¡Para quienes no quieren a Cuba!

Quizás muchos de quienes conforman las nuevas generaciones ignoran lamentablemente la cadena de desgracias sufridas por los pueblos latinoamericanos y caribeños a lo largo de su historia. El entretenimiento y la frivolidad como formas de alienación son el mayor obstáculo. El peligro de ello consiste en caer en la tentación de repetir leyendas de camino cargadas de intensiones perversas, provenientes de la guerra fría de USA contra la Unión Soviética, antecedente directo de lo que hoy llamamos guerra de IV Generación o Guerra Mediática.

Para quienes ignoran esta historia, Cuba Revolucionaria se constituyó y aún lo es hoy, en el mayor referente de dignidad del siglo XX en el hemisferio occidental. Fidel, Raúl, el Ché y Camilo, entre otros, lograron lo impensable, liberar a esa maravillosa isla del yugo del imperialismo norteamericano. Era la primera nación en lograrlo a costa de grandes privaciones, sacrificios que por cierto continúa enfrentando con el embargo impuesto el gobierno de los Estados Unidos. Álvaro García Linera, Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia lo expresó de la siguiente forma:

?El cerco impuesto por las diferentes administraciones estadounidenses contra la República de Cuba es una de las páginas más vergonzosas de la historia de las relaciones entre los estados modernos. ?es un acto criminal contra la población indefensa. Los cubanos son objeto de un conjunto de privaciones de manera injustificada, lo cual constituye un retroceso a políticas de carácter cavernario o, por lo menos, oscurantistas de los siglos XII, XIII o XIV?

Es importante recordar que Cuba era una colonia norteamericana llena de prostíbulos y casinos para la diversión de los marines y grandes capos de la mafia italiana norteamericana. Su analfabetismo excedía el 80% de su población y la miseria era de otro tanto. La gesta iniciada por un puñado de soñadores desde la Sierra Maestra significó un abrir de ojos para la juventud latinoamericana, mostrándonos que sí era posible constituirnos en naciones libres. Eran tiempos en los que escuchábamos a escondidas en Radio Rebelde el triunfo de la Revolución y el recibimiento de Fidel en la Habana. Escuchábamos también aquella marcha vibrante que decía ?Adelante?adelante? adelante la heroica guerrilla?? que de alguna manera se hermanaba con aquel hermoso himno del maestro Inocente Carreño que decía: ?Adelante a luchar milicianos, a la voz de la revolución?, ambos, hermosos cantos a la libertad, solo que en Venezuela el contenido y sentido de este último terminó terriblemente traicionado por un partido político que acabó sirviendo a los más oscuros intereses del imperio y no a su pueblo. Tuvieron que pasar 30 años para que surgiera en América un hombre de la estatura moral de nuestro presidente Hugo Chávez, ser humano extraordinario y valiente, para que se retomara esa bandera de dignidad. Gracias a su perseverancia, muchas naciones latinoamericanas siguen hoy desde el ALBA, UNASUR, CELAC o MERCOSUR estos ideales libertarios y de integración, cuya raíz más profunda la encontraron los revolucionarios cubanos en Martí y en el ideario de nuestro padre de la patria Simón Bolívar.

Es oportuno señalar que Fidel y la Revolución Cubana lograron para su pueblo los más elevados índices de educación, salud, deporte y nutrición general de la población y eso era ?un mal ejemplo? para el resto de los países del mundo. Los políticos conservadores de estados unidos y las grandes transnacionales no podían concebir o permitir que surgiera un estado ejemplar que no dependiese de ellos y de su sistema capitalista. Pues bien, estos rebeldes corajudos que tanto hemos admirado, lograron  llevar  la expectativas de vida de sus ciudadanos a cifras record a nivel internacional. Consiguieron una disminución asombrosa de la mortalidad infantil, se colocaron como el país con mayor número de medallas olímpicas entre los pueblos latinoamericanos; fue por ello precisamente que Gobernaciones en Venezuela como Carabobo y Táchira entre otras, trajeran durante la IV República a muchos entrenadores deportivos cubanos, buscando emular en sus entidades regionales la hazaña internacional de la isla caribeña.

Todos estos avances sociales terminaron siendo reconocidos por organismos de la Naciones Unidas como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), OMS (Organización Mundial de la Salud) y con ellos, el respeto de la gran mayoría de los pueblos del mundo, evidenciado en su contundente victoria de diplomacia internacional: 188 países contra 3, condenan en las Naciones Unidas el perverso e inhumano bloqueo que durante más de 30 años le ha impuesto la nación con el mayor poder guerrero del mundo.

De todos los logros de la Revolución Cubana, el más extraordinario fue el de conseguir desde la educación, el surgimiento de un ser humano nuevo, cargado de una sinigual conciencia política, particularmente en el tema de la solidaridad internacional. Cuba es una nación bañada en utopías; en lugar de desparramar terror lanzando bombas nucleares, misiles inteligentes y armas químicas contra pueblos indefensos, hace posible otro sueño de máximo humanismo: el transitar de hombres libres por el mundo sembrando salud, educación y programas deportivos y culturales, sin esperar nada a cambio. ¿Es o no Utopía? De manera admirable Cuba hizo posible aquello que expresaba el Ché: "Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor?, Acá se trata del amor internacional, concepto que los mercaderes de siempre nunca entenderán.  El Ché se hace presente en cada gesto humano de los cubanos. El ejemplo maravilloso de su entrega total a cuidar de nuestro máximo líder Hugo Chávez hará que los venezolanos les estemos eternamente agradecidos.

Solo una enciclopedia daría cabida a tantos aportes que Cuba ha hecho a los pueblos del mundo, por ahora bastaría recomendar la lectura de dos textos fundamentales: LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA de Eduardo Galeano y LA VICTORIA ESTRATÉGICA de Fidel Castro. Estoy seguro que con su lectura atenta se podrá comprender que no solo es importante el reconocimiento del lugar que ocupa el pueblo cubano dentro de la dignidad latinoamericana sino también que hoy más que nunca, se hace impostergable activar la praxis de la solidaridad entre los pueblos del mundo.

alcidesrivas@gmail.com



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Rubén Rivas

Merideño, Profesor de Música, con estudios en la Escuela de Música de la ULA. Egresado de la U. de Chile. Magister de la U. de Cincinnati. Autor de los proyectos de Carrera de Licenciatura en Música de la Universidad del Zulia y Universidad del Táchira.

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