Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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¿Quiénes y por qué decidieron tornar la política europea en el formato del triángulo de Weimar? Este patrón geométrico fue creado por Francia, Alemania y Polonia el año 1991 a consecuencia de la desintegración del bloque soviético. Pronto se hizo evidente que carecía de una agenda común que seguir y en consecuencia ninguna razón para reunirse. El grupo Visegrad compuesto por Polonia, Hungría la República Checa y Eslovaquia sufrió el mismo destino. El interés de estas aventuras diplomáticas gradualmente se desvaneció.

Un cuarto de siglo más tarde, la crisis de Ucrania dio pábulo para la reanimación del Triángulo de Weimar.

En el otoño del año pasado, los tres ministros de relaciones exteriores se reunieron en Weimar con el objeto de elaborar una posición común sobre la elección presidencial en Ucrania. De manera unánime condenaron la "anexión" de Crimea.

Hubo que asistir a nuevas reuniones. En el mes de septiembre del 2014 los ministros de estado y los secretarios de estado responsables de los asuntos europeos de Alemania, Francia y Polonia se reunieron en Herleshausen (Land Hesse) para conversaciones políticas. En el mes de octubre del 2014 el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius visitó Berlín y Weimar para realizar consultas en el marco del "Triángulo de Weimar" con sus colegas de Alemania y Polonia, el Sr. Steinmeier y el Sr. Sikorski respectivamente. El pasado mes de marzo del corriente, la reunión en formato "Triángulo de Weimar" de la Ministro de la Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian y el Ministro de la Defensa de Polonia, Tomasz Siemoniak se reunieron en la ciudad de Potsdam. Los ministros acordaron fortalecer las defensas de la Unión Europea, lo cual encaja con la idea de crear un ejército europeo planteada a comienzos del mes de marzo por el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. La Ministro de la Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen apoyó con mucho entusiasmo la iniciativa señalando que Alemania estaba lista para participar.

La propuesta para la formación de un ejército europeo no es nueva. Francia planteó la idea a mediados del siglo XX. En ese entonces la idea fue bloqueada por Gran Bretaña y España. La reunión de los jefes de la defensa fue seguida por las conversaciones sostenidas por los ministros de relaciones exteriores para intercambiar opiniones en torno a la crisis de Ucrania, como también sobre la política del entorno europeo. Polonia estuvo más interesada que los otros en la reanimación de las actividades del Triángulo de Weimar, especialmente con relación a los acontecimientos de Ucrania. Desde hace muchísimo tiempo Varsovia ha estado buscando sus propias metas en esto. Polonia también actúa a favor de los intereses de Estados Unidos. Polonia no gusta de ser excluida del formato Normandía (grupo diplomático de representantes antiguos de los cuatro países -- Alemania, Rusia, Ucrania y Francia – para resolver la situación en el este de Ucrania). Berlín ha declarado que la posición de Polonia será considerada oportunamente.

La verdad es que no queda claro cómo es que Angela Merkel va a cumplir con su palabra. La seguridad de Europa no puede ser garantizada sin la participación de Rusia (como lo dijo la misma Merkel durante su visita a Polonia el mes de noviembre del 2014).

Y dijo la verdad. Estas palabras hacen que una haga una comparación entre Merkel y Otto von Bismarck, apodado el "Canciller de Hierro" (también el "Junker Loco") que logró unificar territorios alemanes dispersos en un imperio y proclamar el II Reich. Erróneo sería sostener que los años de su mandato fueron años brillantes para las relaciones entre Rusia y Alemania. En sus cartas dirigidas a Gorchakov (canciller del Imperio Ruso entre 1863 y 1883) se percibía más bien sentimental, pero su estilo halagador era demasiado bueno para ser verdad.

Su estilo hacía dudar de su sinceridad. Sus maquinaciones en el Congreso de Berlín (reunión de los representantes de las grandes potencias de la época, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Austria-Hungría, Italia y Alemania, llevado a cabo entre junio y julio del año 1878 evento que efectivamente desconoció la victoria de Rusia sobre el decadente Imperio Otomano en la guerra ruso-turca de 1877-1878. Cuando Bismarck visitó Rusia trató de mantener un equilibrio con el objeto de fortalecer la posición alemana en Europa. En política no existe nada semejante a la gratitud. ¿Por qué el Ministro-Presidente de Prusia debería sentir gratitud hacia Rusia por apoyarlo en sus esfuerzos por unificar estados separados bajo el estandarte del imperio alemán? En cierto modo, la Merkel sigue a Bismarck, ella no siente ninguna gratitud hacia Moscú por permitir la reunificación de Alemania. No obstante, no se trató exactamente de una reunificación en términos estrictos. Alemania Occidental sencillamente devoró a la Alemania Oriental.

El 1º de abril recién pasado, los alemanes celebraron el 200 aniversario del nacimiento de Otto von Bismarck. Las publicaciones dedicadas al evento dijeron que el "Canciller de Hierro" apoyó la idea de sanciones contra Rusia para detenerla en su agresión contra Turquía. Esto hizo ver a la Merkel casi como un político actuando de acuerdo con las tradiciones del II Imperio del Reich --días de gloria en la historia alemana.

En realidad, existen más cosas que dividen a los dos políticos que aquellas que los unen. La política europea de Bismarck fue denominada como "haciendo malabares con cinco pelotas" queriendo decir Austria, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Las pretensiones de la Merkel de pararse en dos campos a la vez –los Cuatro de Normandía y el Triángulo de Weimar—no tiene nada que ver con los malabares. Se ve más bien como incapaz de escoger un curso independiente y seguirlo con firmeza. Por otra parte, en la Europa contemporánea las bolas tienen pesos bastante diferentes.

Y lo que es peor, Alemania sigue siendo una bola en las manos de un malabarista extra continental.

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