La Asamblea Nacional inició ayer una jornada en el área metropolitana para entregar a la población ejemplares de la reforma constitucional presentada por el presidente Hugo Chávez al parlamento.

El operativo se extenderá a todo el país, para que todas las venezolanas y venezolanos puedan conocer el texto de la reforma, que será discutido en la plenaria de la cámara en la sesión del próximo martes.

La idea es, según explica Darío Vivas, diputado a la Asamblea Nacional, “bajar al nivel más local todo lo que es el conocimiento, el debate, las reflexiones sobre la reforma. Puedo asegurar que no se va a quedar ningún ciudadano sin conocer los contenidos de esta propuesta”.

En palabras de Deirée Santos Amaral, Primera Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, la mejor manera de apoyar esta reforma es “estudiándola, difundiéndola, multiplicándola, discutiéndola y aclarando cada duda que pueda surgir en cualquier sector de la población. Esta propuesta de reforma es más democracia social, más democracia política y más democracia económica. Es socialismo: y socialismo es más democracia”.

Las personas reunidas en torno a la Asamblea, donde se comenzó el operativo, se mostraron felices por la oportunidad, y conscientes de vivir un momento histórico.

“Hoy me siento más orgulloso de ser venezolano” afirma un encuestado, Francisco Azulda, de la Fuerza Bolivariana de Taxistas. “La propuesta le está dando poder al pueblo, que es lo que Venezuela requiere, salir de abajo hacia arriba”. Algo con lo que coincide otra encuestada, Jhanet Carrillo: “El presidente lo que quiere es que el pueblo se organice y transferirle el poder. Estoy feliz y contenta”. Carolina Contreras también apoya el proceso recién abierto: “La verdad que en líneas generales estoy de acuerdo, sería un gran avance dentro de la democracia venezolana la aprobación de esta reforma”.

Sobre las diferentes propuestas, agrupadas en la reforma de 33 artículos que será sometida a debate, hay diversas opiniones. Una de las más polémicas, la reelección presidencial continua, es abordada por los presentes. “Es el pueblo el que va a decidir si lo deja continuar o no. Acordémonos que Venezuela es el único país a nivel mundial que tiene referendo revocatorio a nivel del presidente, entonces no sé por qué tanto problema con eso” opina Carolina Contreras.

Los presentes no olvidan que, como parte del pueblo, en este proceso son y deben ser protagonistas. “Claro que estoy de acuerdo [con la reforma]” afirma Raúl Páez, “pero tiene que ser discutida en el pueblo, para que el pueblo sepa cuáles son las reformas, para que estemos todos de acuerdo y luego no vengan controversias inútiles”. Jhanet Carrillo sostiene que los venezolanos y venezolanas tienen -ahora- la capacidad de analizar: “el pueblo ha madurado, se ha educado políticamente y nosotros como pueblo tenemos la potestad”.

Como ejemplo de esta voluntad y entusiasmo por participar en el debate abierto, en la Parroquia Sucre de Caracas, los consejos comunales y los aspirantes al PSUV de la zona se instalaron, también en sesión permanente, para comentar, debatir y aportar su visión a la reforma. “Aprovechamos estos espacios para poder discutir este proyecto” explica el organizador, Francisco Ochoa.

Los asistentes explican su presencia en el evento. “El pueblo debe estar en la calle discutiendo si está o no de acuerdo con esta reforma” afirma uno de los asistentes, Richard Argüello. “Todos han asistido a la convocatoria” complementa otra asistente, Jesusita Figueroa, porque “hay mucha gente que todavía no sabe lo que quiere decir la reforma, por eso vamos a recibir un taller para después ir casa por casa y darles a conocer todos los detalles, artículo por artículo”.

El pueblo se siente protagonista, y exige ese protagonismo. “Las otras constituciones que se han tenido en Venezuela no se le han consultado al pueblo, siempre se hacían en grupitos que defendían sus intereses” recuerda uno de los presentes en la discusión, Ramón González. “Esto es importante. Los venezolanos tenemos que convertirnos en legisladores, crear nuestras leyes de acuerdo a nuestras necesidades, porque si no estamos fritos. No vamos a esperar a que [el presidente] las proponga para que entonces nosotros la aprobemos: vamos a proponerlas nosotros”.