La prostitución política e ideológica de las reservas de la fuerza publica

Se dice que un reservista es aquel uniformado que deja el servicio activo y pasa a la vida civil a esperar el llamado de la patria cuando esta se vea amenazada en su soberanía, independencia, integridad territorial, orden social, o bien cuando la patria misma requiera sus servicios por determinada cantidad de tiempo sea en tiempo de paz o de guerra. Reservista no es solo aquel personal que al terminar el servicio militar obligatorio, también pasa a la reserva el personal de carrera que decide voluntariamente terminar sus servicios, o es llamado a calificar los mismos, o es retirado por sanidad o por problemas jurídicos y/o disciplinarios. Bien sea personal de la policía nacional, ejército nacional, armada nacional, fuerza aérea e Inpec. Cuando se sale del servicio activo el ciudadano al pasar a la vida civil observa como en su vida ya no existe esa especie de “seudosocialismo” ya no existe, y hablo de seudosocialismo porque en la vida castrense usted junto a sus compañeros de armas ingresa y desde el primer momento que pisa el cuartel sabe que entra a una institución donde todo es uniformidad, en donde a usted no le va a faltar nada porque techo lo hay, comida la hay, vestuario lo hay, seguridad social la hay, prestaciones, remuneración salarial la hay, entre otras cosas que la mayoría del pueblo no las tiene, lo único que le toca al uniformado es trabajar y así puede acceder a todos los beneficios que le ofrece la vida castrense eso en si es una especia se socialismo con la diferencia de que en Colombia la fuerza pública en su aparato doctrinario e ideológico tiende más hacia la extrema derecha, de hecho la mayoría de personas que se enlistan en la fuerza pública lo hacen con el fin de conseguir una aparente estabilidad, y en cierto modo ese estilo de vida les ofrece disponibilidad total, es por ello que cuando el uniformado deja de serlo y pasa a ser un civil se siente en total desamparo y desprotección debido a que llega a un estilo de vida que les exige mayor preparación para la competencia, por dicho motivo tras el argot de las necesidades de las reservas de la fuerza pública han surgido diferentes colectivos, organizaciones, movimientos, asociaciones entre otros que fungen como defensoras de los derechos de los reservista, y en cierto modo han tenido razón porque el reservista en Colombia es como la caña que le sacan el jugo y luego botan el bagazo, y como dentro de las instituciones la mayor preocupación de sus comandantes y jefes tanto militares como político-administrativos es solo su utilización para el servicio pero en si no les ha preocupado la preparación del personal en labores que faciliten su reinserción a la vida civil, por dicho motivo muchos cuando el señor oficial, suboficial, soldado, agente o guardián sale a un mundo en el cual no existe nada garantizado y pasa del aparato represor del estado a ser un ciudadano común y corriente entra en un choque de emociones muy cambiantes por eso se asocia, se agrupa y busca compañerismo al interior de diferentes organizaciones que supuestamente defienden sus derechos , dichas organizaciones no son homogéneas, por más que traten de igualar nostálgicamente la uniformidad de un ejército no la logran, es más puedo decirlo sin temor a equivocarme, ni las mismas fuerzas armadas son homogéneas, si bien la disciplina castrense exige desprendimiento total de lo político e ideológico, las fuerzas armadas son un ente político por excelencia todo por cuanto sirven al régimen que este de turno y dicho régimen se hace elegir con un programa de gobierno el cual está fundamentado en sus bases ideológicas, eso quiere decir que al interior de las organizaciones de reservas de la fuerza pública existen corrientes ideológicas, prueba de ello es su falta de unidad, recordemos que han sido caldo de cultivo para que políticos respetables y politiqueros les hayan endulzado el odio con promesas, y han sido varios de estos quienes al llegar al poder han recortado sus derechos prestacionales, pero en si las organizaciones no se ayudan, por dicho motivo se han vuelto prostitutas políticas que se han vendido al mejor postor, a quien más les ofrezca promesas y por esto se han olvidado de su potencial para poder tener control y poder político y social, esto radica precisamente en que han caído manipuladas las reservas en cuanto a sus necesidades, sumándole a eso los vicios de forma heredados del servicio activo en el cual pretenden continuar con estructuras radicalmente verticalizadas en donde se hace lo que el jefe dice, entonces comienzan comportamientos como si fueran sectas en donde las bases solo sirven para hacer el show y trabajo político de quienes aspiran a cargos de elección popular, es decir vuelve y se recalca la jerarquía por consiguiente siguen marcándose la diferencia de clases, y por ende no existe un factor de unión programática, política, ideológica y de ruta de trabajo de masas, es decir las asociaciones de reservas se convierten en comodines políticos, y no solo las asociaciones sino también las familias de los retirados, es natural y muy evidente encontrar asociaciones que son de extrema derecha y aun le caminan a Álvaro Uribe Vélez, otros se han ido hacia la centro izquierda como lo es el partido alianza verde-progresistas siguiendo al ex senador y ex candidato presidencial Camilo Romero curiosamente al mismo tiempo le caminan y le coquetean al santismo encarnado en Juan lozano , otros por su espíritu de cuerpo han seguido al Capitán Martin Fierro, otros se fueron hacia el lado de David corredor y su “movimiento socialista bolivariano”, otros hacia “unireservas” que supuestamente es otra organización de reservas de corte bolivariano; dicha realidad la pudimos ver con mayor evidencia en las elecciones pasadas, donde a las reservas los politiqueros las manejaron tal cual se maneja una ramera del mas bajo perfil social, de nuevo y quien sabe por cuantas décadas seguirán siendo la vil amante de la politiquería, y todo ello es precisamente porque pese a la problemática de los retirados estos se creen con mejores derechos que el resto de colombianos pues la opinión pública, el gobierno lisonjero y adulador les ha hecho creer que son héroes intocables y abnegados, y en su papel de victimas que por cierto les encanta no cuentan con una unidad programática ni voluntad de cambio autonomía, sino que venden sus conciencias trabajando de manera limosnera para diferentes campañas políticas que en su defecto no les interesan sus problemáticas sino la manipulación electoral por dicho motivo le venden su voz, so conciencia y su voluntad a Dios y al diablo por así decirlo, y de cierto modo caen ensalzados la mayoría de uniformados en retiro porque continúan con el chip de la obediencia ciega y la subordinación a un status quo social y político el cual consideran como una democracia, sin darse cuenta que su pasado papel en el servicio activo fue el de ser un factor represivo y retardatario de los cambios sociales tras estar al servicio del estado burgués, es el fantasma de la subordinación y el no cuestionamiento el que los atormenta día a día y no les permite una estructuración eficaz para exigir sus derechos sin necesidad de vendérsele a políticos y politiqueros de todos los linajes, obviamente como toda regla tiene su excepción hay retirados con conciencia social que se han sumado a diferentes procesos sociales y de masas y que son tildados por sus compañeros de armas de otras asociaciones como “títeres serviles del terrorismo”, son esos señaladores quienes retardan los procesos por alcanzar los derechos y quienes con total descaro afirman que aquellos uniformados detenidos por crímenes de lesa humanidad, por ejecuciones extrajudiciales (falsos positivos), así mismo por diferentes delitos son presos políticos y lo sostienen con la excusa de que el poder militar está subordinado al poder civil, lógico lo dicen a conveniencia porque bien sabemos que en muchas controversias en que el poder militar se ha visto envuelto en las cuales el poder civil ha tenido su responsabilidad el chantaje castrense ante el poder político no se ha hecho esperar para maquillar la realidad, afirman que el partido comunista clandestino de las FARC-EP sostiene contra ellos una guerra política y jurídica en contra de la fuerza pública, y que el “castrochavismo” está formando y avanzando en una conspiración para tomarse el país e implantar el “comunismo” en Colombia mediante los partidos y movimientos de izquierda, y no solo eso con dañina nostalgia evocan las épocas en que podían cometer soterrados atropellos en total impunidad amparados bajo decretos caducos como el estado de sitio el cual era una figura represiva de la antigua constitución de 1886 amparada bajo la política de seguridad nacional y del enemigo interno, son los mismos que se han prestado para sabotear iniciativas de paz que no van a su conveniencia pero los mismos que con ahínco aplauden tácitamente la evolución del narcoparamilitarismo y sus tutores políticos y más aun si estos estigmatizan a toda expresión social, son aquellas aves de mal agüero que al interior de la fuerza pública dispersan rumores para incitar ambientes golpistas, y los mismos judas iscariotes que de manera hipócrita y felona en nombre de la democracia, del orden constitucional y del combate a la subversión venden por una vil moneda a su mismo Dios, venden su misma patria hipotecando sus conciencias a la extrema derecha, y fingiendo patriotismo traicionan la heredad de la patria y el juramento de servir a la nación, y lo hacen claro esta atropellando al pueblo que es la mano que los alimenta y su razón de ser para servirle a las elites que son las mismas que les recortan sus derechos, son esas prostitutas políticas las cuales empeñan la palabra, la voz y el voto de todos los retirados de la fuerza pública al mejor postor y por consiguiente convirtiendo en títeres políticos a toda la fuerza pública, tanto activa, como retirada como a sus familias, por tal motivo la causa de los retirados en Colombia por sus derechos adquiridos ha sido, es, y será por muchas décadas y a lo mejor para siempre un nido de prostitución política, aberraciones ideológicas y vagabundería electoral de hecho se dice que en estos días se llevara a cabo la marcha mundial de la clases obrera militar, policial y penitenciaria, ohhh sorpresa ya comienzan a utilizar el lenguaje marxista, de hecho comienzan a combinar en sus luchas métodos izquierdista, pero a nadie engañan sus fines son los de reclamar de manera egoísta sus derechos para luego seguir lamiendo la bota gobiernista, pues no tienen voluntad de cambio, ni una visión de patria colectiva, a lo sumo esta marcha como otras expresiones desparpajadas que ha habido y vendrán servirán no para evidenciar una problemática social castrense sino que de seguro será el caldo de cultivo de oportunistas que aprovechan dichos espacios para crear protagonismo, y convertir a las reservas en parásitos del movimiento social colombiano y todas sus expresiones populares.



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Manuel Andrés Ibarra Gutierrez


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