La Saeta

Chespirito, la otra cara de la moneda

No cabe duda que Roberto Gómez Bolaños quedó grabado para la posteridad en la mente de los que desde los 70s tuvimos la oportunidad de verlo en cualquiera de sus múltiples personajes. La imagen del Chapulín Colorado capaz de rendir a Supermán o al, para la época mal visto, Batman y su amante Robin (estereotipos del Tío Sam), trajo satisfacción espiritual a los pueblos sometidos por ser esa una manera de devolver figuradamente los golpes recibidos, a falta de pan bueno es el circo. De otra parte el Chavo del 8 - el programa más difundido - y la pobreza franciscana de los inquilinos de la vecindad, sirvió como soporífero para los ejércitos de miserables que inundan nuestras tierras (ser pobre es bueno), programa este de tan alto impacto que la oligarquía recibió alborozada ese mensaje subliminal como una válvula de escape, ‘sin querer queriendo’, por la que escapó la ira de la protesta social contenida en la olla de presión en que estaba convertida nuestra tierra a raíz del triunfo de la revolución cubana, contraria a los gobiernos corruptos y las dictaduras con las que el Tío Sam tapizó el continente.

La principal nominadora de jefes de estado en México: Televisa, misma que recibe las más generosas canonjías del estado por la vía de contratos, vio desde el comienzo el diamante en bruto que era ese anónimo escritor de los diálogos idiotas de Viruta y Capulina, por lo que advirtiendo lo que se escondía en ese carbón tosco le brindó toda la asistencia necesaria para desentrañar el talento que se escondía en ese oscuro dialogista. No marraron, y se ‘aprovecharon de su nobleza’, porque nunca lo tuvieron como un par sino como una ficha del engranaje, siendo considerado por la ‘crema’ mexicana un saltimbanqui de feria, inferior a su linaje a pesar de sonreírle hipócritamente a la galería, sin que Chespirito ‘lo sospechara desde un principio’.

Chespirito, no tenía ‘todos sus movimientos fríamente calculados’ porque su discurso se estrelló con su inclinación política, siendo considerado un líder popular de la derecha más recalcitrante y enemigo a rajatabla del aborto y de los homosexuales, desconociendo el derecho legítimo de la mujer a su cuerpo, así como la preferencia sexual de los seres humanos. Católico recalcitrante, jamás transigió con los miembros de otros cultos. La genialidad y creatividad de Chespirito se desperdició en malabares de circo, que si bien entretuvieron y entretienen a niños y viejos, sólo sirvieron para fortalecer a la clase avariciosa dueña del poder, diluyendo en risas teatrales con sabor a tragedia la desventura que viven millones de seres humanos que nacen, viven y mueren en medio de la más insultante miseria y abandono en esa tierra sustituta del Paraíso Terrenal. Nunca el Chapulín pidió un minuto de ‘silencio porque sus antenitas de vinilo estuvieran detectando la presencia del explotador’. De censurar el que el Kiko y la Chilindrina no ‘hayan sospechado desde un principio’ la megalomanía del Chespirito hambriento de gloria, por eso les tacañó hasta el último minuto sus derechos de autor a personajes sin los cuales el Chavo del 8 no hubiese pasado de ser otro programa de humor mediocre mexicano.

Chespirito se degustó haciéndonos creer que un miserable inquilinato es un lugar plácido para la vida humana, que no se necesita de nada para ser feliz aunque se pase hambre y que la acumulación de riqueza es problema de otro planeta. El mensaje para los pobres es como dije, subliminal, porque están predestinados por la Divina Providencia para vivir en promiscuidad y  miseria. La Chilindrina rebusca en su cerebro cazurro la manera de conseguir una moneda para comprar una golosina y satisfacer su existencia; el Chavo del 8 se conforma con una torta de jamón, que nunca llega, como si los pobres fueran cuerpo glorioso; el Sr. Barriga, a pesar de su ostentación y propiedades termina siendo un ser angelical y de una bonhomía infinita para con sus semejantes, en una clara apología a la burguesía; don Ramón nunca tiene un cobre, pero exulta felicidad con su menor hija; la bruja del 71 se solaza en su orfandad y sólo vive en busca de un macho cabrío; doña Florinda es la reina del lugar por recibir una modesta pensión de su marido muerto en servicio, suma exultante ante la pobreza de solemnidad de su vecindario y suficiente para librarse la batalla por la vida en unión de Quico, su tarado hijo. Pero ‘calma, calma, que no panda el cúnico’, todo no ha terminado: Gómez Bolaños fue un escudero del PRI, primero, y del PAN después, defendiendo bizarramente la candidatura y presidencia de Calderón, un ser anodino del que no vale la pena ocuparse.   

Resultó patético que los medios pretendiendo exaltar la bonanza económica de Chespirito, adujeran que su capital por 40 años a su servicio asciende a 15 millones de dólares. Mucho parece en principio, pero una vida a la producción, creación y actuación resultan una bicoca frente al capital por ejemplo de Carlos Slim, ése que recibió por debajo de la mesa la Telefónica de México de manos del sucio Salinas de Goitari, quien gana la misma suma cada día y medio  sin necesidad de abandonar la comodidad de los confortables lenones en que disipa su vida disoluta. No olvido el dicho de mi abuela ‘ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre’.

 

tatayapio@hotmail.com



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