Lo cierto es que al final no se dijo mucho del suceso que es la noticia de tal cumbre. ¿Por qué recibió Chávez al representante de un gobierno al que se le ha combatido tanto políticamente? ¿Dónde quedan las batallas políticas y mediáticas que Caracas ha librado desde el derrocamiento de Zelaya?
En Honduras la Resistencia no ha descansado desde que Zelaya fue sacado de su cama y puesto en pijamas en el aeropuerto de Costa Rica, por un grupo de militares hondureños que seguían instrucciones de la base gringa de Palmerola.
Los crímenes de paramilitares colombianos, contratados por Miguel Facusé y otros latifudistas de San Pedro Zula, y del fértil valle del Aguán contra campesinos activistas por la reforma agraria hondureña, aumentan con los días.
Los maestros y trabajadores hondureños han sido vapuleados una y otra vez por la policía hondureña, entrenada por la policía colombiana.
Y los medios públicos venezolanos han guiado a los medios alternativos del continente en un frente común por hacer visibles las extravagancias y atropellos, del gobierno que representa Porfirio Lobo.
Entonces, ¿Qué hacía Lobo en Cartagena? O mejor, ¿Por qué la diplomacia venezolana se dejó meter semejante gol? ¿Hay algún tipo de acuerdo en la sombra con el ilegítimo gobierno de Honduras? Y si lo hay, es para lograr ¿qué cosa? ¿El regreso de Zelaya a Tegucigalpa para encabezar una campaña que esta vez sí logre la reforma constitucional?
Ninguna de estas preguntas se escucharon en Cartagena, los colegas, quizás aturdidos por al calor de la isla de Manzanillo, quizás boquiabiertos con el lujo natural de la Casa de Huéspedes Ilustres, no preguntaron nada de esto. Alguien de una cadena colombiana se refirió a Santos como el “componedor” de América. ¡Vaya título!
En todo caso, cualquiera que haya sido la reacción de Venezuela a la presencia de Lobo allá, la sola foto de los tres, Santos, Chávez y Lobo, ya es una ganancia enorme para la derecha continental.
Esperamos esta semana la reacción de la resistencia hondureña. ¿Estarán de acuerdo con una negociación Chávez-Lobo? Repito, esperemos.
De lo otro, bueno, la misma trampa. Santos ha logrado reivindicar los derechos financieros de los capitalistas más comprometidos en Colombia con el paramilitarismo y las violaciones a los Derechos Humanos: ganaderos, avicultores industriales, exportadores de autos.
La llamada agenda común Venezuela-Colombia está saturada de cuentas por pagar para Venezuela, y de muy pocas oportunidades políticas para el pueblo colombiano que cree en la verdadera integración y en el proyecto bolivariano.
Los paramilitares que administran la distribución de la gasolina venezolana que llega a Santander, Cesar y la Guajira, están frotándose las manos con los anuncios venezolanos de ampliar los cupos de envío.
Recibida muy barata, y vendida a precios de Nueva York, la gasolina venezolana financia a los grupos políticos más reaccionarios de los gobiernos de la frontera colombiana, y a sus paramilitares.
Esa misma gasolina alimenta la mayoría de las cocinas de cocaína de Santander y de la Sierra Nevada de Santa Marta, desde donde salen diariamente toneladas de droga que los narco-paramilitares colombianos insisten en seguir sacando a Europa y África por Venezuela, sólo para que el Departamento de Estado gringo tenga algo qué decir.
Bueno, pero la cumbre dejó algo bueno, al menos para mí: la visión renovada del mar donde nací y crecí, y la certeza de que esa ciudad de sueños, que aún no supera.
chontadurosolidario@gmail.com
--2010, Año del Bicentenario del primer Grito de Independencia.
"Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos."
Simón Bolívar