Quienes opriman primero el botón nuclear, saben que cometen suicidio

El compañero Comandante Fidel Castro desde tiempo atrás en sus importantes reflexiones viene advirtiendo al mundo, sobre el inminente peligro de los afanes  demenciales de la cúpula gobernante de los EE.UU. a la cabeza del Presidente Obama, por usar a su engendro más eficiente Israel, para que oprima el botón nuclear y así desencadenar una guerra, utilizando como pretexto las posiciones firmes de Irán y Corea del Norte, dos naciones que se resisten a ser títeres del imperio norteamericano.

No es nada extraño que el imperio en sus planes permanentes de amedrentar y sojuzgar, para someter al mundo y así mantener su sistema enfermizo de depredación de los recursos naturales y su desenfrenado consumismo, recurra  una vez más a esas actitudes perniciosas de la guerra, que nos puede costar la existencia del planeta y por ende de todas las especies.

Sería  una calamidad que los EE.UU.  nuevamente vuelva a repetir lo que ya hizo el año 1945, cuando lanzaron la bomba atómica en Hiroshima  que costó aproximadamente más de 150.000 muertos, el 6 de agosto de ese año y luego el día nueve del mismo mes, arrojaron otra Bomba contra la población de Nagasaki, donde se dice que también murieron aproximadamente más de 80.000 personas, y a eso hay que agregarle los efectos radioactivos que mató y  enfermaron al 80 por ciento del resto de los ciudadanos de esas dos ciudades japonesas y sus aledaños.

Esas cifras numerosas de muertes en pocos segundos o minutos por la forma destructiva de esa arma mortal invento de los norteamericanos, que   el mundo aún recuerda  los horrores y las  secuelas de todo lo que ocurrió en esas ciudades , fue un acto criminal y genocida y que hoy es superado en barbaridad y cantidad por otros desastres recientes como Vietnam, y en el presente como es el millón y más de muertos que ya ocasiona la invasión a Irak y otros tantos miles de víctimas en Afganistán sumándose a este rosario de ira imperialista , la invasión sostenida del sionismo fascista Israelí en contra del pueblo Palestino. Oficialmente se dice que  en todos estos hechos canallescos los invasores sólo “utilizan armamento convencional”, a pesar de las denuncias no escuchadas por las ONU, de que  se está manipulando en las agresiones, uranio empobrecido, fósforo blanco y otras armas de destrucción masiva.

Desde Hiroshima y Nagasaki, crimen de lesa humanidad aún impune cometido por los EE.UU. Hoy continúa en su viejo plan de dar lecciones de advertencia y escarmientos a través de sus ataques “preventivos”. Pero el mundo ya no es el mismo, los pueblos son más conscientes y saben que está ocurriendo a cada momento, el adelanto de las comunicaciones hace posible estar al tanto al minuto de cualquier acontecimiento allí donde ocurra. Ahora existe algo muy diferente en lo que respecta a la tenencia de armamento nuclear, y es que no sólo los norteamericanos tienen la bomba atómica, la tienen otros países también, entre los cuales hay una serie de contradicciones y desconfianza y además en la pugna permanente por la “supremacía” del mundo. Además el imperio debe saber que “no hay enemigo pequeño”.

Sí, es verdad que el peligro también es mucho más grande, pues hoy día es salvaje el arsenal atómico que poseen entre todos esos países, que se apuntan principalmente entre ellos unos contra del otro y que si se llegará a desencadenar una guerra nuclear a gran escala, ya estamos advertidos por la experiencia del pasado, de que nadie quedará para contar esa historia de un desastre nuclear global, salvo “dicen” que sobreviran los escorpiones y las cucarachas, lo  cual no tiene importancia.

Resumiendo algo tan simple que todos lo sabemos y es  que, quien se atreva a desencadenar  un ataque nuclear, sea por el motivo o causa o pretexto que fuere, con ataques “preventivos”, “defensivos” o ataques “ofensivos”, estará firmando su sentencia de muerte no sólo de él, sino de todo el planeta y todos sus seres vivientes. Porque es seguro que los agredidos indudablemente responderán, con todo derecho en la misma proporción, ya  no estamos   en el tiempo de Nagasaki ni de Hiroshima.

Ante ese futuro incierto, solamente los pueblos a una sola voz en protesta y lucha permanente con todas las armas posible, en las fabricas, en las ciudades, en el hogar, en el campo, en las universidades, en las escuelas, en los cuarteles etc.etc. Debemos hacer consciencia de este peligro y acusar permanentemente a sus responsables y hacer todo lo imposible por lograr frenar, esa carrera desenfrenada  del capitalismo global y su brazo armado el imperio norteamericano  y sus satélites.

El pueblo norteamericano como el menos informado y el más incauto sobre este riesgo, deberá hacer su parte y además darse cuenta que no están a salvo de un desastre nuclear, ellos también están en un peligro inminente, pues no quedará en pie ni siquiera su famosa estatua de la libertad.

Sigamos creyendo en los pueblos y en sus luchas, y  que salvo la desesperación desmedidas de  quienes tienen las armas de destrucción atómica, no se apretará el botón nuclear de destrucción total, pero es seguro que el imperio norteamericano  y su aparato de muerte la OTAN, seguirán  invadiendo países a nombre de la “libertad”,”la democracia” y la “prosperidad” mediante sus “ataques preventivos” con sus “armas convencionales”, lo que también es criminal. Pero en ese caso, la historia tendrá que continuar y habrá mucha tela que cortar, hasta que los pueblos en rebelión constante logren alejar definitivamente, mediante la liberación del mundo de los peligros que acechan  a la humanidad y el planeta de una destrucción total. DETENER HASTA DERROTAR EL CAPITALISMO, ES SALVAR AL PLANETA Y A LA HUMANIDAD. 

 
(*) Es ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB) 

josejustinianol@hotmail.com




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