de la estructura burguesa de la empresa y el sabotaje conjunto de la burguesía (nacional e internacional) y la quinta columna burocrática. Mientras esa gestión burocrática y esa estructura capitalista se mantengan la productividad no se recuperará y, por el contrario, se facilitarán los planes de la burguesía y la quinta columna burocrática para acabar con cualquier embrión de poder y organización de los trabajadores (sindicatos, consejos, asambleas, etc.) y mantener el control absoluto de la empresa para sus corruptelas.

Sólo la movilización de los trabajadores, como ya ocurrió cuando se conquistó la nacionalización puede derrotar esos planes capitalistas y contrarrevolucionarios. Para que esta movilización sea exitosa los trabajadores deben aplicar las lecciones de la lucha de 2008 y estos últimos años. Basarse en la movilización masiva, buscar el apoyo de las masas populares y, en primer lugar, del conjunto de la clase obrera y las bases revolucionarias de Guayana y del resto del país, vinculando sus justas reivindicaciones salariales y sociales con la necesidad de defender y completar la Revolución, reivindicando el legado revolucionario de Chávez, y avanzando decididamente hacia el socialismo.

Las declaraciones de altos dirigentes del PSUV, con el diputado Diosdado Cabello a la cabeza, criminalizando, descalificando e incluso amenazando a los trabajadores de SIDOR, ya no digamos la toma de cualquier acción represiva contra su derecho a organizarse y movilizarse para defender su derechos laborales, representa un gravísimo error que todo verdadero socialista, chavista y revolucionario debe rechazar. De no ser rectificado inmediatamente, este camino sólo contribuirá a debilitar la confianza y la moral de las masas revolucionarias.

Aceptar las calumnias que lanzan los contrarrevolucionarios contra los trabajadores de SIDOR, caer en la misma lógica que plantean los capitalistas cuando pretenden vincular los derechos de los trabajadores a los beneficios desde un punto de vista capitalista, etc. facilita los planes de los enemigos de la Revolución: los capitalistas, las mafias empresariales, los burócratas corruptos, etc. Ellos son quienes han llevado a SIDOR a su actual situación de semi parálisis y quienes, si se sigue debilitando el poder de los sindicatos y la organización de los trabajadores, en cuanto puedan intentarán echar para atrás el legado revolucionario de Chávez, planteando la eliminación de cualquier participación real de los trabajadores, atacando los derechos de éstos e, incluso, planteando en algún momento la privatización total o parcial y la desnacionalización. Pero esta posible evolución de los acontecimientos no es en absoluto inevitable. La clase obrera y el conjunto del pueblo revolucionario, con nuestros partidos y organizaciones al frente: el PSUV y el GPPP, la CBST, la UNETE, los sindicatos clasistas y consejos de trabajadores, estamos más firmes que nunca en la convicción de que es necesario construir el socialismo. Pero ello sólo es posible manteniendo a SIDOR y al resto de la CVG y empresas conexas nacionalizadas pero colocándolas, además, bajo la administración directa de la clase obrera y extendiendo este modelo socialista al conjunto de la economía mediante la nacionalización de la banca y las grandes empresas bajo gestión directa de los trabajadores. Sólo así es posible derrotar la ofensiva de los capitalistas y la quinta columna burocrática contra la Revolución, acabar con las contradicciones capitalistas en la economía que generan la inflación, el desabastecimiento, etc., y garantizar que se satisfagan las necesidades y los derechos de los trabajadores y el pueblo.

¡Viva la justa lucha de los trabajadores de SIDOR!
¡Viva la heroica clase obrera venezolana!
¡Viva la revolución socialista!


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