Lo que se pelea en Libia es su aporte al planeta de casi un 2% del petróleo que se consume diariamente, aparte de sus pletórica reservas de cuarenta y seis mil millones de barriles en su subsuelo, mas doscientos cincuenta mil millones de dólares en reservas internacionales, ciento cuarenta y cuatro toneladas de oro mas la creación de la nueva y solida moneda para la región: el Dinar de Oro.
El esmero por un gobierno dócil en la región es la incesante tarea estadounidense y de sus aliados la OTAN, organismo mundial que en nada ha vacilado para aceptar bandas de terroristas, entre esos al segundo hombre de Al-Qaeda, quien personalmente comanda acciones de exterminio contra la población. Por un lado le ordenan al mundo: hay que combatir el terrorismo y por otro lo utilizan para hacer el trabajo sucio mundial.
Aún, cuando la mayoría de los países pertenecientes a la ONU, ciento noventa y tres en total se oponen a estas invasiones el gran poder de veto de EE.UU, Francia y Gran Bretaña, estimulan el poder militar bajo cualquier acción que vaya en contra del país que se les antoje.
A pesar que las decisiones son mayoría en contra de la guerra, desde que encontraron apelar al llamado Consejo de Seguridad, hacen lo que quieran cuando esgrimen sus decisiones en los nuevos principios: “No Vinculantes”.
Este nuevo concepto macabro decide la suerte de la mayoría del mundo. Los abusos políticos y militares de la OTAN han ido más allá de las resoluciones de 1970 y de 1973 donde gran parte de la humanidad representada en la Asamblea de la ONU decidió por salidas menos lastimosas que la guerra, asunto que ahora ha sido ampliamente violado por esta ilegitima Asamblea, quien pone al Secretario General apetecido por el poder de la pentagonizacion y de la otanizacion.
Primero
Vietnam, después vino Irak, ahora es Libia, mañana….
Para: www.aporrea.org
Octubre 19 de 2011