Globalización neoliberal

El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Se globalizan la información y las corrientes financieras, pero no los derechos de la gente, ni el desarrollo humano, ni el bienestar. Este conocimiento de la desigualdad, una vez referido a la propia situación de carencia de bienes y servicios básicos, es generador de a nivel mundial sea nada menos que 3.000 millones de seres humanos pueden sufrir hoy en el mundo este sentimiento de injusticia, de la llamada aldea global, la del crecimiento sin “chorreo”. Los 10 países más ricos del mundo, según PIB per cápita ($) son: Luxemburgo, Qatar, Bermudas, Noruega, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Singapur, EE.UU, Irlanda y Guinea Ecuatorial (Fuente: Mapas del Mundo).

El desplome de buena parte del sistema financiero mundial y la crisis del modo de producción capitalista son asuntos centrales de los pobres: exigencia de eliminar los grandes organismos multilaterales surgidos tras la II Guerra Mundial, crear otros orientados a la justicia social, y la defensa de la Amazonía como reserva ambiental del mundo. 

Cómo explicar que un tercio de la población mundial carezca de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar la salud —situación que se agravará en la medida en que el cambio climático, la escasez de agua y de alimentos sean mayores—, en un mundo globalizado donde la población crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable y la especie humana corre el riesgo real de desaparecer. Así todavía existen políticos, que abogan sólo por crecimiento económico.

Las cifras de personas que carecen de lo básico para sobrevivir con un mínimo que garantice un nivel elemental de salud son altas, como por ejemplo: más de 1.000 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable; 1.000 millones carecen de vivienda estimable; la FAO calculó en el 2002 en 850 millones el número de personas mal nutridas, de los cuales 200 millones eran niños menores de cinco años. 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud; y 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales. Para resumir, nada menos que el 80% de la población mundial vive en la pobreza, mientras el modelo neoliberal fracasa en Europa y EE.UU.

Los grandes bancos de los “amantes del dinero”, cuando fracasan, el gobierno diseña una reestructuración financiera y proporciona seguros para los depósitos, ganando voz y voto en su futuro. Las autoridades saben que, si esperan demasiado, es probable, que los bancos, zombie o casi zombies -con poco o ningún valor neto, los trate como si fueran instituciones viables (apostando a la resurrección). Si hacen grandes apuestas y ganan, se irán con las ganancias; si pierden, el gobierno (Estado: ciudadanos) tendrá que hacerse cargo.

Dentro de los países de la OCDE, donde se incluyen los 30 países más ricos del mundo, los países nórdicos encabezan la tabla clasificatoria de menor tasa de pobreza infantil, situándose en todos ellos por debajo del 5 por ciento, estando, Dinamarca y Finlandia con tasas menores al 3 por ciento. Como contraposición se encuentran Estados Unidos y Méjico, con tasas de más del 20 por ciento. Además, durante la última década, en estos países, la proporción de niños viviendo en la pobreza ha incrementado fuertemente.

Cómo es posible que se dediquen 12 millones de millones de dólares para rescatar bancos en quiebra y para entregar recompensas a los especuladores, cuando los recursos del planeta se requieren para salvar a la Madre Tierra y a la humanidad, a la que todos pertenecemos. Las últimas estadísticas demuestran que los Estados Unidos, concentran el 55% del crecimiento total de las emisiones tóxicas de todos los países desarrollados.

(*) Analista Global – utguerrero31@yahoo.es



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