Hace pocas horas leí, con cierto grado de sorpresa, que bajo la figura de “Derecho a Réplica” se ha publicado en Aporrea un artículo en respuesta a uno de mi autoría personal titulado “El agresor de la humanidad” que tiene como introducción resaltar algunos hechos históricos de agresión imperialista contra los pueblos, como el alevoso y deplorable ataque cometido hace un año por el Ejercito israelí contra la flotilla de la Libertad, para luego tratar como tema central las igualmente repudiables sanciones imperialistas contra nuestra industria petrolera.
En una apreciación personal entiendo que la figura de derecho a réplica no cabe cuando se trata de dar interpretaciones y ópticas sobre un artículo de opinión, ya que en el artículo original de la controversia no nombré a ninguna persona en especifico; pero también entiendo que este no es el punto central del asunto y que Aporrea es una página de amplia publicación y de debate, lo que sí me parece muy desdeñable es la pretensión de manipulación mediática y de cierto intento de intimidación que el autor de dicha “réplica” ha pretendido plasmar en su artículo, por lo cual creo bien importante responder.
En primer lugar mi derecho a emitir opiniones personales como ciudadano venezolano no comprometen en lo absoluto al Gobierno Bolivariano ya que no soy funcionario gubernamental y al ser mi artículo de redacción estrictamente personal no comprometen ni siquiera a la organización política donde milito: Partido Comunista de Venezuela cuestión muy importante de quedar aclarada.
El Señor Gerardo Dorante, autor de la “réplica”, además parece estar seriamente ofendido por una afirmación que el copia textual de mi artículo, la misma es la siguiente: “la meta del estado de Israel es el genocidio del pueblo palestino”, a la cual el mencionado ciudadano cataloga de falta de ética, difamatorio, propagandista e instigador al odio y a la guerra.
Creo que no hace falta ser un profundo conocedor del problema Palestino-Israelí para estar al tanto de las innumerables agresiones que el pueblo palestino ha sufrido por parte del Estado de Israel y cuando digo Estado no me refiero a la inmensa cantidad de israelitas que rechazan públicamente y por otros medios las agresiones y masacres que su estado y gobierno han cometido contra la población civil palestina confinada cada vez más a un menor espacio territorial ante el indetenible avance y despojo de su territorio por parte de las fuerzas militares israelitas. Según la definición que hace el RAE del término genocidio lo aplicado por el Estado de Israel al pueblo palestino no es otra cosa; sería bueno conocer como lo denomina el Señor Dorante.
Como es evidente, en mi artículo no hago ningún tipo de análisis y caracterización sobre organizaciones armadas palestinas, solo resalto el hecho de las agresiones permanentes del ejercito israelita contra población civil palestina, en este sentido baste recordar la masacre cometida hace pocos años en la Franja de Gaza denominada Plomo Fundido, donde entre otras cosas se utilizó Fósforo Blanco contra hospitales y escuelas y por si fuese poco hace exactamente un año presenciamos en vivo y directo por televisión, gracias al digno trabajo realizado en esa oportunidad por Telesur, el alevoso y asqueroso (así la denomine en mi artículo) ataque del ejercito Israelí contra la Flotilla de la Libertad en el Mar Mediterráneo que se proponía llevar a Gaza materiales humanitarios de salud, alimentos, agua, libros, etc y que costo la vida a 9 personas y heridas a muchos más.
He estudiado el problema Palestino-Israelí y es bien importante para quienes nos sentimos y reivindicamos revolucionarios destacar y divulgar que dicho problema no obedece a diferencias religiosas como ha pretendido vender el imperialismo y sus mass-medias, es un problema territorial que desde finales de la décadas de los años 40 del siglo pasado mantiene en permanente tensión esta área del planeta y dónde, nadie medianamente sensato puede negarlo, ha sido el pueblo de Palestina quien ha llevado la peor parte en todos los sentidos; invito a todas las personas interesadas en estudiar este tema empezar conociendo los mapas de ambos estados desde la creación por la ONU del estado de Israel hasta nuestros días dónde gráficamente se plasma como el indetenible avance de las fuerzas sionistas, que no es sinónimo de judaísmo como bien dijo el Diputado Oscar Figuera en una reciente intervención en la Asamblea Nacional, han ido sistemáticamente mermando el espacio geográfico de Palestina, además invito a comprobar con cifras oficiales la merma poblacional como consecuencia del exterminio permanente de la población civil de lo cual la operación Plomo Fundido es apenas una de las más recientes muestras no solo de masacre, utilizando armas prohibidas por organismos internacionales, sino de violación a mandatos de la ONU y ejecutada contra la opinión de la gran mayoría de los habitantes dignos de este planeta incluyendo a la gran mayoría de los habitantes de Israel que rechazan, lo sabemos, estas agresiones.
Así que Sr Dorantes no solamente rechazo enfáticamente las mentiras expresadas por usted en su artículo disfrazado de “réplica”, como aquella de que el estado de Israel solo ataca a las organizaciones “terroristas” palestinas y no a su población civil, sino además rechazo su intención de darle un tono de amedrentamiento a su exigencia de retractarme de lo que según usted son afirmaciones difamatorias contra el estado de Israel.
Como revolucionario soy amante de la paz, respetuoso de todos los pueblos del mundo y de sus expresiones culturales, creo profundamente en la valentía y dignidad del pueblo israelita que en enorme número rechaza las agresiones de su Estado contra Palestina, pero sí ante el evidente y permanente ataque del estado de Israel contra la población civil palestina hay que fijar una parcialidad no lo dude Señor Dorantes estoy al lado del pueblo palestino.
Por todo lo anterior y en estricta correspondencia a mis principios revolucionarios e internacionalistas estoy consciente que no he dicho ninguna mentira en mi exposición sobre las acciones del estado de Israel contra Palestina, además de estar cada día más seguro de que el imperialismo es el mayor agresor de la humanidad, por lo cual sencillamente ¡No me retracto!.