Herbin Odios y el boicot uribista a los diálogos de paz

La industria mediática en Colombia una vez más lanza sus ataques contra las FARC-EP, para entorpecer con sus mentiras los diálogos de paz que se celebran en La Habana-Cuba entre las delegaciones de la insurgencia y del gobierno de Juan Manuel Santos.

Desde un primer momento demostraron los intereses que representan, al censurar el discurso del Comandante Iván Márquez en Oslo, mientras el de Humberto de La Calle se transmitió completo. Los medios de (in)comunicación en Colombia, desde la apertura de los diálogos, han atizado las llamas de la calumnia grotesca contra la insurgencia, para, desde un inicio, generar una matriz de opinión que responsabilice a la insurgencia de llegar a fracasar la búsqueda de la solución política del conflicto. Falsimedia reproduce las informaciones elaboradas por los estrategas propagandísticos al servicio de las Fuerzas Armadas colombianas, de la oligarquía santanderista y el imperialismo yanqui.

Ni un solo cuestionamiento al gobierno, pese a que han sido los representantes de Santos quienes han puesto un sinnúmero de obstáculos para continuar, sin mayores contrariedades, el diálogo en busca de la paz. ¿Por qué en vez de hacer un llamado a una tregua militar entre las partes, justifican la decisión del gobierno santista de continuar la escalada militar contra la insurgencia? Cínicos como son, ni siquiera en navidad abogaron para que no haya más ataques militares por parte de las Fuerzas Armadas colombianas, pese a que las FARC-EP decretaron un cese de hostilidades unilateral.

Ahora se encrespan porque, una vez que se venció el plazo decretado por las FARC-EP de la tregua unilateral, la insurgencia ha empezado a desarrollar acciones militares. ¿Por qué los medios de (in)comunicación colombianos, sus periodistas y editorialistas no vociferaron de la misma manera que lo hacen hoy, cuando las Fuerzas Armadas de Colombia lanzaron brutales bombardeos contra campamentos guerrilleros, provocando la muerte de varios insurgentes? ¿Es que unas vidas valen y otras no? La violencia que legitima falsimedia es la del Estado gansteril colombiano, causante de la guerra sucia contra el pueblo. La resistencia y la rebeldía de quienes han sufrido esa guerra criminal ejecutada por el ejército, la policía y los paramilitares contra campesinos, obreros, estudiantes son estigmatizadas.

Mientras las FARC-EP han presentado propuestas serias para acabar con el conflicto, del gobierno no se ha escuchado una sola proposición sensata. Lo único que pretenden es la rendición incondicional de las FARC-EP y que la voz del pueblo, que clama paz con justicia social, se vaya al carajo.

Ahora, como en épocas anteriores, hacen llamados para pronunciarse contra las FARC-EP y de esa manera azuzar el odio, la venganza. Una vez más aparece el otrora incitador de los rescates militares de los retenidos por la insurgencia fariana, el sicario del micrófono, Herbin Hoyos, mediocre instigador de odios. No se equivoca Alfonso Sastre cuando dice que constituye un serio peligro un micrófono en manos de un cretino, cuando el tal cretino goza de impunidad. Con el apoyo del aparato militar, el uribismo, la derecha más recalcitrante y, por supuesto, la CIA, Herbin Odios, la cotorra que transmite los mensajes guerreristas de estos sectores, se encuentra organizando una nueva campaña de boicot de la paz, al convocar a una marcha contra las FARC-EP el próximo 15 de febrero de 2013. Este insidioso mercenario del micrófono, desde su set de radio, pretende movilizar a la gente no para defender los diálogos de paz, sino para denigrar a la insurgencia y así justificar que se dé más plomo contra la guerrilla y, de esa manera, se continúe con la guerra contra las FARC-EP y el pueblo colombiano.

Miserable Herbin Odios, no le importa la suerte de millones de colombianas y colombianos. Le interesa la paga que recibe de sus amos. Manipulador de conciencias, enemigo de la paz y de la solución política del conflicto colombiano. Esas son las razones de la marcha del 15 de febrero de 2013, no otras. Por ello es necesario hacer un llamado a las y los periodistas dignos del mundo entero, a las organizaciones populares en Colombia, a los mandatarios progresistas a que se pronuncien por la defensa de la paz y denuncien a quienes, a través de todos los medios, quieren boicotear la misma. A desenmascarar al uribismo criminal y a sus acólitos como Herbin Hoyos.


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