Lo que se le viene encima al mundo

Según Mark Weisbrot, co-director del Center for Economic and Policy
Research (Centro para Investigaciones de Económicas y de Política), de
Washington D.C., la reciente crisis de la deuda del gobierno de
Estados Unidos no fue real, fue fabricada por los representantes
republicanos en la Cámara como recurso técnico para lograr recortes
impopulares que no podrían ganar en las urnas.

“Nunca hubo posibilidad alguna de que EE.UU. realmente incumpliera los
pagos de su deuda. La estrategia funcionó: lograron un acuerdo que
compromete a grandes recortes del gasto público, ningún aumento en
los impuestos para los ricos o los súper ricos que han incrementado
considerablemente su porción del ingreso nacional durante las últimas
tres décadas.

“La derecha ganó porque el presidente Obama decidió colaborar con
ellos, tratando de aprovechar la ‘crisis’ fabricada para implementar
otros recortes que ofendieron y dolieron a la gente que votó por él.
Por supuesto, él también quería aumentar los impuestos a los ricos
pero, por haber aceptado la legitimidad de la extorsión de los
republicanos, él también perdió”.

En un artículo publicado el 2 de agosto, Weisbrot pronosticaba que, si
el presidente Obama perdiera ambas Cámaras del Congreso y/o la
presidencia en las próximas elecciones, ello sería el resultado de la
debilidad de la economía y del alto desempleo, pero también porque
dejó que sus oponentes, no sólo sabotearan la economía sino que
redefinieran el debate económico para que en el futuro se culpe al
presidente y su partido por esa debacle.

Por su parte, el economista y escritor marxista estadounidense Zoltan
Zigedy, apunta que la elección de Barack Obama marcó el regreso a una
política anterior basada en la promesa liberal de establecer una
coalición de los desposeídos y los que menos tienen en la sociedad
para contrarrestar el pillaje de los poderosos y los muy ricos. Pero
casi tres años después de la elección, las promesas de Obama y las
esperanzas de los liberales han desaparecido, dejando apenas conmoción
y la decepción.

Para los liberales que militan en el partido demócrata la culpa de la
debacle de Obama es de la ultraderecha que, con una base seducida por
un estridente fervor ideológico, oportunista e hipócrita, viola las
reglas de juego limpio en un momento de profunda crisis económica y
política.

Más, lo cierto es –según Zigedy- que Barack Obama, príncipe del
civismo y la concesión, no garantiza a los liberales posibilidad
alguna de éxito frente a esa ultraderecha en un mundo inundado de
compromiso y concesiones.

En política exterior, el liberalismo nunca ha abandonado las metas
imperiales, solo que las enmascara con nociones vagas y difusas de
libertad para imponer sus valores y conceptos de una manera más suave,
menos beligerante, en los países que les están subordinados y en los
potencialmente opuestos, considera Zoltan Zigedy.

Por su parte, el economista Nouriel Roubini, célebre por sus
pronósticos acerca de la crisis inmobiliaria y la recesión de 2008,
dijo en una entrevista con la cadena Bloomberg publicada en varios
diarios de Francia a partir de este 7 de septiembre que en 2013
sobrevendrá un cataclismo financiero mundial y que de aquí a cinco
años habrá una debacle en la zona euro. Explicó que ello será
consecuencia devastadora a mediano plazo de la ralentización del
crecimiento de la economía internacional.

Roubini opinó el 12 de agosto en otra entrevista que le hizo el Wall
Street Journal que “Carlos Marx tenía razón al decir que, en un
momento dado, el capitalismo puede autodestruirse”.
“Los economistas del sistema creíamos que los mercados en esos
momentos (de crisis) actuaban contra la autodestrucción, pero no lo
están haciendo”, consideró.

En su opinión hay más de un 50% de posibilidades de que el mundo caiga
en una nueva recesión global y dijo que dentro de dos o tres meses se
podrá saber si la economía va en esa dirección. “Estamos a velocidad
mínima y no sabemos si habremos de salir o nos hundiremos más”,
confesó.

Abogó por políticas monetarias por parte de los bancos centrales para
evitar una nueva crisis, pero apuntó que ellas, por si solas, no
bastan cuando ni los negocios ni los gobiernos cooperan.

Los países desarrollados están implementando programas de austeridad
para tratar de componer sus economías afectadas por deudas cuando, por
el contrario, debían estar aplicando estímulos monetarios. “Al reducir
los costos laborales e inmovilizar sus capitales, los negocios
estadounidenses han creado una parálisis”, aseguró Roubini.

Analícense las predicciones de estos tres conocidos expertos
estadounidenses y sáquense conclusiones acerca de lo que se le viene
encima al mundo.

manuelyepe@gmail.com


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Manuel E. Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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