La lógica de la contra-revolución: Venezuela y Ucrania-Crimea

Debemos empezar por precisar que el sistema internacional de relaciones internacionales está, aceleradamente, cambiando del modelo impuesto por el Imperialismo durante el transcurso del siglo XIX hasta, prácticamente, la “Caída del Wall Street” caminando hacia un escenario de profundo y permanente caos internacional continuo donde los actores principales se topan unos con otros tratando de imponer sus paradigmas en el marco de la realidad actual de la evolución del sistema capitalista en esa relación dialéctica entre la realidad interna de un país y la realidad que ese país mantiene en el escenario internacional retroalimentándose una con la otra en un camino que nos consideramos como de “cul de sac”.

Es de obligada ética profesional exponer que los diferentes socialismos que actualmente se expresan “acá y a cuyá”, probablemente, exceptuando el socialismo en desarrollo en la República Popular China, los restantes expresiones socialistas están fuertemente condicionadas por las contradicciones internas que, evidentemente, podrían limitar y limitan sus desarrollos internos, particularmente, en el nivel de sus estructuras económicas en tanto y cuanto que estarían presentes una serie de variables objetivas que condicionan ese desarrollo a nivel de la socio-economía como podrían ser: desarrollo “chucuto” de los sectores del segundo nivel del desarrollo económico nacional, servicios, insuficiente manejo del primer sector de la economía y las dependencias en tecnologías de punta tan obligantes en los presentes tiempos históricos de la economía globalizada.

¿Qué tratamos de exponer para su comprensión? En primer lugar, el modelo jurídico internacional (Derecho Internacional Público) que se impuso y desarrolló durante el espacio de tiempo arriba en referencia ha entrado en su propia contradicción cuando sus contenidos se encuentran con el actual desarrollo del sistema capitalista mundial y/o sí ustedes así lo prefieren con el sistema capitalista globalizado y/o mundializado. Al entrar en crisis ese sistema jurídico internacional que bien está expuesto en su praxis en el texto de la Carnegie Endowment for International Peace, publicado, originalmente, en 1921 por Oxford University Press, en dos (2) volúmenes (Treaties and Agreements with and concerning China), al cambiar las realidades de las calidades de la expresión del Imperialismo como proceso-conceptual íntimamente impreso en el desarrollo lógico del sistema capitalista, al incorporar los obligados desarrollos tanto estructurales como super-estructurales del propio sistema capitalista no solo a nivel nacional sino también en su ambiente internacional en los actuales momentos históricos, al incorporar las realidades obligantes producidas por las diferentes expresiones de guerras inevitables no solo mundiales sino regionales y nacionales profundamente afectadas, al tiempo, por los desarrollos tecnológicos aplicados a las industrias militares nacionales, al conocer los ascenso y decadencias de, aparentemente, débiles imperios (británico, francés, alemán, belga) cuales por diferentes razones teórico-evolutivos de sus expresiones imperialistas entraron, paulatinamente, en crisis y decadencia incontrolables (lógica histórica) de esos gobiernos imperialistas pero manteniendo las aspiraciones sico-imperialistas-heredadas-por-la-decadencia-imperial y, al tiempo y conjuntamente, con el lógico, evidente, histórico y brutal ascenso del Imperio y su expresión lógico-teórica en praxis de su correspondiente Imperialismo de ese novel país continental americano titulado como los Estados Unidos de América.

Así mismo y al tiempo histórico del incorporar las evoluciones en el sector de la Ciencia & Tecnología en los escenarios mundiales asimétricamente desarrollada; al incorporar los significados del proceso de liberación e independencias de las colonias conquistadas en guerra, invasión y opresión durante aquel primario imperialismo desarrollado en los tiempos históricos del siglo XIX globalmente y las profundas consecuencias socio-económicas para los imperio-imperialistas “tradicionales” que afectaron paradigmas como la industrialización global, la división internacional del trabajo, las migraciones, entre otros varios factores reales y en consonancia con el propio desarrollo en evolución del sistema capitalista mundial; cuando la super-estructura, propiamente, referida al “imperialismo globalizado” post-2da. Guerra Mundial, Bretton-Woods y el Plan Marshall; cuando los procesos de “guerra permanente” que se han mantenido, en sus diferentes expresiones, particularmente, sobre bases etno-ideológico-religiosas desde el mismo momento que Washington asumió su rol como “policía mundial”; cuando las cualidades del concepto en praxis de la alienación han ido evolucionando con los tiempos históricos frente a realidades nacionales e internacionales; cuando los mercados internacionales han venido evolucionando según los paradigmas en desarrollo de la evolución del sistema capitalista mundial; cuando el propio “desarrollo democrático de la economía mundial” comienza a entrar en su propia realidad sin vuelta atrás para su propia recuperación (léase: neo-liberalismo); entonces, el Poder se ve en la necesaria obligación de repensarse, redimensionarse, reorientarse y reimponerse, nuevamente, en el escenario internacional de las relaciones internacionales desarrollando nuevos esquemas jurídico-impositivos que le permitan mantener y profundizar en los significados reales del ejercicio del Poder el sistema capitalista.

En segundo lugar, es obligante precisar los actores y sus contradicciones en la obligada necesidad de dar a conocer a que estamos refiriéndonos a las actuales realidades internacionales actuales.

En el primer sub-conjunto tendríamos a los países: EEUU de América, la Comunidad Europea, Japón, países de la Asean y los países latinoamericanos componentes de la Alianza del Pacífico; un segundo sub-conjunto conformado por Rusia, China, India, Brasil y Suráfrica. El tercer sub-conjunto sería la Unasur donde podríamos adicionar a los países del Caribe y, por último, tendríamos el sub-conjunto de todo el continente de África. Ello no obsta para tener que aceptar y comprender que habría situaciones donde ciertos países, también, serían miembros de otros sub-conjuntos extraños al propio como, por ejemplo, Brasil que también y en importancia pertenece al sub-conjunto de la Unasur así como todos los países al sur del río Bravo y de la península de la Florida se conforman en el sub-conjunto de la Celac.

Todo el escenario en explicación previa, a su vez, está afectado por realidades socio-económicas y políticas específicas.

Tendríamos en primer lugar, los denominados países del denominado “primer mundo” adscritos al sistema capitalista estadounidense y aquellos en proceso de transición hacia un capitalismo según dichos paradigmas capitalistas impuestos por Washington, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en tanto y cuanto nos estamos refiriendo, concretamente, a la Comunidad Europea y, en relativamente fechas recientes, a los países de Europa del Este (ex-Repúblicas socialistas).

En un segundo escenario tendríamos países con economías confrontadas con el actual sistema capitalista comandado por Washington aún y considerando sus propias diferencias intra-grupo como serían: Rusia, China, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba, fundamentalmente.

Un tercer escenario podría estar conformado por los países árabes, Irán y países de Asia Central con todas sus contradicciones intra-países pero su fundamental importancia geopolítica y geoestratégica mundial.

Un cuarto grupo sería aquel compuesto por los países de la Asean, Australia y Nueva Zelandia donde podremos percibir expresiones socio-políticas y económicas muy interesantes como podrían expresarse aquellas entre, por ejemplo, en las diferencias sustanciales entre Singapur y Malasia.

Y, por último, nos encontramos con la compleja realidad que se expresa en todo el continente de África en su globalidad diferenciada continental.

Pero en el marco de ese escenario tan complejo, nos consideramos que se presentan variables interesantes sustentadas en la objetiva realidad del sistema capitalista globalizado que imponen un escenario internacional que se conforma en tres (3) sub-conjuntos: el conformado por países que se enmarcan dentro de los paradigmas impuestos por Washington; el segundo sería aquel donde están presentes países con economías en transición y cambios profundos cuales, básicamente, se expresan en Rusia, China y Venezuela; y un tercer sub-conjunto estaría conformado por economías profundamente dispares como serían aquellas que se exponen en los países de África.

En el marco de todo lo anteriormente expresado tendríamos que considerar actuales y recientes realidades temporal-históricas gracias a “el cansancio” del desarrollo perfectible del sistema capitalista que se impuso y desarrolló con y por las imposiciones realizadas por Washington y el Poder con las instituciones de Bretton-Woods-FMI-Banco Mundial-Plan Marshall que tuvieron “su catarsis” en la “Crisis de Wall Street”.

Es evidente que la “Crisis de Wall Street” es y representa un antes y un después de aquella política imperialista a la cual nos referíamos al principio del presente texto. Es decir, el imperialismo que se comenzó a conformar a partir del siglo XIX llegó a su cenit y crisis consecuente con lo significativo de la crisis referida sucedida en Manhattan. Ello ha obligado a Washington y al Poder a asumir, responsablemente como conductores del sistema capitalista mundial-global, el rediseñar las estructuras del capitalismo (reingeniería profunda) y, por ende, asumir todas las consecuencias resultantes de esa decisión de Estado-y-Poder a nivel mundial en el marco de su auto-impuesta responsabilidad de ejercer como “gendarme mundial”. Es decir, llevar a cabo la reingeniería de las finanzas mundiales con la reingeniería de la banca mundial; imponer la “nueva división internacional del trabajo”; profundizar en las economías nacionales en toda su existencia para su total y completa privatización; el control absoluto de los mercados dependientes de los proveedores de materias primas; y realizar una muy profunda reingeniería de las fuerzas armadas nacionales, la reingeniería de sus componentes militares en la OTAN, rediseñar todas las estrategias de defensa y seguridad no solo nacionales sino globales implícitas en lo significativo expresivo en praxis del sistema capitalista cual se manifiestan en las nuevas tecnologías militares, ciberespaciales, el absoluto control de las rutas marítimas comerciales y, en consecuencia lógica, rutas marítimas militares y los espacios terrestres para alcanzar el absoluto control de esa nueva estrategia geopolítica que se expresa en praxis de rodear a China y a Rusia; buscar alcanzar el éxito del “Golpe de Estado permanente y continuado” en Venezuela; como socavar las realidades internas de Bolivia, Ecuador, Argentina y, aproximaciones de desgastes socio-sicológico y económico de las realidades internas de Brasil.

En el marco de lo inmediato anterior, nos obligamos a preguntarnos: ¿Por qué Ucrania y Venezuela? Nos podríamos preguntarnos, al tiempo: ¿Por qué los medios internacionales en consonancia con y en Washington y la Comunidad Europea conjugan las realidades en curso en Ucrania con las realidades en curso en Venezuela? Por último, preguntarnos: ¿en qué se parecen Ucrania y Venezuela para que el Poder y Washington asemejen escenarios tan diferentes y distantes como los que se expresan tanto en Ucrania como en Venezuela? Podríamos llevar nuestras inquietudes en especulaciones a exponer que el desarrollo del “golpe de estado en Ucrania” que ha conllevado a la “situación de Crimea” podría parecerse al escenario en pleno desarrollo que se están expresando en los estados Táchira con expresiones conjuntas en los estados Mérida, Barinas, Zulia y Falcón.

Por último, nos permitimos preguntarnos: ¿cuál es la estética de la propuesta socio-política y económica de la contra-revolución (léase: MUD) para no solo Venezuela sino también para poder desarrollar como “pares de Washington” los paradigmas arriba descritos en todo el continente suramericano; al tiempo que inquirirnos porqué de la negación reiterativa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cual temporalmente y por razones de táctica la han suscrito con la finalidad de poder justificar, flexiblemente, su aplicación al proceso de “golpe de estado continuado y permanente”?







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Miguel Ángel Del Pozo


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