Algo es indudable, en los imperios decadentes, mientras las clases oligarcas siguen gobernando, éstos se sumaran a los esfuerzos de dominación y explotación de los imperios emergentes y hasta heredan los acosos de venganza que sostenían con los pueblos en el pasado.
La primera república negra del continente Abyayala y del mundo, que humilló al imperio francés en su momento de apogeo, se ganó el odio y el desprecio de los racistas, explotadores y ladrones imperialistas de la época, que pretendían sembrar en estas tierras un sub imperio colonial que les garantizara el saqueo de las riquezas cada vez mayores, a la vez que se proveían de mano de obra muy barata, esclava.
Pasados los años y el poderío francés en merma; el odio hacia aquel pueblo negro que humilló a los blancos y les despojó de una gloria sanguinaria, hizo que ese odio se transfiriera al imperio emergente yanqui. A partir del fortalecimiento gradual de ese neo imperio emergente, también se fortaleció el racismo y el desprecio por la república negra libre de Haití, lo que se ha traducido en una permanente agresión desde todos los puntos de vista; que ha conducido a esa gloriosa nación negra, a ser la más pobre de la región, acosada por todos los males naturales y artificiales posibles, al punto tal que tras un terremoto muy sospechoso, lo primero que le llegó en vez de ayuda humanitaria, fue un portaaviones con toda su logística de apoyo; la ocupación del país en una invasión inmoral y descarada, que generó más problemas de los ya existentes, en vez de bastimentos, llevaron fusiles balas y muerte, ocuparon el aeropuerto y palacio presidencial, además de otros puntos estratégicos. En un grosero ensayo de cómo accionar en la ocupación militar de una región, después de provocar una catástrofe por medios artificiales (HAARP). Si señores, el terremoto reciente de Haití, fue una catástrofe intencionalmente creada por mecanismos artificiales. El inmoral ensayo de cómo la maquinaria de guerra imperialista yanqui, reacciona después de la utilización de esa arma climática (HAARP) ya reconocida como cierta por las otras potencias. Haití fue escogida, por su condición de nación empobrecida y sin la capacidad de defenderse, amen del odio ya señalado en su contra, por su afrenta a los esclavistas imperialistas de siempre.
Hoy en nuestros días, en la Haití del cuerno de África (no tanto por el color de piel de sus habitantes, si no por ex colonia inglesa e italiana) Es decir, en Somalia, el imperio yanqui está experimentando lo mismo que con Haití, a jugar a la división, la pobreza y la desgracia no tan natural provocada. En este momento la región es azotada por una curiosa sequia, que acelera la miseria y la hambruna ya existente en esa zona. Además existe una grotesca agresión por parte del imperio, los sub imperios y sus títeres serviles de la OTAN, en contra de un país muy cercano, donde se está asesinando a la población civil, con la excusa estúpida y contradictoria de salvarla de la muerte; me estoy refiriendo a Libia.
El mar territorial de Somalia, es utilizado por las naciones colonialistas asesinas, para deshacerse de sus desechos tóxicos y para librar su guerra de baja intensidad comercial donde, so pretexto de piratas, se atacan mutuamente los intereses de unos emporios mercantiles y de diferentes naciones, para tratar de sacar ventajas económicas unas sobre las otras, a la vez que hacen el juego del fraccionamiento del territorio somalí, condenando al pueblo a las hambrunas y miserias permanentes convenientes para la dominación y la desestabilización del continente Africano.
No puede haber concesión posible con los imperios.
*Abogado Bolivariano
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