La Unión Europea no termina de salir de la terapia intensiva adonde la han conducido los intereses económicos internacionales que andan de la mano con los politiqueros del mismo corte de los cuartorrepublicanos de aquí. Las perspectivas no son nada halagadoras ya que parece que los remedios son peor que la enfermedad.
España vive un desempleo que bate récord histórico, con apartamentos y casas vacías que nadie puede pagar, con expulsiones policiales a aquellos que no tienen con qué cancelar el alquiler porque no tienen tampoco que comer ni adónde ir mientras que los diputados, alcaldes y dirigentes del derechista partido Popular en el gobierno y sus compinches del PSOE saquean el tesoro público por otro lado los dinosauros de la casa real hacen jugosos negocios, reciben comisiones en forma de yates o viajes al África a cazar cuánto animal se les atraviese para luego torpemente pedir perdón por televisión. Delincuentes patéticos que no tienen la más mínima idea de que su tiempo pasó y que la gente los prefiere ver en un museo de cera. Las alarmas ya sonaron. Las últimas encuestas dan a Podemos la primera opción de voto y como el barco hace aguas se les abre una brecha por el lado de los nacionalismos. Esta vez son los catalanes, productivos y trabajadores que reclaman el fin de la discriminación ejercida por el poder central que está en Madrid. Ya dieron un primer paso con la consulta del pasado domingo 9 de noviembre. Una advertencia seria al pos franquismo.
La Francia de la revolución de 1789, de las libertades ciudadanas va camino al despeñadero de la extrema derecha capitaneada por la familia Le Pen. Las últimas encuestas le dan al derechista Frente Nacional la primera opción de votos y el electorado de los partidos socialistas y gaullistas, quienes se han alternado en el poder en las últimas décadas, prefiere inclinarse hacia fórmulas más conservadoras en un momento en que se anuncia recortes en la economía y se avizoran tiempos difíciles.
De ese conglomerado de naciones que bordean el mediterráneo son enfermos crónicos Portugal, Italia y Grecia cuyas economías apenas flotan por el interés imperial del FMI y del Banco Mundial y por supuesto España lideriza el pelotón.
Pensando en las próximas elecciones el caso español es el más interesante de todos ya que la fuerza política emergente y con reales posibilidades de llegar al poder es Podemos ubicada en el pensamiento progresista y cuya irrupción se origina en los males que describimos arriba y en la ceguera que opera tanto en el PP así como en el PSOE al negar la realidad. Los únicos que de manera pragmática ven los cambios son el Pueblo español por una parte y los banqueros por otro lado. “Podemos busca que España vuelva al crecimiento económico ya que ese objetivo es de un interés común” afirmó hace poco Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander. Cuando el río suena es porque piedras trae.
