La justificación de la Propuesta sobre una nueva arquitectura financiera regional radica en el establecimiento de un mecanismo de financiamiento suramericano, tomando como eje la creación del Banco del Sur como respuesta seria, novedosa y eficaz a las necesidades económicas y sociales de la región. La razón esgrimida parte del 'hecho de que América del Sur tiene debilidades importantes en su sistema financiero, la cual se ha visto reflejada en el pasado reciente en la excesiva dependencia de algunos países de la región respecto al financiamiento de organismos multilaterales y a una "cooperación internacional" muchas veces condicionada a determinaciones políticas y económicas detrás de las cuales se esconden intereses velados de potencias económicas o del gran capital internacional.
Por otra parte, la construcción de la nueva integración bajo la conducción de los gobiernos y la orientación de las políticas públicas que la sustentan, requiere de músculo financiero para hacer factible en el corto, mediano y largo plazo, la ejecución de "proyectos estructurantes" que permitan la concreción de la integración productiva. Asimismo, a partir del reconocimiento de la existencia de una inmensa deuda social expresada dramáticamente en los altos índices de pobreza, desigualdad social,analfabetismo y exclusión que afectan la región, se constituye en una prioridad fundamental para darle legitimidad social y política al proceso de integración en marcha. Su atención urgente, a través de la ejecución de un plan estratégico que unifique los esfuerzos de todos con el propósito de abatir dicha deuda en un plazo perentorio resulta impostergable.
En otro orden de ideas, la poca o casi nula articulación de los múltiples bancos de desarrollo que operan en la América del Sur ( existen aproximadamente 100 bancos de desarrollo ) dificulta aún más la posibilidad de potenciar y democratizar el acceso al financiamiento que requieren los proyectos de inversión social, de desarrollo tecnológico y en general, de desarrollo de las actividades productivas, bajo un esquema de cooperación con vista a fortalecer el proceso de integración regional.
La crisis financiera internacional y su origen debe dejarnos algunas enseñanzas; Si bien el perfil de la deuda ha mejorado en algunos países de América Latina, y en especial los Suramericanos que oscilan entre 30 % - 50% y mas aun cuando la comparamos con los Europeos y Norteamérica cuyos promedios Deuda/ PIB llegan a 100% y desde allí pueden tocar picos de hasta 200 %, la situación del subcontinente debe observarse con seriedad. Por otro lado debemos evitar que se repitan episodios como el caso del ataque de los fondos buitres contra Argentina, por ello la importancia de un mercado de deuda dinámico que rivalice y nos proteja de los ataques especulativos desde centros financieros internacionales.
La orientación estratégica del funcionamiento articulado de estos Elementos del Sistema Financiero Suramericano, pretende:
Necesidad de Articular la institucionalidad financiera regional
Seguidamente se analiza la Propuesta en sus aspectos más relevantes:
1.- "... Conformar un circuito regional, que contribuya a la creación de un sistema de integración financiera, que incluya los mecanismos de financiamiento existentes en la región," en especial, la creación del Banco del Sur, "orientado a convertir el ahorro en financiamiento para la inversión de la región y sentar las bases de desarrollo de la autonomía financiera regional". El carácter sistémico de la nueva institucionalidad financiera regional no pone en entredicho la autonomía de las diferentes instituciones que lo integran, entre otras razones porque la gobernanza del Banco se ha diseñado en función de la participación igualitaria de los países miembros, que son a su vez los que orientan la conducción de las demás instituciones de este gran sistema financiero, conservando cada una sus particularidades y perfil propio.
2.- Se propone "... que se cambie radicalmente el modelo de análisis, deasignación de los Recursos y de selección de los proyectos sujetos al mismo, lo cual sin duda, implicaría un cambio sustancial en la conducción y orientación de los mecanismos señalados, para dirigirlos al apoyo de la economía social".
3.- Contemplar una nueva visión que favorezca los intereses regionales sobre los de los grandes centros hegemónicos. "... la construcción de la nueva integración bajo la conducción de los gobiernos y la orientación de las políticas públicas que la sustentan, requiere de músculo financiero para hacer factible en el corto, mediano y largo plazo, la ejecución de "proyectos estructurantes" que permitan la concreción de la integración productiva". Los proyectos a ser favorecidos son aquellos vinculados a la integración regional que no necesariamente son los mismos que encierran interés para las exportaciones extraregionales ni para los planes de los inversionistas foráneos, contrario al sesgo que ha caracterizado hasta ahora a los préstamos que los multilaterales otorgan a países de la región.
4.- "... La coordinación de los bancos de desarrollo nacionales, para conformar una red integrada alrededor de una plataforma común para orientar el financiamiento con vista a complementar y respaldar la ejecución de los proyectos estructurantes y establecer una cooperación sinérgica y sistémica". Esto hace que los bancos de desarrollo integren una verdadera red y dejen de operar aisladamente, pudiendo incluso confluir en el financiamiento de proyectos comunes a varios países. Esta afirmación es extensible a los entes financieros multilaterales de la región los cuales podrán recibir avales del Banco del Sur para afianzar los créditos que ellos concedan.
5.- "... revertir el círculo vicioso de descapitalización de la región como resultado de la colocación de sus ahorros en los bancos del norte a tasas de interés inferiores a la de los préstamos que reciben de los mismos para solventar desequilibrios macroeconómicos o financiar proyectos de desarrollo y además, condicionados políticamente". Ciertamente, aunque la nueva institucionalidad pretende desplazar o excluir totalmente a los bancos internacionales en el mercado local, sí se propone eliminar o reducir la intermediación de los circuitos financieros externos sobre el excedente económico regionales para lo cual debe ofrecer instrumentos financieros atractivos en rentabilidad y nivel de riesgo. Como parte de tal estrategia debe promover, con el respaldo del Fondo de Reservas, una unidad de medida monetaria constituida por una cesta de monedas nacionales.
6.- " La formación de un Mercado de Capitales Regional que aproveche las inmensas potencialidades que tiene la región para promover la inversión productiva y el manejo de la deuda externa de manera autónoma, sin los condicionamientos políticos que aplican los organismos multilaterales tradicionales, aprovechando la experiencia adelantada por Venezuela yArgentina en esta materia". La práctica ha demostrado como, el manejo inteligente y oportuno de emisiones de deuda puede captar recursos del mercado y ayudar a mejorar el perfil de deuda y reducir el riesgo país o el riesgo región. Estas operaciones pueden resultar de interés para los fondos de inversión y reservas de países que han acumulado liquidez por su posición exportadora como son los casos de China, India, Rusia, Sudáfrica,Irán y otros independientemente de su interés geopolítico en participar en el fortalecimiento del Banco.
7.- "Las instituciones financieras regionales - CAF, FLAR, BLADEX, entre otras-deben ser evaluadas a fondo para determinar su alineamiento con el nuevo enfoque de la integración y de ser el caso, plantear su reconversión a esos fines. En todo caso, su incorporación al sistema del Banco del Sur, es deseable y sería pertinente en la medida en que las mismas encajen en el nuevo modelo de integración, el cual prioriza los proyectos estructurantes, la integración productiva y sobre todo el desarrollo de la economía social." No existe intención alguna en liquidar o hacer desaparecer instituciones financieras existentes sino la de promover su reacomodo institucional, a partir de la creación de una institución fuerte que ejerza un liderazgo gracias a sus inmensos recursos y desempeño asertivo, como sería el Banco del Sur. El Banco podría por ejemplo, ofrecer abundantes recursos a bajo costo a la CAF y al Bladex como a cualquiera de los bancos de desarrollo, y ser a su vez depositario de las reservas del FLAR. El examen a que se someten estas instituciones es en realidad, básicamente, un autoexamen, para que aprecien sus nuevas potencialidades y valoren sus especialidades y experiencia. Es claro que independientemente de tal auto-evaluación, el FLAR debe orientarse a una expansión en el volumen de reservas y número de países miembros, que el Bladex debe privilegiar el comercio intra-regional y que la CAF podrá emanciparse de las pautas del consenso de Washington y mejorar las tasa de interés exigidas a los prestatarios sobre todo si se trata de países de menor desarrollo relativo.
8.- "Fondo de Reserva activado con el aporte proporcional de los Estados parte, con el propósito de atender los desequilibrios macroeconómicos, especialmente de la balanza de pagos". Las modestas magnitudes de los aportes manejados por el Fondo solo le han permitido atender con prontitud y suficiencia los requerimientos de países pequeños y de menos nivel de ingresos. Al aplicar un criterio de proporcionalidad, sus recursos aumentarán y podrá dar respuesta a países de distinto rango económico. Esto conforma una herramienta para la integración financiera y convergencia macroeconómica porque beneficia no sólo a los países que reciben la ayuda sino a los que tienen relaciones comerciales con dicho país y en general al resto de los miembros de la UNASUR. Las reservas internacionales depositadas en el FLAR no serán destinadas a formar el capital social del Banco del Sur, sino que engrosarán los recursos de éste mediante la figura de depósitos o fideicomisos del Fondo.
9.- "Debe estudiarse la creación de centros regionales del mercado decommodities agrícolas y minerales, a partir de las fortalezas que tiene la región en la producción y exportación de materias primas, cuyos precios están sometidos a las fluctuaciones que imponen los carteles de los grandes consumidores de las mismas, a través de las bolsas de Chicago o Londres". Hasta ahora muy poco se ha hecho en Latinoamérica por formar su propio mercado de comoditties y ofrecer financiamiento a los países en función de sus mercados de futuros. El Banco del Sur podrá ofrecer esta alternativa a países miembros que tienen grandes esperanzas en este mecanismo para obtener financiamiento oportuno y seguro a partir de sus recursos naturales. Igualmente, esto podrá ayudar a proteger estos bienes de caídas abruptas en los precios por manipulaciones en los centros financieros del globo.
10.- "Alimentar la construcción de un Fondo Social orientado a financiar los planes de lucha contra la pobreza y la exclusión social". Parte de los excedentes o utilidades acumuladas por el Banco, podrían aplicarse a ayudas o fondos no reembolsables invertidas en proyectos sociales vinculados a las operaciones crediticias del propio Banco. Se daría una sinergia entre préstamos y cooperación financiera para maximizar los recursos disponibles. Ese Fondo Social puede recibir aportes de otro origen además de lo que pueda suministrarle el Banco. De esta forma se podrán ver acompañamientos de por ejemplo, créditos para construcción de escuelas, con ayudas para programas de formación docente, lo que incrementará el impacto de los proyectos sociales. También se contempla en este caso la figura del crédito blando, mediante la cual se aporten préstamos a ningún o muy bajo interés además de los aportes no reembolsables, cuando se trate de proyectos de gran impacto social o de gran interés para la integración como por ejemplo una vía de comunicación que beneficie a varios países además del país receptor.
La fundación del Banco del Sur es una propuesta audaz, pero es una propuesta seria. Es una iniciativa que se origina en uno de los países de la región, el más favorecido por la realidad del mercado de hidrocarburos en el mundo lo que le ha permitido una privilegiada posición financiera. Sin embargo ha sido respaldada con sorprendente rapidez por otros países de la región pero no solo por los que tienen interés en los servicios y programas crediticios que pueda ofrecerles el Banco sino por los que ven él un mecanismo razonable de soporte a la convergencia macroeconómica de la región y una herramienta formidable para el logro de una madurez de la estructura financiera regional. Aquí la racionalidad económica se une con la lógica política. Las voces discordantes son cada vez más pocas y más débiles, opacadas por una indetenible corriente de respaldo que ha enriquecido y fortalecido la propuesta original. La búsqueda paciente del consenso, mediante la discusión franca y la participación abierta de todos, como lo pregona el ideal bolivariano de la integración continental, comienza a dar sus frutos y el Banco está muy cerca de ser una palpable realidad.
Amenothep Zambrano - economista y miembro de la comisión técnica para la creación del banco del Sur , por Venezuela
Nelson Croce - economista de la asamblea nacional de Venezuela.
Amenothep Zambrano Contreras
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