Con varios días sin escribir por razones de salud, un buen amigo me “reclama” no haberme pronunciado sobre los hechos criminales que una vez más en esta oportunidad se repiten en tierra “sagrada” y que otrora fueron ejecutados en dominios de héroes, mártires y revolucionarios que como Martí enarbolaron la espada de Bolívar en nombre de la libertad e independencia contra quienes todos poderosos se subrogan el derecho a manipular y “dirigir” los destinos de la humanidad, a trocha y mocha, en nombre de valores cada vez más cuestionados. Depredan y agotan sus recursos naturales, energéticos, acuíferos, de biodiversidad y en un nuevo escenario de reparto neocolonial -sin descontar que estamos en la lista de espera- a objeto de sostener ese criminal modelo de vida y consumo que está acabando con “nuestra única nave espacial”; ellos se agrupan actuando como fieras salvajes, para repartirse el patrimonio de naciones bajo el cobijo de eufemismos jurídicos (con lo cual se desconoce el Derecho Internacional Vigente), que han venido imponiendo a la luz de la ineficacia y servilismo manifiesto de las instituciones supra nacionales nacidas en la post guerra luego de la Segunda Guerra Mundial. Por ello es que desde América Latina propusimos crea instancias como La Alba, Celac, Unasur y el asa.
En el marco del reacomodo del capitalismo mundial a la luz de la nueva división internacional del trabajo, el neo imperialismo apura todos sus recursos ante la falla de solidaridad internacional de gobiernos y naciones que sufren a lo interno una crisis que les distrae, permitiendo a los poderes facticos y sempiternos actuar tras bastidores e incluso en forma directa, aprovechando el mutis de algunos quienes igual que los depredadores, oportunistamente buscan “pescar en río revuelto”.
Ayer como hoy, despiertan las voluntades populares y sus gobiernos de avanzada no sólo para protestar en abstracto o como un saludo a la bandera; sino también, para comenzar a redefinir esas relaciones de poder internacionales y a lo interno que tal como se manifiestan, ya no son (quizás nunca lo fueron), expresión de los poderes creadores del pueblo, tal como lo sugiriera nuestro poeta y humorista venezolano, Aquiles Nazoa.
Finalmente, así como ayer, hoy rechazamos las conductas negadoras de la democracia, la libertad, la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y el socialismo. Vivan los Pueblos organizados. Viva el Futuro construido entre todos nosotros.
monlan2001@yahoo.com
(*) Politólogo e Internacionalista Venezolano
Magíster en Seguridad y Defensa