30 de Mayo.- Estos días aciagos que estamos viviendo, ameritan del aporte y las acciones de las mujeres y los hombres que queremos superar esta agobiante situación. La conducción de un proceso de transformaciones como el venezolano y latinoamericano, no requiere ni de soberbios y mucho menos de sectarismos. Todo lo contrario, se requiere, además de poseer un enorme sentido de la crítica y autocrítica para corregir los errores, una gran inteligencia táctica y estratégica y la más amplia participación democrática de todos los sectores de la sociedad para ayudar a construir una salida; tal como siempre lo hizo el Comandante Chávez. Sólo así, estamos seguros, podemos superar esta situación crítica que atravesamos.

Ante el mal momento que hoy resistimos, crece la injerencia y las presiones internacionales así como el saboteo de parte de las burguesías locales. Esto viene produciendo un cambio en la correlación de fuerzas a nivel continental: la derrota del peronismo en Argentina, suspensión de la presidenta Dilma en Brasil y el empeño por cualquier vía para salir de Nicolás Maduro, han abierto ese camino. Como contradicción política, esto está sucediendo en medio de una profunda crisis del capitalismo mundial, ese mismo capitalismo, que esos gobiernos habían jurado transcender. Crisis que afecta el mercado petrolero, por ende golpea directamente a nuestro país. Los precios, aunque han tenido una débil recuperación, continúan afectados por las estrategias de las fuerzas aliadas del imperialismo en la OPEP. Esta crisis mundial, contrariamente a lo que la dirigencia chavista dijo en su momento, nos ha golpeado duramente.

La inflación, la escasez, la recesión, la especulación, la corrupción, el bachaqueo, el ataque a nuestra moneda, la crisis eléctrica, la delincuencia organizada y demás flagelos sociales y económicos, siguen destruyendo el salario y la esperanza de la población. Las consecuencias de las indecisiones y retrasos en decisiones fundamentales en lo económico, las siguen pagando los más pobres. Los enfermos no consiguen sus medicinas. Todavía no se ve un camino seguro hacia la recuperación económica. Las medidas del gobierno se orientan más a jerarquizar el pago de la deuda externa mediante nuevas deudas; llegan a acuerdos con el empresariado, siendo que ellos, están desarrollando un paro de inversión, haciendo que empresas estén paralizadas o semiparalizadas; pero se olvida de reunirse con los sindicatos y no toma en cuenta las propuestas de los trabajadores; suscriben pactos económicos con transnacionales que, en el caso del Arco Minero, pone en peligro importantes ecosistemas.

En la misma medida que crece el drama económico y social, continúa la escalada de ataques, desafíos y provocaciones entre los dos bandos en pugna. La oposición, al parecer, vuelca su táctica al referendo revocatorio, y centra su ofensiva allí, y en las presiones internacionales, guardando bajo la manga sus otras cartas no muy constitucionales. Sin embargo, el Partido-Gobierno ha hecho repetidas manifestaciones negando la posibilidad del referendo, en absoluto o por lo menos para este año. Ello aumenta las tensiones, que han sido consideradas por diversas iniciativas internacionales, desde las amenazas de la derecha continental en la OEA, hasta los mensajes y misiones de políticos de varias nacionalidades y hasta enviados del Vaticano, todo para promover un diálogo.

En la Constitución todo; sin ella, nada.

Consideramos que el referendo es una institución participativa incorporada en nuestra Constitución por iniciativa del propio Comandante Chávez, como demostración de su espíritu democrático, que es el que anima todo su proyecto de socialismo del siglo XXI. No puede equipararse la decisión de impulsar este canal constitucional, con un golpe de estado. Deben, por supuesto, cumplirse todos los pasos legales y reglamentarios, bajo la vigilancia de representantes de todos los sectores políticos. Así, tienen que realizarse también las elecciones de gobernadores como está previsto para este año. Hay que preservar la legitimidad de todas las instituciones, y no empañarlas con decisiones que las pongan en tela de juicio.

El chavismo, con la enseñanza del Comandante Chávez, debe continuar desarrollando las formas de lucha sociales y políticas previstas por la Constitución. Aferrarse a la Constitución es el mejor antídoto a las tentaciones despóticas, militaristas o aventureras, en fin contrarrevolucionarias, que pretenden descalificar como simplemente “burgueses” los mecanismos democráticos, cuando se trata de una conquista de nuestro pueblo, en el marco del proceso revolucionario bolivariano. El chavismo, como movimiento popular, social y político, va más allá de la dirigencia circunstancial que actualmente está hoy en su cabeza del Partido-Gobierno. Trasciende los evidentes errores, incapacidades y hasta corrupciones que ya se han hecho evidentes, y que hoy estamos pagando todo el pueblo. El chavismo es un proyecto de socialismo de democracia directa, popular, participativa y protagónica; no un simple militarismo populista, que termina burlando la confianza popular como ha ocurrido tantas veces en la historia de América Latina.

La única manera de enfrentar la crisis social, económica y política, garantizar la trascendencia del chavismo y preservar sus logros y legados, es aferrarse a la constitución y, no limitando los derechos democráticos; es ser eficaces ante los problemas que presenta hoy la económica y la inseguridad, a la cual el Partido-Gobierno todavía no ha hallado la manera de enfrentarlos eficazmente; es, no delirar con supuestas “guerras continentales” que se daría, provocadas por intervenciones imperiales, en donde derrotarían a la oposición y recuperarían el apoyo mayoritario del pueblo. El contenido democrático del chavismo debe recuperarse. Ese es su auténtico “renacimiento”. El legado de Chávez no es un simple ritual lleno de clichés que enmascare a una cúpula militar y civil que haya usurpado el poder popular.

Ante el panorama antes descrito, todos y todas los que queremos tener una patria democrática, libre e independiente; las y los que hemos luchado por llevar adelante este proceso por la senda de la revolución; nosotros y nosotras que hemos puesto la esperanza en el socialismo del siglo XXI, de forma irreverente como lo supo hacer Chávez, tenemos que alzar nuestras voces, seguir con nuestros sueños y propósitos. Asumamos los retos y compromisos que tenemos en el presente: juntarnos, unirnos y constituir entre todas y todos, un gran frente o movimiento nacional y continental que derrote tanto al capital y a sus representantes como a la burocracia enquistada en las instituciones del Estado. Todos ellos son un obstáculo para garantizar las libertades democráticas, defender los beneficios sociales ya alcanzados y lograr nuevas reivindicaciones, avanzar el proceso revolucionario y conquistar el socialismo del siglo XXI.

Por Marea Socialista L.O:
Christian Pereira, Sec. General del Sindicato de Trabajadores de FCA Chrysler y Presidente de la FUTAAC
Ali Mora, Sec. General del Sindicato de Trabajadores de Phizer
Stalin Pérez Borges, Asesor de la Federación de Trabajadores Automotrices FUTAAC
Cesar Camacaro, Directivo del Sindicato de Trabajadores de Filtros WIX
Orangel Medina, Directivo Sindical de Trabajadores de Negroven
Osman Cañizales, Directivo del Sindicato SINDECONSEC (Construcción)

Henry Ospina, Directivo Sindical de los Trabajadores de FCA Chrysler

Jesús Vargas, Directivo del Sindicato SINDECONSEC (Construcción)

William Ruiz, Directivo Sindical de los Trabajadores de FCA Chrysler

Ismael Hernández, Responsable de Marea Socialista LO, Carabobo.
  Por Grupo Pensamiento Crítico:
Jesús Puerta, Profesor, Doctor en Ciencias Sociales (UCV), Profesor UC, Escritor
Orlando Zabaleta, Editor, Escritor
Gustavo Márquez, Ingeniero, Ex ministro y Ex embajador (período Chávez)
Ezequiel Aranguren, Empresario de Medios de Comunicación
Nelson Suárez, Profesor de Educación Media y Ambientalista