Las victorias de Dilma y Evo, son el mas reciente ejemplo

            Las victorias  de Dilma Rousseff demostró, un vez más, que cuando un pueblo  decide a votar por su dignidad y su soberanía  no hay guerra mediática que valga. Creyeron los dueños de los medios que podían torcer la voluntad del pueblo carioca desatando una feroz y salvaje   manipulación en prensa, radio y televisión basada en el paradigma de que el mensaje es el medio y se  equivocaron de bola a bola. Lo mismo le ha pasado a La Canalla Mediática de Venezuela, que tienen añales echándole paja al Proceso y no han podido: de 19 elecciones han perdido 18. Y va rumbo a sufrir otra estrepitosa derrota en las Parlamentarias de 2015. La derrota se le ve clarita en la frente.

            En el Mundial de Fútbol Brasil 2014 intentaron crear una matriz de opinión en contra de Dilma diciendo en  los medios  que la millonada de dólares invertidos en los campos de fútbol no se justificaba tomando en cuenta a los miles de brasileños que vivían en pobreza crítica. La godarria brasileña al mismo tiempo manipulaba a ciertos gremios identificados con el Capitalismo carioca para que organizaran acciones de calle, activaban sus medios de comunicación para denunciar esas acciones de calle. Al final el pueblo no hizo caso a esa manipulación y el Mundial se llevó  a cabo en medio de un rotundo éxito deportivo y popular. Llegó al extremo de asomar como un augurio del fracaso del magno evento  por lo austero, sencillo y simple del acto de inauguración

            El triunfo de Dilma lo decidió los votos de los millones de brasileños que  han logrado salir de la pobreza gracias a los programas sociales que han desarrollado, primero, el ex presidente Lula y, actualmente la presidenta Vilma Rousseff.

            En la carrera electoral por la Presidencia de Brasil se delinearon dos estilos muy diferentes. Por una parte Dilma se pronunció por un protagonismo de Estado. Por una Banca Pública que en su gestión  concedió créditos a sectores de la Industria con dificultades y respaldó los subsidios a los más pobres. Por su parte Aécio Neves, candidato del Neoliberalismo y del Poder Económico prometió la racionalización de los bancos públicos,  la reducción de tamaño del Estado y una alteración en el Mercosur que modifique las normas que  impiden a sus socios negociar acuerdos comerciales de manera individual. Y aunque no lo dijo públicamente, subrepticiamente tenía la supina intención, de llegar a ganar las elecciones, de impulsar el abandono de Brasil del Grupo Brics.

(Internet) El denominado grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica,  constituye el grupo de países más adelantados entre los Estados con economías emergentes.

Las cinco naciones, que pertenecen además al G20, tienen en común una gran población, grandes extensiones de territorio, una elevada cantidad de recursos naturales y una fuerte presencia en la economía internacional, con crecimientos importantes de sus PIB, que los hacen especialmente atractivos como destinos de inversión. Estos cinco países reúnen al 43 por ciento de la población mundial y acumulan el 25 por ciento de la riqueza, generando el 56 por ciento del crecimiento económico registrado en el mundo en los últimos años. El comercio entre los países del grupo crece a un ritmo del 28 por ciento anual y es ya de unos 230.000 millones de dólares, con vistas a llegar a 500.000 millones en 2015.

            Se imaginan ustedes, amables y pacientes lectores, lo que significaría que la Godarria Brasileña le echara mano al gobierno de Brasil de la Mano de Aécio Neves y le echara paja al Brics... Pensó ella que en el balotaje con Neves y Marina Silva bailando pegados le enredarían el volador a Dilma, y ya ven se quedaron con la vela; perdieron el saco y los cangrejos; el chivo y el  mecate. El pueblo carioca les dio la espalda y reeligió a Dilma apoyada, quien en la recta final contó con el apoyo a cielo abierto de ese gigante de la popularidad brasileña Ignacio Lula da Silva...

            Y así le vamos a hacer a los candidatos de la Oposición en las Parlamentarias 2015. El pueblo venezolano elegirá a los diputados de la Revolución y seguiremos siendo mayoría en la Asamblea Nacional. La Revolución no tiene vuelta atrás. En Venezuela, como en todos los países que decidieron ser soberanos, dignos y dueños de su riqueza, la Revolución llegó para quedarse.



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Américo Hernández


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