¡No más "dioses" en EE.UU.! ¡No más Santos en Colombia!

¡No más ‘dioses’ en EE.UU.!

¡No más Santos en Colombia!

 

Las voces de los obreros y comunidades petroleras, de los maestros y trabajadores estatales se convirtieron en voz de las gentes del pueblo volcadas a las calles y plazas de las principales ciudades colombianas el jueves 19 de marzo. Hastiados de tanto sufrimiento e incertidumbre, cientos de miles de mujeres y hombres se vincularon al repudio masivo a las políticas fallidas del gobierno y el régimen.

 

Varias marchas desafiaron la inclemencia del tiempo y los abusos policiales, que ya hacen corear a los jóvenes ¡disuelvan a los terroristas del ESMAD!

 

Retumbaron en las calles y lo dicen hojas volantes y periódicos: la crisis económica y del petróleo la deben pagar las multinacionales que disfrutaron la bonanza de precios; también dijeron ¡Retomar las acciones de Ecopetrol en manos de agentes privados,  reversión de los campos petroleros y fin de las concesiones!, ¡Asociaciones a favor del país y no de las multinacionales!, ¡Multinacionales a pagar impuestos!, ¡No más despidos de trabajadores!. Otras voces agregaron ¡Suspensión del pago de la deuda externa y moratoria!, ¡Que rebajen los combustibles!

 

Camioneros y mineros han salido al paro a reclamar mejores ingresos. Conductores, maestros y demás trabajadores exigen mejor salario. Los indígenas, campesinos, el pueblo negro, afrodescendiente y raizal, junto a los demás sectores populares, rechazan el privatizador, antinacional y antisocial Plan Nacional de Desarrollo y las reformas tributarias de Santos exigiéndo la negociación del pliego de peticiones de la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular.

 

La recesión en industria y agricultura asocia con la proliferación de los TLC, la inversión extranjera sin controles y las medidas ordenadas por entes imperiales como la OCDE o el FMI. “La economía se encuentra en una senda de crecimiento de menos de 3% con tendencia a decaer”, argumentan economistas juiciosos y advierten el crecimiento del desempleo arriba del 10%. Refleja la inevitable crisis capitalista-imperialista mundial.

 

La construcción de infraestructura no es “locomotora” sustituta de la varada “locomotora” minero-energética, la devaluación masiva baja el salario real y no recupera un crecimiento del PIB que tiende a bajar. Reaparece con fuerza la necesidad de una “Nueva Constitución” que en lo económico plasme un diseño alternativo al neoliberalismo.

 

Hay bases sólidas para elaborar un pliego unitario que dinamice la preparación del tan necesario Paro Cívico Nacional unitario, combativo y masivo, que por su contundencia obligue a negociar a este mal gobierno y abra caminos democráticos fortaleciendo los esfuerzos por un Frente Amplio Unitario,que luche con la acción directa del pueblo contra el imperialismo, la oligarquía y el fascismo, y solidario con los pueblos del mundo.

 

Santos habla de paz y hace trampa política como la “comisión asesora” y trampas de guerra como el “cese de bombardeos por un mes en unas zonas” mientras los “intensifica” en otras. La paz santista es con más injusticia social y terrorismo de Estado. Los repetidos malos gobiernos obligan a trabajar por un gobierno popular y democrático.

 

La podredumbre de las instituciones del Estado tocó límites insospechados con los  escándalos del corrupto presidente de la Corte Constitucional, que Santos trata de salvar con maquillajes a la Justicia anunciados por radio y TV. La policía desacreditada y un ejército pisando umbrales del delito para mantener “resultados opertativos”, hacen que casi todo en la Constitución del 91 dé asco, nos obligen a pensar en ¡Que se vayan todos!, en ¡Nueva Constitución democrática y anti neoliberal!, en ¡Convocatoria de la Asamblea Constituyente y apertura democrática ya!

 

Este clamor por la libertad política no lo ahoga la creciente penalización de la lucha social y la reforma política de Santos, que dificultarán mucho la participación electoral de fuerzas alternativas a la oligarquía y sus partidos. Llamamos a dar la batalla política-electoral por los gobiernos y la participación en los cuerpos colegiados en los municipios y departamentos fortaleciendo la unidad de la tendencia democrática y de izquierda.

 

La oligarquía financiera, que comanda los Estados y los ‘endiosados’ gobiernos de Estados Unidos y las demás potencias imperialistas, se desesperan al ver amenazada su existencia con la reducción de su elevada cuota de ganancia. Lanzan guerras en el Medio Oriente, militarizan América Latina y el Caribe, amenazan a Corea e Irán y agreden a Palestina con sus agentes sionistas de Israel mientras pretenden distraernos con la saludable reactivación de relaciones diplomáticas con Cuba, pero sin levantar el bloqueo ni devolver Guantánamo. Obama precipita su desprestigio al decretar que Venezuela amenaza a Estados Unidos y volver aliados a quienes tenían como enemigos jurados.

 

En Venezuela, los únicos amenazados son los bolsillos de los capitalistas nacionales y extranjeros, que abusan de los recursos naturales y de las gentes humildes. También están amenazados los burgueses conspiradores, que con acciones violentas combaten el proceso político y social “bolivariano” por temor a que la autodeterminación del pueblo lleve a la independencia nacional y la revolución social.

 

Con su decreto contra Venezuela Bolivariana y sus bombardeos con drones a los pueblos del Medio Oriente y Palestina, Obama favorece la unidad de acción antiimperialista  entre núcleos y organizaciones sociales del orbe indignadas por la intromisión yanqui.

 

¡Si la lucha se dispersa no hay victoria popular en el combate!

¡Pliego popular unitario!

¡A preparar el Paro Cívico Nacional combativo, masivo y unitario!

 

Comité Nacional

Movimiento por la Constituyente Popular -MCP-

 

Bogotá, Marzo 22 de 2015



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