Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
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El equivalente virtual del discurso público y diplomático aplicado contra la Yamahiriya Árabe Libia se está empleando en contra de Damasco. En Ginebra, los mismos autodenominados grupos por los derechos humanos están presionando para censurar a la República Árabe Siria. De acuerdo con esto, la Liga Árabe trata de sustituir al gobierno sirio y otorgar su reconocimiento diplomático a un representante de la oposición siria. Tampoco es mera coincidencia que el Consejo de Transición de Libia se convirtiera el 10 de octubre pasado en el primer organismo en reconocer al Consejo Nacional Sirio como el legítimo gobierno de Siria.
Ahora más que nunca las instituciones internacionales y su parcialidad deben ser cuestionadas. Estados Unidos y sus aliados están repitiendo los mismo pasos que dieron en contra de Trípoli ahora contra Damasco. Esto incluye llamados para llevar a funcionarios sirios a la Corte Penal de La Haya y por una “zona humanitaria tapón” impuesta por los turcos en el norte de Siria que en tierra equivale a una zona de interdicción aérea.
¿Qué le ocurrió a Libia en Ginebra y en la ONU?
Una de las principales fuentes de acusaciones contra Gadafi –que estaba matando a su propio pueblo—fue la Liga Libia por los Derechos Humanos, LLDH. Esta se constituyó en el eje principal para conseguir que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU suspendiera a Libia y además consiguió que el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York impusiera sanciones en su contra. Esta organización también es miembro de la Federación Internacional de Derechos Humanos, FIDH con sede en Francia y está vinculada a la National Endowment for Democracy, NED (Fundación Nacional para la Democracia).
El 21 de febrero del 2011 la LLDH consiguió otras 70 ONGs para que enviaran cartas al Secretario General de la ONU, al Presidente Obama y a Catherine Ashton*exigiendo acción internacional e intervención en Libia. La consiguiente campaña contra Libia fue organizada por la U.N.Watch, una ONG que trabaja duramente para proteger y servir los intereses israelíes. Así mismo, solo 25 miembros de esta coalición contra Libia demostraron ser en realidad organizaciones por los derechos humanos. Basándose en sus cartas y sin ninguna evidencia o prueba en torno a las acusaciones de la LLDH en el sentido que Gadafi había matado a 6000 civiles libios, el Consejo de Seguridad de la ONU fue manipulado por Washington y sus aliados y creó una zona de interdicción aérea. Estados Unidos y la OTAN emplearon esto como pretexto para encubrir que estaban lanzando una guerra de agresión que ilegalmente redundaría en un cambio de régimen en Trípoli y finalizaría con el asesinato de Muammar Gadafi en la ciudad de Sirte.
Con razón el embajador hindú ante la ONU señalaría que la ONU estaba tramitando resoluciones contra Libia sin ninguna evidencia y que esto constituía una situación preocupante. Se están realizando intentos para hacer lo mismo contra Siria. Una vez que la LLDH y su presidente fueron emplazados para que probaran sus acusaciones que Gadafi estaba asesinando a su pueblo, ellos no pudieron entregar ninguna evidencia y rotundamente dijeron que no había pruebas. El ciudadano suizo, Dr. Sliman Bouchuiguir, presidente de la LLDH en la práctica ha admitido que fue Mahmoud Jibril quien era la fuente de las acusaciones. Posteriormente, Jibril formaría el Consejo de Transición con sede en Bengazi y se convertiría en su primer ministro.
Lo que no se sabe es que Mahmoud Jibril fue miembro del gabinete del gobierno de la Yamahiriya, era amigo de Sliman Bouchuiguir durante años. Cinco individuos que luego serían ministros en el Consejo de Transición también eran miembros de la LLDH y amigos de Bouchuiguir. Aquí se incluye a Alí Tarhouni. Se trata de un conflicto de intereses que ningún organismo serio puede ignorar. Cuando al Dr. Bouchuiguir se le preguntó cómo consiguió que otras ONGs aceptaran los reclamos de la LLDH explicó durante una entrevista que eso era en base a sus contactos personales.
Durante el mismo período en que se hicieron estas acusaciones, Aly Abuzaakouk y estos personajes ya estaban renegociando los contratos petroleros libios bajo condiciones favorables para Estados Unidos y la Unión Europea en cuanto se produjera el cambio de régimen en Trípoli. Alí Tarhouni, profesor norteamericano de economía, que predica el neoliberalismo económico, lo hicieron responsable de los importantes sectores de energía y finanzas en una cartera extrañamente combinada. En realidad esto parecería extraño en cualquier cartera ministerial a menos que uno entienda cuales son los objetivos de Tarhouni. Básicamente él fue enviado por Washington para abrir las puertas de Libia al saqueo extranjero. Como ministro responsable de los sectores petrolero y de finanzas libios de inmediato como su primer acto, los privatizaría. Todo esto mientras él y los otros conspiradores comprometían su apoyo para que Libia se transformara en un nuevo Dubai.
Las acusaciones infundadas junto a las mentiras de los medios de comunicación acerca de mercenarios africanos subsaharianos en Libia, que describía a libios negros como extranjeros y las falsas acusaciones en torno a aviones militares libios disparando contra manifestantes civiles desarmados fueron empleadas para incriminar a Libia y abrir la vía para la agresión por parte de la OTAN. Más adelante, Bouchuiguir sería recompensado por su participación en el complot en Ginebra siendo nombrado como el nuevo embajador libio en Berna, Suiza.
Sustituyendo al gobierno sirio por el Consejo Nacional Sirio
Al igual que con Libia, la Liga Árabe montó la estructura para el reconocimiento ilegal del Consejo Nacional Sirio. Libia fue suspendida por la Liga Árabe antes que la OTAN lanzara su agresión y ahora igual con Siria. No obstante, la Liga Árabe ha ido dos pasos más allá, decidió darle el puesto de Siria en la Liga Árabe al Consejo Nacional Sirio. Esta vez la Liga Árabe ha violado descarada y desvergonzadamente su propia carta fundacional. La decisión necesitaba el consentimiento unánime para ratificarla y ser legalmente vinculante, cosa que no consiguió. Aparte de Siria, el Líbano y Yemen votaron en contra de la moción. Irak también se abstuvo y Argelia y Sudán fueron igualmente presionados por Estados Unidos, la Unión Europea y los jeques árabes para votar a favor de la suspensión de Siria.
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU será ahora empleada en un intento por sustituir a la República Árabe Siria por el Consejo Nacional Sirio el cual es un clon del Consejo de Transición que sustituyó al gobierno de la Yamahiriya Libia. Una vez más la U.N.Watch lidera la carga y organiza a las ONGs en Ginebra. Todo esto en conjunto con la FIDH, la NED y varios equivalentes sirios de la Liga Libia por los Derechos Humanos, LLDH. Esto también incluye al Centro de Damasco para el Estudio de los Derechos Humanos el cual está vinculado al FIDH.
El Centro de Damasco para los Derechos Humanos y su director, el Dr. Radwan Ziadeh, están actuando con los equivalentes de la LLDH. Ziadeh ha estado presente en los mismos foros que los líderes del Consejo de Transición Libio. Del mismo modo, Bouchuiguir está vinculado a intereses israelíes a través de su trabajo académico doctoral de supervisor de tesis acerca de impedir que los árabes empleen el petróleo como moneda de cambio. Pareciera que el Sr. Ziadeh tiene todo el aspecto de un agente extranjero. Ziadeh y su cohorte han rehusado a contestar si ellos reconocerían a Israel si llegan a conformar el gobierno en Siria. Debido a sus alianzas ellos rehusan contestar la pregunta. Ellos han evitado el tema de las Alturas del Golán ocupadas por Israel y no han demostrado ninguna hostilidad hacia Tel Aviv, en cambio si han sido muy hostiles hacia Irán, Rusia y China.
Lo que va a pasar es que el Consejo Nacional Sirio va a ser ilícitamente y en violación al derecho internacional, reconocido como el gobierno de Siria por parte de los emiratos petroleros árabes y Turquía. Si la táctica tiene éxito, la Unión Europea y Estados Unidos harán lo mismo de un momento a otro. Las embajadas sirias serán entregadas a ellos o serán tomadas por el Consejo Nacional Sirio y la guerra diplomática contra Siria se intensificará. Paralelamente, los principales medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos darán comienzo al clamor por una intervención contra Siria al tiempo que se aplica la presión sobre Irán, Rusia y China y otros para que abandonen a los sirios.
*Al Representante de la Unión Europea
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