Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
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“Las Islas Malvinas* no son solamente un problema de Argentina sino una causa mundial.” Con esta consigna durante la última Cumbre de Mercosur (bloque económico que incluye a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) en Montevideo el pasado 21 de diciembre, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (antes de ser nombrada presidenta del ente) resumió geopolíticamente el conflicto del Atlántico Sur con Inglaterra, ya que este problema no debe limitarse a un mero desacuerdo diplomático o disputa de soberanía sobre la ocupación colonialista del Archipiélago de las Malvinas (reclamado por Argentina desde el año 1833) luego de una invasión y deportación de sus habitantes. La presidenta señaló que “ellos están aprovechando nuestros recursos pesqueros y eventualmente necesitarán más y tratarán de encontrarlos en cualquier parte y por cualquier medio.” Esto nos conduce a analizar y puntualizar la decisión tomada por el Mercosur de detener cualquier navío con bandera de las Malvinas que ingrese a cualquier puerto de mar de nuestros países socios. Esta decisión se tomó de acuerdo con la Ley Gaucho Rivero que prohíbe a cualquier embarcación que se dirija a las Malvinas (pescando o buscando petróleo) de atracar y cargar combustible en cualquier puerto de las provincias argentinas que ya la han votado, por ejemplo, Chubut, Tierra del Fuego y últimamente Santa Cruz.
Esto produjo la reacción típica de la potencia ocupante, la cual a través de su Ministerio de Defensa y Relaciones Exteriores, se refirió a este problema como un intento de cercar, aislar y asfixiar las islas en disputa entre el Mercosur y el Primer Ministro Cameron. Este último envió un submarino nuclear al área con moderno equipamiento y armamento, con el objeto de reforzar la guarnición militar que casi iguala en número a los habitantes de las islas, donde unidades inglesas realizan sus prácticas y maniobras antes de dirigirse a las zonas de combate alrededor del mundo. Las islas también son utilizadas como base de la OTAN.
Quedó claro que Inglaterra estaba siendo cautelosa y restringió el conflicto a un desacuerdo sobre la soberanía de las Islas Malvinas y de ahí porqué resaltamos las palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya que ella analizó el problema dentro del marco de un conflicto continental y mundial. Nosotros apoyamos este argumento por varias razones, primeramente porque no se trata solo de un conflicto por las Islas Malvinas sino por todas las islas: Sandwich del Sur y Georgia del Sur más un área de 350 millas náuticas que representan un vasto territorio marítimo (siendo esto aun más importante cada día como fuente de minerales y recursos alimentarios para ser explotados) lo cual yace dentro de la disputa sobre la nueva Ley de la Convención Marítima, votada por la Organización de Naciones Unidas;** segundo, como parte de la agenda para el Atlántico Sur de su socio estratégico, Estados Unidos, ya que se trata de una base de apoyo para la IV Flota norteamericana, la cual hace unos años fue reactivada con el objeto de patrullar el Caribe, el Atlántico Sur y la Antártida en general. ¿Cuál sería el peligro percibido por Washington? es una pregunta sin respuesta; tercero, la importancia que tienen estas islas respecto de la Antártida, es que este es el último continente fuera de explotación económica pero que se le conoce científicamente como una fuente de recursos no renovables para ser pronto explotado dentro de cuyo contexto Gran Bretaña elevó a la ONU un reclamo territorial que sobrelapa las reclamaciones hechas por Chile y Argentina.
Vivimos en un mundo en que diariamente tenemos que luchar por los alimentos o recursos energéticos a cualquier precio. Inglaterra ve agotarse sus recursos petroleros en el Mar del Norte, la crisis económica y financiera de las potencias Gran Bretaña y Estados Unidos es la misma y no se detendrá, América del Sur está experimentando una época de crecimiento político, económico y social en todo el mundo, cosa que no era imaginable hace unos años y por esta razón está siendo tentada por potencias emergentes como China, la India o Rusia para forjar nuevas alianzas que podrían subvertir el concepto de las relaciones tradicionales de dependencia de los últimos años. Dentro de este escenario es de vital importancia tener conciencia del conflicto con Inglaterra ya que este no es solo contra Argentina sino que es contra todo el continente sudamericano, la antes mencionada declaración de la presidenta argentina y que fue apoyada por el Mercosur y por la UNASUR por la buena voluntad de todos los sudamericanos.
* Islas Malvinas. Nombre argentino de las Falkland Islands
** Argentina y Gran Bretaña disputan más de tres millones (3.000.000) de kilómetros cuadrados de plataforma continental en las Islas Malvinas, Georgia, Sandwich y en la Antártida. Esta disputa es considerada como la peor controversia por territorio marítimo en el mundo.
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