En los últimos días se ha agravado la situación con respecto a la Guerra Civil en Ucrania, por un lado las negociaciones se han vuelto turbulentas por una serie de factores, entre ellos la intromisión de los Estados Unidos en los asuntos internos Ucranianos, el derribo del avión de Malaysia Airlines, las constantes acusaciones en contra de Rusia de su beligerancia en un conflicto interno, así como el anuncio de lado y lado de la aplicación de sanciones; lo cual conlleva la situación a niveles de tensión insospechados.
En primer lugar, las acciones del Gobierno de Kiev por reprimir salvajemente la resistencia en Novorossiya, es un error de magnitudes astronómicas, por cuanto deja al descubierto la capacidad de negociación del Estado en contra de un grupo de ciudadanos alzados, lo cual no pueden vencer ni militar, ni políticamente; en vista que la extensión del conflicto, así como el número de víctimas, hablan por sí de lo nefasto de tal decisión.
En segundo lugar, el gobierno de Kiev ha anunciado una serie de sanciones en el ámbito comercial, como es la prohibición de paso por su territorio de hidrocarburos provenientes de Rusia, dirigidos al mercado europeo, lo cual es un verdadero “Harakiri” económico, en vista que muchos países de la zona incluyendo Ucrania, dependen exclusivamente del gas ruso, y la reposición de ese suministro si bien no es imposible, es casi imposible suplir en el mediano y corto plazo y mas con las circunstancias actuales del mercado mundial de petróleo.
Ucrania indudablemente está jugando una carta que no ha debido sacar, está mandando un mensaje a sus socios europeos de derrumbar la economía del continente, si no lo apoyan en su aventura contra Rusia, creando en los europeos de a pie, la sensación de que la situación en Europa oriental les están tocando los bolsillos. Por otra parte, Kiev debe solamente en factura de gas, unos cinco mil millones de dólares a Gazprom, así mismo, están en la modalidad de prepago por el gas, en razón del incumplimiento de contrato, aunado a que en pocos meses entra el hemisferio norte en las estaciones de mayor frío, lo que indudablemente aumenta la demanda del combustible y son famosos los inviernos rusos en mellar la voluntad hasta del mas guapo, ejemplos hay varios en la historia, que no vienen al caso.
En tercer lugar, está la reacción de Vladimir Putin, el cual indudablemente ha demostrado ser un gran estratega, un verdadero jugador del ajedrez político, en contrapartida a los líderes occidentales “Yuppies” lectores “The Economist” que no han podido atinar una sola de sus decisiones; la gira por América Latina del presidente ruso, fue en gran media, para contar con el apoyo de los gobiernos socios en el suministro de alimentos en esta circunstancia especialmente comprometedora, de bloquear por un año las importaciones de la Unión Europea, Canadá, Australia y los Estados Unidos, lo que ha provocado una reacción en cadena del pueblo trabajador europeo, que ve mermada su capacidad económica por culpa de unos irresponsables dirigentes, que están jugando con fuego al lado de un polvorín.
La situación de guerra que existe en Ucrania, no es producto del querer ser miembro de la Unión Europea, la situación de guerra es por el tema de fondo de la membresía en la OTAN, con las consecuencia que ello trae, como es la instalación de armas nucleares y un escudo antimisiles en las narices de Rusia, cuestión que permitió en el pasado producto de una situación económica precaria que atravesó por la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, no obstante, tras la recuperación interna de la economía, la Federación de Rusia, trató en un primer momento de posicionarse como una potencia regional, ahora en el siglo XXI como una superpotencia mundial.
En este mismo orden de ideas, la situación a todas luces bochornosa de la Unión Europea, de pretender prohibir a Suramérica que venda alimentos a Rusia, y la negativa abiertamente expuesta por el gobierno de Rafael Correa, hace pensar que el Mundo en todo sentido ha cambiado, ha girado a una multipolaridad, esta situación era impensable hace unos diez años atrás en el contexto de la guerra total contra el terrorismo de George Bush, claro está, con la excepción de la visión profética de Hugo Chávez al respecto. Incluso países como Turquía aliados en la OTAN desde 1952, mas no en la Unión Europea, por motivos racistas y de egos económicos por parte de Francia y Alemania, van a sacar provecho de su situación de país no miembro de la UE, y vender productos alimenticios, promoviendo así su economía pujante en el medio oriente.
Por último, se debe hacer hincapié en el papel que debería cumplir Ucrania en la Europa del futuro, eso lo escribió Zbigniew Brzezinski, hace ya unos 20 años y profundizar sobre el tema es redundar, y es la neutralidad lo que debería caracterizar a su política exterior, existen países que tienen la fórmula inversa de los turcos, son miembros de la Unión Europea y no de la OTAN, Finlandia por ejemplo ha peleado guerras contra su vecino el entonces Imperio Ruso, desde tiempos de los zares, y hoy en día tienen relaciones bilaterales normales, provechosas, respetuosas, en un ámbito de simbiosis económica, en la cual se complementan ambas economías y han sacado provecho de su cercanía.
Finlandia, incluso en el tiempo de la URSS, actuó en un par de guerras contra los soviéticos (Guerra de Invierno 1939-1940 y la Guerra de Continuación 1941-1945), lo que condujo a una pérdida de 10% de su territorio, cumplir con reparaciones de guerra, sin embargo, jamás fue ocupada por el Ejército Rojo, incluso la URSS devolvió en 1956 la base de Porkkala, las malas experiencias producto de un conflicto con una superpotencia mundial, conllevó a la neutralidad, proceso conocido como “finlandización” de la política exterior, no participó en la Guerra Fría y se dedicaron a fundar un país próspero, ajeno a lo que pasaba en la Europa aupada y ocupada por los Estados Unidos y su lucha contra los eslavos.
Para terminar, la decisión que tomen los ucranianos debe estar encaminada en sacar el mayor provecho de su situación geográfica, ya las malas decisiones han conllevado a la pérdida de territorios que de facto no les pertenecían, como es el caso de Crimea la cual les pertenecía de iure, allí tenían un ingreso de varios cientos de millones de dólares anuales, sólo por el hecho de arrendar la Base de Sebastopol, así como un descuento en la factura de gas que llegó a rondar los 35.000 millones de dólares en subvenciones[1], eso lo perdieron y sin disparar un solo tiro, imagínese lo que pasaría en una guerra abierta con la Federación de Rusia, si en los papeles, no pueden con un grupo de alzados medianamente armados dentro de su propio territorio, las opciones se cierran, y las ayudas inexistentes de Europa, se diluyen en los bolsillos de los protagonistas del Maidán y los pueblos reclaman su tranquilidad y su prosperidad, solamente esperamos que la sindéresis se imponga.
*Magíster en Relaciones Internacionales
[1] Fuente: http://www.gaceta.es/noticias/
