¿Se acabó la “Era de Sudamérica” en los Mundiales de Fútbol?

La paliza humillante 7-1 de Alemania contra Brasil dejó al mundo futbolístico estupefacto. Después del partido, en el programa De Zurda a través de Telesurtv.net, el compañero y astro argentino Diego Armando Maradona comentaba que una de las razones por la cual Alemania jugó tan bien ese partido fue porque ellos (Alemania) “tenían equipo” y, en contraste, Brasil “no tenía equipo.” Es decir, La Seleçao jugaba como un conjunto de estrellas que no estaban acostumbradas a jugar juntos, al punto que les faltaba dinamismo colectivo y ritmo, en parte porque para que Escolari convocara a La Seleçao, figuras como Neymar Jr. o David Luiz tendrían que viajar de Europa por 12 o más horas, algo que sus cien-veces multimillonarios clubes europeos no les gusta ver. Por ende, les faltaba dinámica colectiva de un verdadero equipo, el ritmo y la predictibilidad que se establece en la cancha entre jugadores del mismo equipo cuando juegan por meses y años. Lo mismo dijo Maradona al referirse a la selección albiceleste después de perder en las finales contra Alemania.

En contraste, las estrellas alemanas como Oezil solo tendrían que tomar un tren bala y estarían en su destino alemán en 1.5 horas. Aparte de esto, 6 de los titulares de la selección alemana juegan en un mismo club: el Bayern Munich (y uno mas jugaba como suplente para un total de 7). Entonces una pregunta de suma importancia para nuestro deporte latinoamericano es la siguiente: ¿si tener a nuestros mejores atletas todos, sin excepción, jugando en el extranjero es un problema tan grave, se habrá acabado la era en la cual América Latina ganaba mundiales de futbol? ¿Será éste el principio de un largo dominio futbolístico por las selecciones europeas y un invierno futbolístico para América Latina?

Argentina se mereció llegar a la final e inclusive tuvo muchas oportunidades de ganar el juego, pero eso es teniendo el mejor jugador en el planeta y un plantel fuerte. Sin embargo, parecía que los juegos de Argentina dependian en alguna genialidad de Messi, pero ¿qué hubiera sido de Argentina si tuvieran la fluidez de juego y el dinamismo colectivo que tenían los equipos en la época de Maradona, cuando se jugaba más en clubes latinoamericanos?

Aparte de Argentina, las selecciones latinas que mejor se desempeñaron fueron la colombiana y la costarricense, y ambas tienen jugadores jóvenes que, antes del mundial, no eran estrellas en Europa (aunque para allá van ahora, luego de demostrar convincentemente y en un escenario global su calidad futbolística).

Para añadirle al problema, los clubes capitalistas de fútbol suelen escurrirle cuanto partido le puedan sacar a sus estrellas, al punto que pareciera que hay más lesionados en este mundial que en mundiales pasados (Ronaldo, Falcao, Di Maria, Neymar, etc…). Estas lesiones le restaron al espectáculo global, y con los largos vuelos para nuestros atletas, habría que preguntarse si este flagelo nos afecta más a nosotros que a los jugadores Europeos.

Romario, leyenda de futbol y Diputado Federal en el gobierno de Brasil, hizo una fuerte crítica en la cual se refería a la falta de apoyo a los clubes de fútbol brasilero, al abandono de la juventud humilde que busca refugio en este deporte, y a lo que percibe es una rampante corrupción en la Confederación Brasilera de Fútbol (aquí un video de las críticas de Romario en sesión plenaria: https://www.youtube.com/watch?v=0x-IAfBldiI).

Notablemente, algo similar a lo ocurrido con nuestras selecciones le pasó a las selecciones Africanas que, a pesar de abundar en jugadores estrellas que juegan en los mejores clubes capitalistas de Europa, no tuvo una presencia notable en el mundial, como los casos de Nigeria y Ghana, con un solo equipo de 4 clasificados que pasó a los octavos de final (Argelia).

La Venezuela revolucionaria presta una oportunidad sin precedentes para afrontar este problema en el fútbol y el deporte latino en general (béisbol, etc…). Y como suele ser costumbre en este milenio, sería muy bello ver a la Venezuela chavista asumir el liderazgo en este tema de suma importancia: el deporte sin capitalismo salvaje. Cuba hace años tiene mecanismos para tratar de proteger a su población y sus atletas de los azotes del deporte capitalista, y sería interesante ver más discusión, intercambios, y reformas en torno a cómo manejamos este tema en La Patria Grande. No se trata de copiar ciegamente otras formas de hacer deporte.

Se trata de establecer normas para que la competencia sea global y sana al mismo tiempo. Que el deporte se de en un plano más justo para nuestros pueblos, que tanta alegría, unidad, harmonía, autoestima y orgullo nos da ver a nuestros atletas en lo más alto del mundo deportivo. ¡Que vivan nuestros atletas, y que el “jogo bonito” regrese pronto a casa: a La Patria Grande!



[1] Profesor colombiano de física y compatriota de la Patria Grande: jblandon@angelo.edu

 



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