Polonia: vuelco histórico a través de la óptica de una cámara

El documental titulado "La Verdadera Historia. Agudo Giro en la Historia de Polonia" de Radik Kudoyarov llegó a las carteleras cinco años después de haber sido filmado. (Ren TV 2 de agosto de 2014).

La palabra dicha o la película filmada nunca se desvanece sin antes dejar un trazo. Los actuales eventos con relación a la junta fascista que llegó al poder en Ucrania y las sanciones que Occidente impone contra Rusia que se opone a la úlcera del nazismo y a la xenofobia que ha resurgido en el corazón de Europa, como también al indecoroso papel de Polonia que negativamente afecta la situación, han hecho relevante una vez más la historia descrita por los productores. El documental es ahora más vigente que nunca y se ha tornado aun más importante para comprender lo que en realidad está sucediendo en la Europa Oriental.

La historia describe el período de la historia de Polonia entre los años 1920 y 1930. Aquellos fueron días de un desenfrenado chovinismo polaco. Los esfuerzos de las minorías étnicas ucranianas, judías, bielorrusas, rusas y lituanas, para preservar sus identidades nacionales, fueron reprimidos de la manera más cruel. El régimen de Juzef Pilsudski y sus secuaces eran reacios a respetar los derechos más elementales de las minorías. Esto debilitó grandemente a Polonia condenándola al colapso en cuanto la Alemania nazi lanzó sus primeros ataques. Sufrió la derrota no solo debido a la superioridad militar de la Wehrmacht (ejército alemán) sobre las fuerzas armadas polacas, sino más bien, debido a las divisiones internas que destrozaban la sociedad polaca desde su interior. Solo unos pocos estaban dispuestos a plantear una seria resistencia para defender el país que era más bien una madrastra que una madre patria.

He aquí la paradoja histórica. Winston Churchill hizo una acotación oportuna tildando a la Polonia de entre las dos guerras mundiales, como la "Ambiciosa Hiena de Europa". Para muchos historiadores la importancia del papel jugado por Polonia en aquellos días, palideció ante el hecho que el país fue el primero en caer víctima de la intervención de Hitler que detonó la segunda guerra mundial. Del mismo modo, los crímenes del nazismo alemán empalidecen frente a los que cometió Pilsudski en sus campos de concentración, las limpiezas étnicas y el duro tratamiento contra los disidentes.

Los crímenes contra la humanidad cometidos por el régimen nazi de Alemania no pueden hacer olvidar las atrocidades cometidas por el gobierno polaco de aquellos días. En realidad, sobre eso es que trata la película. La película brinda hechos y evidencias que destacan los eventos históricos, sobre los cuales el público en general actual tiene poco conocimiento.

Pocas personas saben que antes de la construcción de campos de concentración, Polonia había logrado una gran experiencia en la desaparición de disidentes que no estaban de acuerdo con el gobierno de la época.

En el año 1934 se construyó el primer campo de concentración en Bereza Kartuska (actualmente territorio de Bielorrusia) para encarcelar a aquellos acusados de actividades "antiestatales", es decir, activistas de movimientos ucranianos, bielorrusos, judíos nacionalistas y comunistas miembros de agrupaciones clandestinas y clérigos de la Iglesia Ortodoxa Griega. No había reglas ni normas claras sobre a quien había que encarcelar, sin distinción alguna se encarcelaba en el campo a todos los disidentes. La "educación correccional" incluía condiciones infrahumanas, trabajo intensivo y acosador, golpizas y tortura.

Los "activistas por los derechos humanos" polacos estaban en estrecha comunicación con sus colegas alemanes, igual que sus jefes. Por ejemplo, Goebbels y Herring visitaban con frecuencia Polonia, los jefes extranjeros tales como Ribbentrop y Beck se veían juntos con frecuencia… Józef Kamala-Kurhanski, el comandante del campo, se entrenó en campos de concentración alemanes. Por extraña coincidencia, este último pasó sus últimos días de vida en Oswiecim (Auschwitz).

Los alemanes fueron extremadamente pragmáticos, como ya no necesitaban al estado polaco y su potencial represivo. Acabaron con él.

Alemania quería que Polonia realizara lo que ella deseaba –limpieza étnica en Kresy en los territorios fronterizos orientales, capturados por Polonia a consecuencia de la guerra de 1920 con la Rusia Soviética. Actualmente, estos territorios son parte de Ucrania occidental, Bielorrusia oriental como también Lituania oriental, con ciudades grandes tales como Lviv, Vilnius y Hrodna. Los alemanes querían esos territorios libres de "extranjeros", como ucranianos, bielorrusos y judíos. El régimen polaco cumplió con la tarea a la perfección. Todos los que no fueran polacos fueron erradicados, el régimen promovió los pogroms anti judíos en las áreas urbanas y la polonización forzada ganó ímpetu. La película nos presenta cifras impresionantes, a pesar que los extranjeros llegaban al 40 por ciento de la población de Kresy, les fue arrebatado su derecho a hablar, leer y enseñar a sus niños sus lenguas nativas, como también a orar en sus iglesias. En Bielorrusia Occidental de 400 escuelas solo sobrevivieron 37 ; mil trescientas iglesias ortodoxas fueron demolidas o saqueadas.

Con el propósito de aumentar la población polaca, el régimen recurrió a la entrega de tierras a militares retirados haciendo que ellos y sus familias se radicaran en Kresy, especialmente en Volyn . Ellos estaban al frente de la política de asimilación evocando un sentimiento de odio entre los no polacos. El film muestra a G. Matveev, Doctorado en Historia señalando que el régimen de Pildsuski hizo que los polacos fueran rehenes de su propia política etnográfica la cual condujo a conflictos internacionales y particularmente a la masacre de Volyn donde entre 80 y 100 mil personas fueron asesinadas por la OUN-UPA (Organización de Ucranianos Nacionalistas y Ejército Insurgente Ucraniano).

Esto es solo un aspecto del problema. La OUN-UPA tenía su propia ideología nazi en la cual no cabían los polacos, los rusos ni los judíos.

Habiendo despachado a Polonia en el mes de agosto de 1939 el régimen de Hitler utilizó las organizaciones de Bandera, Stephan y de Shujevych, Roman la limpieza etnográfica de polacos y judíos en la región de Volyn-Podolian y de otras áreas del Comisariato del Reich de Ucrania. Las inhumanas atrocidades cometidas por los secuaces de Bandera (corroboradas en la película con documentales de la época y entrevistas a sobrevivientes) se convirtieron en rutina. Estas agrupaciones se convirtieron en "instrumentos" especiales para realizar estas acciones – desde el Batallón Nachtigall hasta la División Galicia. La masacre de Volyn no fue algo espontáneo, fue planificada y ejecutada casi a la perfección bajo la dirección del comando OUN(B).

Actualmente, tanto en Varsovia como en Kiev no les gusta que les recuerden esos días. Por otra parte, ambos regímenes demuestran una extraña solidaridad cuando se trata de combatir al Movimiento de Liberación Nacional de Donbass. Los líderes de Polonia se degradan haciendo el papel de chiflados del régimen de Kiev. La ASBS Othago es una empresa contratista militar privada creada por el ex Ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, B. Sienkievicz. El hecho es que su participación en la supuesta operación "anti terrorista" salió a la luz pública últimamente.

Pareciera increíble, pero las fuerzas que se combatían entre sí ahora se unen para perseguir una meta común, pareciera tratarse de una paradoja, aunque solo a primera vista. La cuestión es que los tecnócratas de hoy en día y los nazis se unen sobre una base rusófoba. Polonia hizo que el hambre y las enfermedades contagiosas cobraran su cuota en el exterminio de decenas de miles de soldados del Ejército Rojo prisioneros en el año 1920. Polonia hizo que sus opositores se pudrieran en campos de concentración y en minorías asimiladas a la fuerza. Ahora montan todo un tinglado y se declaran demócratas.

El régimen neonazi de Kiev, que llegó al poder con las consignas de Bandera, emplea sistemas coheteriles de lanzamiento múltiple y napalm para exterminar a la población civil, principalmente rusos en Novorrosia. Observando de cerca a estos dos regímenes, que no son exactamente gemelos pero son evidentemente pájaros que empluman juntos. A nadie sorprendería que los polacos compartan su experiencia de Bereza Kartuska con Poroshenko y Avakov. Esta experiencia ya ha sido ya ha sido recuperada. El ex Ministro subrogante de Defensa de Ucrania planteó la iniciativa de construir campos de identificación para todos los adultos de Novorrosia, incluyendo las mujeres con el objeto de

ubicar a aquellos que tienen vinculaciones con los "separatistas". Sugirió, además, que los otros deberían ser deportados hacia otras regiones.

Una vez más, al igual que docenas de años atrás, los dirigentes agitan a los pueblos con el objeto de estimular los instintos más retardatarios. La mayoría de los ucranianos y los polacos son proclives a la xenofobia y a la intolerancia de opiniones diferentes.

Estas poblaciones son directamente incitadas a ser hostiles hacia sus vecinos que desean hablar en otro idioma y orar en iglesias diferentes.

No queremos reabrir viejas y todavía lacerantes heridas. No hacemos llamados al pueblo polaco para que siempre le recuerde a los ucranianos que ellos fueron los responsables de la masacre de Volyn. Pero las lecciones de la historia no deben ser olvidadas. En ese entonces, Hitler se confabuló con los seguidores de Pilsudsky enfrascados en la limpieza étnica de ucranianos, bielorrusos y judíos en Kresy oriental. Luego entonces, los servicios especiales de Hitler fueron condescendientes cuando militantes de la OUN-UPA masacraron a decenas de aldeas eliminando polacos. Si Varsovia se auto convence que Rusia es el enemigo principal y los seguidores espirituales de Bandera y Shujevich, que ya han empezado a poner su herencia en práctica, son sus amigos sobre la base de una amistad de cavernaria rusofobia, entonces se enfrentará a otra tragedia tipo Volyn. En esta oportunidad, tal vez, recibiría otro nombre, pero las consecuencias podrían ser aun peores.

La producción de "La Verdadera Historia, Agudo Giro en la Historia de Polonia" conduce inevitablemente a la conclusión que al margen que fue filmada mucho antes que la "democrática" Polonia y el neo nazi Kiev se unieran en un cálido abrazo. La película de Radik Kudoyarov se destaca por su gran relevancia actual.

Sin duda que si Polonia admitiera su culpabilidad y asumiera la responsabilidad por las acciones de sus antecesores, el país situado en medio de la Europa Occidental y Oriental, pavimentaría el camino para nuevas y prometedoras perspectivas internacionales y jugaría un papel importante en la definición del futuro del viejo continente.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo, serán bienvenidos en

editorial@strategic-culture.org

Traducción desde el inglés por: Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona



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