En Bolivia hay una revolución, pues los pasos sobre ésta, así lo confirman. El gobierno pluricultural, descentralizado y con autonomías en sus nueve departamentos impulsados por su Presidente Evo Morales han hecho que las acciones tomadas en cuanto al rescate de sus mayores reservas de gas sean recuperadas de manos de la brasilera Petrobras, acción impulsada por un nuevo desarrollo en inversión y recuperación económica del importante país andino.
La elevación del Producto Interno Bruto, junto a la estabilidad en la discusión política, hacen que regiones tan opositoras como Pando, queden impávidas ante las claras políticas de un presidente que va dando un importante impulso a la Alianza Bolivariana para las Américas -Tratado de Comercio de los Pueblos. (ALBA-TCP).
Sin dudas, Bolivia es otra y se impulsa hacia uno de los países más estables y de gran crecimiento en la región. Sin apartar su legítimo reclamo en cuanto a su política exterior de exigirle a la república de Chile su derecho que le permita tener acceso al Océano Pacifico, negado desde finales del siglo XIX.
Simón Bolívar, nunca se equivocó en la enorme importancia y el gran papel que desempeñaría la patria donde un venezolano fue su primer presidente el gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
Sin dudas, desde Bolivia se desarrolla un cambio. Sus alianzas, métodos he inclusión, permiten un dialogo abierto entre todos los sectores, incluyendo a los indígenas, unas de los partes mas sensibles de su población.
Miembro pleno de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) con una representación de diez millones y medio de habitantes, juega un importante papel con su extensión geográfica de territorio, representando la secta posición más grande de América Latina.
Sus grandes potencialidades naturales la hacen poseedora de los mayores depósitos de sal más grandes del mundo, aparte de tener la mayor biodiversidad del planeta.
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